Bajo la dirección de Sawiris, Aston Villa logró regresar a la Premier League y se ha mantenido en la élite inglesa
El club de Birmingham es uno de los más tradicionales del fútbol inglés. Al fin y al cabo, fue siete veces campeón nacional en sus 146 años de vida, además de tener siete Copas FA y cinco Copas de la Liga. Aparte de eso, también cuenta con los trofeos de la Champions League 1981/82 y la Supercopa de la UEFA de 1982.
Aston Villa, sin embargo, vivió años complicados a finales de la última década, pasando temporadas en 2ª división en medio de una grave crisis económica y viendo perder la paciencia a su afición. Sin embargo, las cosas empezaron a cambiar después de julio de 2018, cuando un magnate egipcio compró el club.
Se trata de Nassef Sawiris, un megaempresario que, junto con el estadounidense Wes Edens, adquirió el 55% de las acciones de los Leones que pertenecían al chino Tony Xia.
Bajo la dirección de Sawiris, Aston Villa logró regresar a la Premier League, lo que llevó al egipcio y al estadounidense a comprar el 45% restante de Xia, apoderándose del 100% del equipo de Birmingham a partir de agosto de 2019, y logrando mantener al equipo en la élite inglesa desde entonces.
Nasser, por cierto, es el único africano que posee un equipo en la Premier League.
El segundo hombre más rico de África
Nacido en El Cairo en 1961, Nassef Sawiris es hijo del megaempresario Onsi Sawiris, quien fundó el conglomerado Orascom.
La multinacional, creada en los años 50, se ha convertido en un gigante en los sectores de la construcción civil, hotelería, industria y telecomunicaciones, y actualmente opera en 25 países, con ingresos anuales de más de $ 4 mil millones de dólares.
Nassef, que es el hijo menor de Onsi, se crió a una edad temprana para ser el sucesor de su padre. Recibió su educación en el German College en El Cairo y luego continuó su educación superior en economía en la Universidad de Chicago en los Estados Unidos.
Poco después de recibir su título en 1982, asumió un puesto directivo en Orascom, trabajando junto a su padre durante más de una década, antes de convertirse en director ejecutivo y director del conglomerado en 1995.
Pronto se vio su perspicacia para los negocios y ayudó a que la empresa creada por su padre se convirtiera en un gigante mundial, al tiempo que se convertía en propietario de una gigantesca fortuna.
Según la revista Forbes, Nassef Sawiris es actualmente el segundo hombre más rico de África, con una riqueza estimada en 8,9 mil millones de dólares.
Es el segundo después de la nigeriana Aliko Dangote, quien tiene una fortuna de $ 12,1 mil millones de dólares.
Entrada al mundo del futbol
Después de realizar varias inversiones en las décadas de 1990 y 2000 en empresas europeas, norteamericanas y de Oriente Medio, Nassef decidió ingresar al mundo del deporte en la década de 2010.
En octubre de 2015, adquirió el 6% de las acciones de Adidas, incluido su nombramiento como director gerente de la empresa alemana en 2016.
Su llegada a la Premier League, a su vez, se produjo en 2018, cuando formó un grupo llamado NSWE, fundado junto al empresario estadounidense Wes Edens, para adquirir el 55% de Aston Villa. Como se dijo antes, hoy la empresa tiene el 100% de los Leones.
Los dueños del club de Birmingham, por cierto, son conocidos por tener excelentes relaciones, a menudo siendo fotografiados juntos viendo los juegos del equipo desde las gradas en Villa Park.
Sawiris tampoco es tacaño a la hora de contratar refuerzos. En la temporada 2020/21, por ejemplo, gastó más de 123 millones de dólares en atletas para mantener a Aston Villa en la élite inglesa. Ya en 2021/22, repitió la dosis, invirtiendo otros 123 millones de dólares.
Las compras terminaron siendo compensadas por la gran venta del más destacado de los Leones, el mediocampista Jack Grealish, al Manchester City, por 136 millones de dólares.
Fuera del mundo empresarial, Nassef Sawiris es un hombre discreto. Casado, tiene cuatro hijos y "sólo" tiene tres mansiones, una en Londres, una en Nueva York y otra en El Cairo. En otras palabras: para el propietario de la 297a mayor fortuna del mundo, no tiene nada del perfil de un extravagante multimillonario.