Debido a complicaciones legales, el organismo no ha podido tomar control del club después que el dueño Roman Abramovich anunció que daba un paso al costado
La Fundación del Chelsea, a la que Roman Abramovich pasó la administración del equipo por las malas relaciones entre Rusia y Reino Unido, aún no se ha hecho cargo del club por complicaciones legales.
Los dirigentes de la Fundación tienen dudas sobre si es compatible dirigir una asociación caritativa en el Reino Unido al mismo tiempo que un equipo de fútbol, como sería el caso si asumen el mando del Chelsea.
Abramovich, con este movimiento, decidió echarse a un lado mientras se alargue la guerra entre Rusia y Ucrania, pero continúa siendo el dueño del club inglés.
Cuando se le preguntó al director técnico Thomas Tuchel sobre cómo afectará esta decisión al equipo, el alemán dijo que no trastocaría "nada" su día a día, según lo que había hablado con Marina Granovskaia, mano derecha de Abramovich y gestora del equipo.
En un comunicado, Abramovich, que se hizo cargo del club de Stamford Bridge en el 2003, dijo que la Fundación benéfica está en "la mejor posición" para velar por los intereses del club.
La medida, resaltan los medios, fue tomada en medio del malestar del Reino Unido por la invasión rusa en Ucrania.
"Durante mis casi 20 años como propietario del Chelsea FC, siempre he visto mi papel como custodio del club, cuyo trabajo es garantizar que tenemos el mayor éxito posible, así como construir para el futuro, al mismo tiempo que juega un papel positivo en nuestras comunidades", señala la nota de Abramovich.
"Siempre he tomado decisiones pensando en el mejor interés del club. Sigo comprometido con estos valores. Es por eso que hoy doy a los fideicomisarios de la Fundación benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC ", puntualiza.
El propietario ruso resalta que la Fundación está en la mejor posición para "velar por los intereses del club, los jugadores, el cuerpo técnico y la afición".
Abramovich, considerado muy cercano al Kremlin, permanecerá como propietario del Chelsea, pero no participará en ninguna toma de decisiones en el club de Stamford Bridge.
Según los medios, Abramovich habría tomado la decisión para proteger al Chelsea en medio del conflicto en Ucrania.
El Gobierno del Reino Unido ha impuesto una serie de sanciones contra intereses económicos rusos y contra varios oligarcas, si bien Abramovich no figura de momento entre los sancionados.