Roma le ganó a Juventus por 1-0 que llegaba con buena rcha al Olímpico, pero que perdió la oportunidad de seguir recortando la brecha con los puestos europeos, en un partido marcado por el reencuentro entre Paulo Dybala y Ángel Di María.
Una jugada aislada entre tanto desacierto, entre tanta tensión por lo que había en juego, desequilibró el choque a favor del conjunto que dirige José Mourinho, hasta ahora capaz de competir en los grandes escenarios, pero irregular en el resto de partidos y todavía con ciertos problemas a la hora de generar peligro.
Se presentó el choque entre ambos combinados muy cerrado, a la altura de una gran cita con tanto en juego en el Coliseo del 'calcio'. Roma en busca de volver a la zona Champios, la Vecchia Signora en busca de seguir con su remontada tras la sanción y acercarse a los puestos europeos.
La igualdad reinó en el Olímpico de Roma, con Spinazzola como único jugador que se salió del guion del partido, encarando por el perfil zurdo, exhibiendo nuevamente esa superioridad que le hizo ser uno de los carrileros más peligrosos de Europa antes de su lesión en la Euro 2020.
Se midió con Cuadrado y Danilo y generó los espacios para que las llegadas de los 'giallorossi' fueran más peligrosas. Aunque, como siempre, la ocasión más clara de los de Mourinho llegó desde las pies de Dybala, que con un disparo desde la frontal del área obligó a estirarse a Szscesny para despejar.
En la Juve Di María ejerció de líder, como acostumbra tras el Mundial, apoyándose en Vlahovic y resguardado por Locatelli y Rabiot, que fue precisamente el que gozó de la ocasión más clara de la primera mitad, descolgándose en una jugada que finalizó con un testarazo del galo que desvió lo justo Rui Patricio para que se estrellara en el palo.
Se fue mejor la Juve al descanso, con esa falsa sensación de superioridad que puede dar un 0-0 que no tardó en desaparecer del marcador.
Y es que Gianluca Mancini se animó a abandonar su zona de trabajo en la línea de tres para pedir el balón a cinco metros de la frontal del área, desde donde, sin pensárselo dos veces, rubricó un derechazo que se coló pegado al palo derecho de Szczesny, que poco pudo hacer para evitar el tanto.
Casi no dio tiempo a la afición romana a serenarse tras el importante gol de su central cuando Cuadrado avisó de que no estaba todo dicho en el partido con un golpeo de tiro libre que fue a estrellarse con el palo, el segundo de una noche maldita de cara a puerta de los hombre de Allegri, que se volvieron a topar con la madera en los últimos compases por tercera vez en el partido, esta vez en un intento de despeje de Mancini.
Modificó el técnico blanquinegro el esquema y pasó a una defensa de cuatro para dar entrada a Paredes, Pogba y Chiesa, en un cambio que funcionó a la 'Juve', dominadora en los últimos minutos de un partido en el que el Roma se hundió en su propio campo, achicando aguas para salir con los tres puntos.
Quemó las naves Allegri y dio entrada a Kean para acumular hombres arriba, pero este cambio fue el único que le salió rana. Menos de un minuto duró el ariete italiano en el campo antes de ver la roja directa por una agresión injustificable a Mancini que terminó con las posibilidades de una Juve que rozó la gesta con un disparo de Danilo en el descuento.
Cumplieron los de Mourinho el objetivo con un nuevo ejercicio de resistencia y retornaron a la cuarta posición, a los puestos de UEFA Champions League, complicando mucho a Juventus su objetivo de luchar por esas plazas, ahora octavo con 35 puntos en la tabla, a siete de un Atalanta que ocupa puestos de Conference League.