El AC Milan ha anunciado su primer fichaje y es uno que ilusiona. La leyenda milanista Paolo Maldini vuelve al club, con 51 años y una década después de su retiro como futbolista profesional, para agarrar las riendas de la dirección deportiva.
No se sabe todavía cuál será su decisión de cara al nuevo inquilino del banquillo, aunque todos los rumores apuntan al actual técnico de la Sampdoria, Marco Giampaolo, pero lo que sí se sabe ya es quienes formarán su equipo de trabajo. Junto a Maldini, en el área deportiva, se encontrarán Angelo Carbone, Geoffrey Moncada y el albanés Igli Tare.
Maldini llega ahora al puesto que deja vacante Leonardo, otro exjugador milanista, que continuará su periplo como director deportivo en el PSG, donde ya ejerció como tal entre 2011 y 2013.
El movimiento viene siguiendo la tendencia en el club de repescar viejas glorias para posiciones clave, más allá de que estas tengan la experiencia necesaria para desenvolverse en ellas o no. Así, tanto Clarence Seedorf, como Filippo Inzaghi y en los últimos 18 meses Gennaro Gattuso se han alternado en el banquillo milanista, cada uno con peor suerte que el anterior, podría decirse.
Pero la vuelta de Maldini al club no es comparable a ninguna otra. El excapitán es el hijo pródigo y su llegada a la dirección deportiva ha llenado de optimismo a una afición que ha asistido impávida al descalabro que ha vivido el equipo en los últimos años.
El AC Milan es un grande histórico de Europa, pero se encuentra en horas bajas. Ha vuelto a quedarse fuera de la Champions League y los mejores jugadores de Europa no están por la labor de fichar por los rossoneri pues, ahora mismo, supone un paso atrás en sus carreras. A ese estigma se enfrentará Maldini al intentar remozar un equipo que, por lo menos, tiene algunos mimbres jóvenes sobre los que intentar construir un nuevo proyecto.
Su primera misión será no dejar escapar a talentos como Donnarumma, Paquetá, Piatek o Suso, que han sido de los pocos rayos de luz que han asomado en una temporada por otro lado bastante negra.
El mediapunta español, que tiene una cláusula de rescisión de 38 millones de euros será su primera patata caliente. El club quiere renovarle y quitarle la posibilidad de ejecutar su salida de manera unilateral, pero de momento Suso no parece estar por la labor de atarse al club de esa manera.
Maldini llega con ilusión al puesto, pero con escasa experiencia. Tiene ante si una titánica tarea, la de reflotar a un club histórico venido a menos. El camino sin duda será difícil, pero nadie quiere al AC Milan como él y nadie ha demostrado más lealtad al mismo en la vida, por lo que seguramente sea el hombre indicado para el puesto.