Paolo Maldini le ha visto las orejas al lobo y sabe que necesita hacer cambios en su equipo antes del arranque de la Serie A si no quiere sufrir demasiado este año.
Lo que debía ser un verano de revolución en la plantilla, se ha quedado en un pequeño intento de renovación que no parece haber dejado satisfecho a nadie y, lo que es peor, que no ha logrado crear un impacto suficiente en el equipo de cara a la temporada que arranca el fin de semana que viene.
Los fichajes de grandes nombres del pasado han dado paso a los Franck Kessie, que tras su periodo de cesión ha vuelto para quizás salir rumbo al Wolverhampton, Theo Hernández, Rafa Leao, Rade Krunic, Leo Duarte o Ismael Bennacer. Difícilmente alguno de ellos hará que el aficionado medio pague un buen precio por la entrada, pero es que además ni siquiera los resultados del equipo manejado ahora por Marco Giampaolo invitan al optimismo.
Con el equipo fuera de competiciones europeas por problemas con el Fair Play financiero, se esperaba que el club diera el todo por el todo en el mercado para intentar volver a ser uno de los animadores del campeonato italiano, pero de momento se han quedado más bien cortos en ese intento. El equipo sólo ha podido ganar un encuentro en pretemporada, ante el Fenonikeli FC de Kosovo, perdiendo sus encuentros ante Bayern de Múnich y Benfica, y empatando ante el Manchester United y el Cesena.
Ha sido quizás el 0-0 ante el Cesena el que ha activado a Paolo Maldini, nuevo director general del club, a tomar cartas en el asunto de cara al inicio de liga. El equipo necesita dinamita arriba y de momento, no ha demostrado estar preparado para pelear de tú a tú contra un Inter de Milán que ha juntado a Romelu Lukaku, Lautaro Martínez y Mauro Icardi en su ataque (a expensas de que Icardi dejé el club antes de que acabe el plazo) y a la Juventus que de momento sigue contando con Ronaldo, Dybala, Mandzukic e Higuaín.
Maldini parece haber puesto su atención en dos jugadores que viven en Madrid. Se trata de Ángel Correa, del Atlético de Madrid, y de Mariano Díaz, del Real Madrid. Ninguno de los dos son nuevos objetivos, pero ahora --según varios reportes en Italia-- sí parece que el AC Milan va en serio a por ellos.
El Atlético de Madrid estaría esperando el traspaso del argentino con los brazos abiertos, pues con los 50 millones de su traspaso Diego Simeone querría hacer frente al fichaje de Rodrigo Moreno del Valencia. Correa parece que tampoco pondrá muchas pegas a su salida del club rojiblanco, pues busca más protagonismo del que ha tenido en estos años en Madrid.
La situación de Mariano es más complicada. El delantero está convencido de quedarse en el Real Madrid a pesar de que Zinedine Zidane le ha apartado y sólo ha contado con él en 25 minutos esta pretemporada (tiempo en el que el catalán de origen dominicano logró anotar). El club le ha quitado el dorsal número 7 para dárselo a Eden Hazard, por lo que también estarían felices de verle marchar rumbo a Milán. Sin embargo, Maldini no las tiene todas consigo: Los 25 millones de traspaso que pide el Real Madrid y los cinco millones de euros de contrato que tiene Mariano en el club merengue podrían acabar por echar por tierra los planes de ambas entidades.
De cualquier manera, está más que claro que Maldini y Zvonimir Boban en su nuevo rol de director de fútbol del club tienen mucho trabajo por delante. El verano no ha sido todo lo positivo que se esperaba y a menos de una semana de que arranque el campeonato, las dudas en torno a las posibilidades de los rossoneri este año están bastante generalizadas.