Zlatan Ibrahimovic y Romelu Lukaku protagonizaron uno de los momentos más calientes del Inter vs Milan por los cuartos de final de la Copa Italia: mantuvieron una fuerte discusión, con insultos incluidos, que terminó con ambos delanteros cabeza a cabeza. Finalmente fue el Nerazzurri quien terminó festejando al vencer por 2 a 1 con tantos del atacante belga y Christian Eriksen. Ibra había puesto en ventaja al Rossoneri.
Los goleadores de los grandes conjuntos milaneses debieron ser separados por sus compañeros en la agonía del primer tiempo, que finalizó con victoria parcial 1-0 del conjunto dirigido por Stefano Pioli.
Todo se originó cuando el belga recibió una infracción por parte de Alessio Romagnoli y enfáticamente fue en búsqueda de los rivales. La respuesta del sueco, en defensa de sus compañeros, no tardó en llegar.
Precisamente el ex–Barcelona y PSG, entre otros clubes, había abierto el marcador para su equipo a los 31 minutos con una gran definición.
En la segunda mitad pasarían más cosas y sería Ibra el protagonista a los 58 minutos, ya que cruzó a Kolarov y se ganó la segunda amonestación. Así se terminaba el derbi para Zlatan que debió dejar el campo de juego y a su equipo con uno menos.
Luego de eso, y con un jugador más, el Nerazzurri fue en busca del empate y lo consiguió, tras una jugada polémica, gracias a un penal perfectamente ejecutado por parte de Lukaku a los 71 minutos.
Pero, aunque cueste creerlo, al clásico le faltaban más incidencias, emociones y rarezas. El árbitro Paolo Valeri sintió una molestia y debió dejar el campo de juego, ingresando en su lugar el cuarto, Daniele Chiffi.
Con el tiempo cumplido, el juez adicionó diez minutos y Antonio Conte puso en cancha a Christian Eriksen por Marcelo Brozovic. Justamente sería el danés quién le daría el triunfo al Inter y el pasaje a semifinales ejecutando un exquisito tiro libre.