Un seguidor rojinegro llevó agua a los familiares que permanenecen de guardia en un nosocomio de la capital queretana
QUERÉTARO -- Jorge Sánchez, aficionado del Atlas, estuvo en el Estadio La Corregidora el cinco de marzo. Tres días después, tras salir ileso de la gresca entre seguidores de Gallos y Zorros, asistió al Hospital General de Querétaro, para entregar víveres a los familiares de los lesionados.
"Miedo no tengo, sólo incertidumbre, pero aquí estoy, para ayudar a las familias de los aficionados que salieron lastimados, aunque sea con agua o lo que pueda darles", comentó Jorge Sánchez, aficionado del Atlas.
La tarde del sábado, Jorge Sánchez estaba en La Corregidora con su novia, apoyando a los rojinegros del Atlas. Había festejado un gol de los Zorros, cortesía de Julio Furch, y de pronto, la pelea.
"Tuve la fortuna de estar rodeado de personas pensantes y razonables. En ese momento, aficionados de Gallos me rodearon, para protegerme. Mi novia y yo nos quitamos la playera, por lo que logramos salir del estadio", recuerda el aficionado del Atlas.
Tres días después, en un territorio en el que parecía que llevar la playera rojinegra está prohibido, el seguidor rojinegro se presentó al Hospital General de Querétaro, con dos paquetes de agua embotellada y con la intención de ayudar a las familias de los lesionados, que esperan que sus seres queridos salgan como llegaron al estado: "caminando".
"Soy de Querétaro, pero le voy al Atlas. Vine aquí porque quiero que vean la otra parte de Querétaro, la que ayuda", mencionó a las afueras del hospital.
Jorge Sánchez estuvo cerca de diez minutos afuera del hospital, entró a la sala de espera para repartir sus aguas. Tuvo contacto con las seis familias que aún esperan a sus paciente y se fue, sin ser molestado, con su playera del Atlas, como siempre debió pasar.