Fútbol Americano
Daniel Rodríguez, ESPN Digital 2y

Selección Mexicana: Martino y una ilusión (engaño) que solo vive en su mente

Mientras la selección Argentina, segundo rival de México en el Mundial, suma 34 partidos invicto, muestra una identidad en todos los sentidos y cuenta con un plantel más unido que nunca, el técnico del Tri, Gerardo Martino, presume que le “ilusionan” 30 minutos del desempeño de su equipo ante Perú.

El amistoso ante los incas, que no estarán en Qatar y viven una etapa de renovación con nuevo entrenador tras la notable gestión de Ricardo Gareca, fue otro examen fallido del conjunto azteca con todo y el gol de Hirving Lozano en los últimos minutos.

La engañosa victoria no puede nublar el análisis y ocultar la triste realidad de México a menos de dos meses de la Copa del Mundo: es un equipo sin pies ni cabeza, al que no se le nota trabajo, que es incapaz de generar llegadas de gol y que mantiene sus históricos problemas defensivos.

Por si fuera poco, el técnico luce fastidiado, rebasado, hace gala de ironía en las ruedas de prensa y además, pretende engañar.

Bajo ninguna circunstancia el ‘Tata’ puede hablar de “ilusión” por media hora de desempeño “adecuado” de su equipo —que sólo vio él—, cuando el Tricolor tiene más de año y medio con un nivel de juego tristísimo.

¿En esos 30 minutos que refirió Martino el equipo tuvo la posesión de la pelota, atacó por ambas bandas, puso a competir a su centro delantero, dominó al rival, marcó alguna anotación o al menos inquietó con frecuencia al portero rival?

La respuesta es contundente: NO. ¿Entonces qué le ilusiona al entrenador nacional?, ¿que le hagan una pregunta de futbol sobre los mediocampistas y un “delantero asociativo”?, ¿que esta vez ya no se perdió ante otra selección sudamericana como ya sucedió con Argentina, Uruguay y Paraguay?, ¿que por fin el Tri anotó un triste gol?

Si ese es el parámetro, las ilusiones están muy baratas y con el Mundial en puerta pronto se van a topar con la realidad, y la realidad de entrada se llama Polonia, que tampoco está en un momento de forma que asuste a nadie, pero tiene a un futbolista capaz de marcar la diferencia en cualquier momento: Robert Lewandowski.

Gerardo Martino tiene la responsabilidad y obligación, debido a su trayectoria y al cargo que ostenta, de apelar a su profesionalismo, de dejar ese rol de víctima que está todo el tiempo a la defensiva, y de enfocarse al 100 por ciento en el trabajo de la Selección Mexicana a partir de la autocrítica, porque no se mejora si no se parte de ella. Así de simple.

Estos dos ensayos ante Perú y Colombia son oro puro para México, que está en la recta final de su preparación y no volverá a tener “equipo completo” (más allá de las bajas por lesión) hasta a unos días de su debut en el Mundial. Por ende no sirve de nada que el entrenador predique con falsas ilusiones o se enfrasque en polémicas baratas.

Para bien o para mal, el ‘Tata’ llegó al final del camino en el ciclo mundialista de cuatro años con el Tricolor, y con él al mando México buscará un resultado distinto a las siete copas del mundo más recientes en las que el límite son los Octavos de Final.

Cierto, hoy hay una dura realidad que no se puede obviar por más que se predique con la “ilusión”: la Selección Nacional está más cerca de disputar tres juegos en Qatar, que de acceder al famoso quinto partido. Lo que es.

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