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Despedazan el ajedrez al América y Mohamed y Pumas se regocijan en ello

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Para Pietra, América debe mejorar en el aspecto ofensivo (1:48)

El análisis de Jorge Pietrasanta luego del empate 1-1 entre Toluca y América. (1:48)

Tras el Toluca 1-1 América, donde salieron lesionados Malagón y Valdés, los que festejan son el 'Turco' Mohamed y sus Pumas


LOS ÁNGELES.- Dos golazos, dos damnificados, un empate (Toluca 1-1 América), y sólo un tipo feliz, El Turco Mohamed: ni Luis Malagón ni Diego Valdés estarían con las Águilas el próximo sábado ante Pumas.

Toluca y América no decepcionan generalmente. No lo hicieron este domingo en el Nemesio Diez. Agréguese al morbo arbitral que humea donde el América pisa, con dos goles anulados, uno por equipo, y la roja a Tomás Belmonte por poner a prueba la espinillera, el tobillo y los juanetes de Álvaro Fidalgo. Sin embargo, el árbitro Adonai Escobedo no permitió infiernillos en el averno toluqueño.

Partido que además enmarcó los goles espectaculares de Valdés y de Maxi Araujo, éste, además, ungido por la exquisitez, preciosista y arrabalera, de un taconazo de Marcel Ruiz, todo como parte de un partido de riña y riñones, pero con adjetivos desde el buen futbol, hasta la enésima barbaridad del brasileño Pedro Raúl, al que debieron comprar por metros, más que por esperanzas goleadoras, las cuales florecen en Brasil, pero en México, desde su becado en Juárez hace un par de torneos, quedaron sepultadas.

André Jardine volvió a hacerlo, y curiosamente en el Nemesio Diez. Desde aquel fantasmagórico enroque con Vicente Sánchez y José Saturnino Cardozo, no había habido una apuesta como la que ha hecho el técnico brasileño con Julián Quiñones y Diego Valdés.

Una locura bien sustentada en los últimos partidos, pero que seguramente será interrumpida por la aparente lesión muscular de Valdés, que le puede dejar fuera del citatorio ante Pumas. Quiñones, además, hasta parece disfrutar convertirse en el doméstico, en una amplia parcela, tanto de Valdés, como de Brian Rodríguez, y de quien sea necesario.

Más allá de un dominio consistente en el primer tiempo, con un par de alertas para Malagón de por medio, América reciente en el último tercio del juego la salida de Valdés. No sólo por perder al chileno, sino por la carambola de movimientos que debió hacer para tratar de recuperar el control de la cancha.

Pero el reajuste, terminó en desajuste y desbarajuste, porque con los ingresos de Richard Sánchez (por Valdés), Henry Martín (Quiñones) y Alejandro Zendejas (Leo Suárez), América ya intentaba jugar bajo otra forma, más desde la improvisación que de la afirmación de sus propios recursos.

Encima, la respuesta de Ignacio Ambriz, emocionalmente desde el primer tiempo, y fortaleciendo una propuesta de ataque, terminó provocando una laguna americanista, que en esfuerzos aislados trataba de rescatar Álvaro Fidalgo infructuosamente.

Y claro, la bendita maldición del #ÓdiameMás se hizo presente. Los Diablos Rojos, equipo de media tabla, con menos del 50 por ciento de los puntos posibles (13 de 27), hicieron su mejor partido del torneo, mucho más vistoso que aquel 5-0 ante la versión doliente de Pachuca.

De agradecer además, el respaldo de Nacho Ambriz a un Marcel Ruiz que después de despuntar con Querétaro, frustrarse su pase al América, negarse a firmar con Chivas, rebotó hasta Toluca, donde le pone ya moños a su presencia en la cancha y aprovechó ante América para lanzar un guiño al palco de honor, donde estaban Jaime Lozano y su cuerpo técnico.

Toluca, como un día antes Monterrey, perdió la oportunidad de meterse a zona de Liguilla Directa, luego del insípido, desangelado y lastimero empate de Chivas ante Pachuca, mientras en la cima, el refrán confirma que el alumno supera al maestro, con el San Luis desde el balcón del liderato y América al acecho.

América, en tanto, estará entre veladoras, chiquiadores, ungüentos de yerberos, tratando de rescatar a Valdés y a Malagón, mientras Pumas mantiene en total estado de salud futbolística y emocional al Chino Huerta, aquel exiliado por Chivas, porque el Pollito “Briseño hace mejor vestidor”.

Al menos Jardine tendrá una semana para trabajar en detalle sobre esa dupla que anhela la afición americanista, y que también otea ansioso el técnico de la selección mexicana, Jaime Lozano, de cara a los amistosos de octubre ante Ghana y Alemania.