André Jardine y Gustavo Leal separaron sus caminos para el Apertura 2023 tras llegar juntos al Atlético de San Luis en Clausura 2022
A André Jardine lo describen como una persona “folclórica”, que escucha rock y metal, que tiene como postre favorito un helado de aguacate que él mismo fábrica. La personalidad del entrenador del América, contrasta con la de Gustavo Leal, su amigo, al que enfrentará en las semifinales, quien es una persona más ordenada, bromista, centrada, incluso aseguran que en ocasiones no es “tan brasileño”.
Rafael Fernández Loperena, como entrenador institucional, estuvo en el primer cuerpo técnico que formó André Jardine cuando llegó, junto con Gustavo Leal, a México en el Clausura 2022 para dirigir al Atlético de San Luis.
André Jardine, como cabeza de ese ese cuerpo técnico que duró seis meses, estuvo acompañado por sus auxiliares Gustavo Leal, su compatriota, además del mexicano Rafael Fernández Loperena, quien recuerda que una clave de ese equipo de trabajo, que llevó al Atlético de San Luis a cuartos de final, fue las diferentes personalidades que tenía.
“Con André, me identifico mucho con él porque es más ansioso, como yo, habla mucho, nos expresamos. Si sentimos algo, creemos la necesidad de expresarlo. Es muy empírico, es muy genial, es muy disperso. Es más folclórico y eso a mí me aligeraba mucho las cosas. Gustavo es una persona mucho más ordenada que André, en ese sentido. Y unas por otras, pero creo que ese era el fuerte, las personalidades tan diferentes, con un modelo y una forma de trabajar muy claro, muy concreto, muy dominado por ellos, al cual el que se tuvo que adaptar fui yo”, declaró Rafael Fernández, quien actualmente es entrenador de Venados en la Liga de Expansión.
En ese cuerpo técnico, Gustavo Leal, quien posteriormente se quedó en el banquillo de Atlético de San Luis, era el encargado de trabajar la defensiva, André Jardine, actual entrenador del América, practicaba aspectos ofensivos, y Rafael Fernández, era el que ensayaba las acciones a balón parado.
“Gustavo es un tipo muy ocurrente, hacía reír muchísimo a André. Gus es un tipo mentalmente muy rápido que siempre de todo agarraba lo que sea para hacer una broma, sobre todo en cuestiones como ilógicas o sarcásticas, en un humor muy padre. André y yo nos podíamos pasar tres horas hablando y parecía 20 minutos y el que nos hacía, así como, ‘ya córtenle mis chavos’, era siempre Gus”.
La música es una de las principales diferencias en la personalidad de los entrenadores, y amigos, que se enfrentarán en las semifinales entre América y Atlético de San Luis. André Jardine es una persona rítmica, situación contraria a Gustavo Leal.
“Si yo no conociera a Gus y a André en la forma en que yo los conozco y los hubiera conocido por separado, tal vez te diría, Gus no es tan brasileño, no es tan rítmico. Y Jardine es mucho más caluroso en ese sentido. A André le encanta este ruido, hasta compartíamos gustos musicales. Es un brasileño, pero amaba el metal, le gustaba el rock”.
Parte de la personalidad de André Jardine, se refleja en las concentraciones, donde el brasileño buscaba tener un ambiente disciplinado, con orden, pero relajado y así fue como el brasileño les enseñó a preparar un helado de aguacate, su postre favorito.
“De repente ahí, bajo la manga, nos hacíamos trampita con algo. No nos daban helado y André se inventaba un helado increíble de aguacate con lechera. Lo mandaba enfriar y luego lo revolvía y se hacía a su propio helado. Es goloso, es de buen comer y muy simpático. No resistíamos la verdad un buen café con los postres que nos dejaban”.