MÉXICO -- La vida del árbitro no es fácil. Es el más odiado o el más querido depende el caso. Eduardo Galeano lo describió como “el abominable tirano que ejerce su dictadura sin oposición posible y el ampuloso verdugo que ejecuta su poder absoluto con gestos de ópera”. Siempre es cuestionado y es, sin dudarlo, una figura que vive y ama el futbol tanto como los 22 que están corriendo tras el balón dentro de la cancha.
Francisco Chacón lleva 15 años como silbante profesional en la Liga MX. Aún recuerda su debut en un Atlas contra Puebla del lejano 2004. Sabe que es una profesión complicada y, pese a ser ingeniero industrial, es la que lo hace feliz, cuestión que se refleja en el campo.
Uno de sus vínculos más fuertes fuera de la cancha es con su madre. Alicia Gutiérrez confesó a ESPN Digital que ser la madre de un árbitro es complicado, más cuando se trata de uno del tamaño de Chacón. Con sinceridad, señaló que la vez que más miedo tuvo por su hijo fue en la balacera que se dio en Torreón en un encuentro entre Santos y Morelia en 2011.
“En la balacera que hubo en Torreón fue con mucha angustia. A él lo sacaron rápido y de inmediato se regresó. Después nos habló y nos dijo que ya estaba aquí (Irapuato). Le dije que ‘si te corren porque acabaste el juego antes es lo de menos’. Esas son angustias horribles, es de las más feas. Nos dijo que los balazos se escuchaban adentro del estadio. A él lo llevaron a Monterrey y de ahí a Irapuato”.
Aunque, por otro lado, dijo que no cabe de felicidad cuando los elogios llegan hacia su hijo.
“La satisfacción ahorita es oír cuando mucha gente dice que es el mejor árbitro de México. Con eso, Dios me pagó todas las angustias anteriores. No sé si sea o no sea, pero en la televisión muchos dicen eso y como que no cabes en ninguna parte. Te sientes anchisísima”, relató con la emoción de vivir un 10 de mayo más a su lado.
Por su lado, Chacón dijo que fue fácil el decirle a su madre que sería árbitro. Aunque los momentos difíciles llegaron al ver a su madre preocupada por todos los insultos y críticas que recibía por su actividad profesional.
“Yo empecé no a escondidas, pero sin avisarle a nadie y les causó extrañeza que lo hiciera. El tema no lo toma personal porque la figura del árbitro es eso y no es personal hacia Paco Chacón. Lo toma muy serenamente y lo agarra de chascariillo. Le digo que la conocen en todo México.
“En un principio le pegaban mucho las críticas, a pesar que les decía que vieran lo menos posible porque ni eres tan bueno como a veces dicen, ni tan malo como muchas veces dicen. Últimamente, hasta muy últimamente, lo toma de otra forma. Cuando ve que a mí no me molesta, ella lo entendió así”, dijo el silbante.
Además, Alicia compartió el ritual que le hace a Paco antes de cada juego, el cual consiste en una misa en su natal Irapuato, incluso, paga por adelantado por si no se encuentra cerca de casa.
“Desde el primer partido que tuvo en Guadalajara que debutó como profesional. Ese primer partido le hice misa en casi todos los templos de Irapuato. Desde el primer juego no le he dejado de hacer misa. Aunque no esté yo en el país, siempre le mando a hacer una misa. Si empieza la temporada voy al templo y le pago cada ocho días una misa pite o no pite. Cuando estamos fuera del país, si me voy un mes, le pago misa de viernes, sábado y domingo, por si pita alguno de esos días”.
Fuera la cancha, la señora Gutiérrez dijo que su hijo es como se ve en la tele, alegre, un hombre de familia y con valores inculcados, además, eso sí, de un amante de estar en familia y disfrutar la vida. Alicia ya no se angustia con lo que dicen de su hijo, ya no llora en silencio cada que hay un mal comentario. Al contrario, se alegra de verlo disfrutar este mundo del futbol.
“Mi hijo siempre estuvo arriba del peso normal de los árbitros, y lo primero que decían era que tenía más tamales. Él me decía que no me fijara. Yo lloraba sin que supieran que estaba llorando. Pasan los años y me acostumbré a que un día digan que es el mejor árbitro y otro el peor. Hay muchas satisfacciones, muchas cosas que si no eres mamá de un árbitro no las vas a sentir porque a la hora que termina un juego, sí estás pendiente de todo. Yo sólo veo los juegos que pita Chacón. La verdad es que sí le sufre uno al principio. Luego te calmas y le preguntas, ¿te van a poner la semana que entra, hijo? Y dice: no sé, mamá, a lo mejor ahora sí la regué. Yo decía, entonces vamos a tener fiesta el fin de semana porque no vas a salir y lo veíamos por el lado amable. No hay mamás más conocidas en toda la República Mexicana que las de los árbitros, porque nos mandan saludos de todas partes”.
Por último, Chacón le mandó un mensaje. El nazareno abrió su corazón y la felicitó por el 10 de mayo, por su apoyo inalcanzable y su amor incondicional. El silbante quedó atrás y el hijo que ama a su madre compartió su sentir hacia quien le dio la vida.
“Agradecerle todo su apoyo. Decirle que la quiero mucho y que todo lo que he logrado en el arbitraje son por las bases y conocimientos que tengo de formación moral que me dio y que me llevó a ser lo que soy dentro del arbitraje. Ella ha contribuido con ese granito de arena que es esencial”.
