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José Antonio García: "Espero no estar en el funeral del Atlante"

Atlante perdió la final del Apertura 2015 del Ascenso ante Juárez. Crédito: Imago 7

MÉXICO -- “Cada vez es más cerrado el futbol mexicano”, afirma desde José Antonio García, empresario de calzado, conocido por su paso en el balompié mexicano amén de ser un símbolo histórico del Atlante.

“Hay mucho dinero”, resalta sobre la actualidad del balompié nacional, además de ver muy complicado la posibilidad de hacerse un club de futbol, pero no desecha que si se lo propusieran le gustaría tener acciones de los Potros, el equipo al que se arrepiente de haber vendido en 1987.

El exdirectivo azulgrana está a punto de cumplir seis años alejado del futbol. Estuvo como 27 años como dirigente. Ahora sabe que el futuro del equipo de sus amores no está en sus manos.

“Los tiempos han cambiado. Ahora con esta parálisis económica hay equipos que prácticamente se van a la quiebra. Se sufre mucho en una división de ascenso. Entonces, es muy complicado el futuro. Se quiere crear una Liga de desarrollo, creo que debe haber reglas claras como extranjeros, límite de edad y mucho apoyo a los jóvenes con límite de edad, pero algo que deben dejar es no quitar el ascenso y descenso por una cuestión sana y meramente competitiva”, considera.

García sabe que existe la posibilidad muy amplia que si se oficializa la desaparición de la otrora Liga de Plata, el Atlante podría desaparecer en caso de no querer alinearse al proceso de desarrollo que buscan algunos directivos.

“Es una gran tristeza. Independientemente que Atlante está por cumplir 104 años es posible que asistamos al velorio de un equipo histórico, con abolengo, fundador de la liga mexicana. Si se da eso prácticamente será la desaparición del equipo. O quizá ver un mecanismo, habría qué ver cuál es la forma, de llegar a la Primera a través de la compra de una franquicia. Si no hay otra opción, pues ojalá el Atlante suba llámese Cancún o el Distrito Federal”, afirma.

José Antonio asegura que si algún equipo debe ser invitado y estar en el máximo circuito es el Atlante. Cree que la gente debe apostar por tener a un club como el atlantista, porque de lo contrario no solo sería un golpe mortal al Atlante, sino a la historia del futbol mexicano.

“Con todo respeto a otros equipos que han ganado campeonatos, no tienen la historia que tiene el Atlante, Toluca, León, Necaxa, América, Pumas y Guadalajara, pero un Santos o un Xolos que son muy bien manejados no tienen la historia que tiene el Atlante. Insisto, si desaparece sería un golpe mortal al futbol mexicano. Hay gente que siente los colores”, señala.

Atlante actualmente se encuentra en un proceso de compra. El agente de jugadores Manuel Velarde lo adquirió en pagos. Hasta el momento, se sabe que no ha pagado toda la franquicia para después alcanzar el objetivo de estar entre los mejores equipos del futbol local.

“Necaxa desapareció 10 años con Atlético Español, Zacatepec, Pachuca y otros que se ha borrado por momentos su historia, Atlante no y eso debe ser valorado”, subraya.

José Antonio García sabe que hoy el equipo está manejado por otras manos.

“Desafortunadamente son promotores de jugadores, quizá ahí se mezcla un interés por sacar jugadores y venderlos o por querer ascender al equipo. Se dice por ahí que uno no debe arrepentirse de nada, pero si de algo me puedo arrepentir toda mi vida es de haber vendido al Atlante, porque era parte de mi vida, parte de mi entorno y desafortunadamente los planes eran unos y al final eran otros”, expresa.

Vía telefónica, asegura que hoy está fuera del futbol mexicano. Recuerda tener diferencias con Decio de María, expresidente de la FMF, pero no guarda rencores.

Hoy, el manejo del futbol es diferente, pero a lo lejos se da cuenta que los intereses dividen actualmente a directivos, porque mientras a unos les conviene la desaparición del ascenso porque sus equipos iban en últimos lugares, mientras que otros querían que no se quitara porque sus clubes se perfilaban entre los primeros lo que hace que el futbol mexicano siempre sea rehén de los intereses de los dueños del balón.