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Barcelona 2024: Flick, la ilusión que no mejoró números de Xavi

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No hay situación dramática en el Barcelona (6:24)

El equipo ha perdido la punta de LaLiga a manos del Atlético de Madrid. (6:24)

El Barcelona cambió de DT por tercera vez en cinco años y aunque hay mejoría en cuanto a futbol, los resultados de Flick no mejoran a los de Xavi


BARCELONA -- El Barcelona de Hansi Flick "ha devuelto la ilusión" a los aficionados. Esta es una sentencia que repiten, y proclaman, todos aquellos que defienden el nuevo proyecto del entrenador alemán, argumentando que la imagen, el juego, del equipo "es mucho mejor" que la del Barça de Xavi.

Pero el desplome sufrido por el Barcelona en LaLiga durante el último mes y medio de 2024, sumando solo 5 de los últimos 21 puntos en disputa, ha dado voz a los que empiezan a poner en duda la capacidad de Flick. "A Koeman le despidieron con mejores números”, recuerdan algunos; "cuando ha acabado el efecto sorpresa no ha sabido reaccionar tácticamente”, reprochan otros.

El Barça mantiene la vieja e innegociable costumbre de vivir en continua división. Empieza en el palco, con los presidentes de turno, y se traslada al césped, donde el entrenador elegido está siempre tan pendiente de los resultados como de la popularidad que mantenga gracias al presidente.

Joan Laporta, que no pudo fichar a Ronald Koeman en 2003, no creyó en él cuando volvió a la presidencia en marzo de 2021 y acabó por despedirlo en octubre, para acoger a un Xavi que no era tampoco su entrenador ideal.

Ese era Ralf Rangnick. Y él, rechazando el ofrecimiento, fue quien le aconsejó el fichaje de Flick, al que eligió el presidente cuando no podía ficharle (estaba comprometido con la selección alemana) y a quien volvió cuando ya dejó de confiar en Xavi, cuyo título de Liga le valió para poco al cabo de una temporada.

El entrenador catalán anunció su renuncia en enero, tras la derrota en Montjuïc frente al Villarreal; se desdijo en abril, cuando se escenificó una unidad falsa en la Ciudad Deportiva y perdió toda la confianza de Laporta en mayo, tras perder en Girona y sentenciando ya entonces el presidente el cambio en el banquillo, por más que Xavi quisiera seguir.

DISTINTO... ¿MEJOR?
Despedido por Laporta, ya a finales de mayo se dio por hecha la contratación de Flick. El cambio de filosofía más rotundo de los últimos años.

Desconocido para el gran público, la única referencia del entrenador alemán relacionada con el Barça era la debacle de Lisboa, cuando al mando del Bayern Munich destrozó al equipo azulgrana de Quique Setién en los cuartos de final de la Champions de 2020 que acabaría conquistando.

Pero la puesta en marcha de su proyecto no pudo ser mejor. Ilusionante, de entrada, su gira por Estados Unidos, el comienzo de la temporada oficial resultó espectacular.

El Barça, con una apuesta atrevida, dinámica, vertical y ambiciosa, enlazó siete victorias en un inicio de Liga fulgurante y solo empañado por la derrota en Mónaco. Ni la derrota en Pamplona el 28 de septiembre contra el Osasuna rebajó las expectativas de un equipo que acabó el mes de octubre siendo referencia.

El 26 de octubre, tres días después de avasallar al Bayern Munich en Montjuïc por 4-1, el Barça tomó al asalto el Bernabéu en un Clásico bestial y que se interpretó como el inicio de un cambio de ciclo que no tenía vuelta atrás.

Un Barça joven y desacomplejado, liderado por la efervescencia de Lamine Yamal, y acompañado por la capacidad goleadora de Robert Lewandowski destrozaba a todo lo que se le ponía por delante.

Así ocurrió que el equipo azulgrana estrenó noviembre ganando (3-1) el derbi al Espanyol y aventajando en diez puntos al Atlético Madrid y en nueve al Real Madrid, que quedó con un partido pendiente.

Fueron los momentos en que nadie discutió el cambio de paradigma en su juego, nadie echó de menos el futbol de posición y todo el mundo se volcó con la apuesta por la cantera, iniciada por Koeman, continuada por Xavi y confirmada por Flick.

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6:18
¿A qué se debe el bajón del Barcelona?

Fernando Palomo, Moisés Llorens y Barak Fever analizan la situación culé.

Inabordable e intocable, Joan Laporta había vuelto a dar en el clavo, como en 2008 con Pep Guardiola. Y el estado de felicidad en el Barça no tenía ni un solo matiz...

Hasta que se pinchó el globo. Y de la euforia se pasó a un fin de año que abre la puerta de las dudas. La derrota contra el Atlético con que se despidió el 2024 completó una racha nefasta que no solo apartó al Barça del liderato, más aún, le ha dejado descompuesto y alejado de ese primer puesto que hace apenas dos meses parecía fijo.

Y hoy la división se contempla entre quienes aseguran que futbolísticamente el Barça de Flick es mejor y más atractivo que el de Xavi y quienes recuerdan que el Barça de Xavi, a estas alturas, sumaba más puntos que el de Flick.