“Ricardo Antonio La Volpe anunció que se retira del fútbol, que no va a dirigir más a un equipo y que se va a enfocar en seguir su carrera como director deportivo, para poder utilizar toda su experiencia en ese aspecto. Su retiro, seguramente generará la misma controversia de siempre entre sus detractores y defensores, ya que La Volpe se caracterizó por ser un entrenador criticado a rajatabla por los primeros o defendido a capa y espada por parte de sus seguidores.
“Fue un muy buen director técnico, muy preparado, un estudioso del fútbol y que marcó un antes y un después”, sostuvo Hernán Pereyra en su podcast ‘Es Así y Punto’, para agregar inmediatamente que “no logró ser tan ganador y exitoso como podría haber sido. Al fin y al cabo logró pocos títulos, aunque hay que reconocerle que con la Selección marcó un muy buen camino, tanto en eliminatorias como en una Copa Confederaciones. En esa ocasión sorprendió con muy buenos planteamientos tácticos, pero a la hora del mundial no hizo pudo hacer ni más ni menos que el resto”.
Seguidamente, el conductor del podcast consideró que La Volpe “ha sabido manejar muy bien el aspecto táctico y futbolístico, pero no el aspecto humano. En eso falló siempre, ya que no supo llegarle al futbolista, entenderlo o incluso escucharlo. Siempre quizo ser el dueño de la verdad, pero además pareciera que la suya es la única verdad y que el resto no sabia nada. Así transmitió su discurso”.
Luego de mencionar que últimamente lo sentía desgastado con los medios de prensa y que esto respondía al hecho de que nunca intentó llevarse bien con los periodistas, Pereyra no dudó en afirmar que la “soberbia lo llevó a fracasar en muchos equipos en donde perfectamente podría haber tenido mejores resultados. Con Boca en Argentina, tenía un campeonato servido y lo terminó perdiendo. Ese equipo venía muy bien, pero se topó con la soberbia de La Volpe”, disparó.
La fuerte división generada entre los fanáticos del fútbol a la hora de valorar su trabajo como entrenador y el legado que deja Ricardo La Volpe, también fue abordada por Hernán Pereyra. “Para algunos es un grande, pero para otros un fracasado. Sin embargo, no hay que ponerlo ni en un extremo ni en otro. Fue un entrenador que marcó época, que sabe muchísimo de fútbol, pero que podría haber dejado su nombre mucho más arriba de donde lo deja. Dependía de él mismo, pero nunca quizo escuchar a nadie”, finalizó diciendo.