Andrés Lillini comentó cómo es ser el técnico del primer equipo de Pumas y sus diferencias con su paso en fuerzas básicas
MÉXICO -- Andrés Lillini llegó a Pumas en 2017 y a casi tres años de su arribo como director de Fuerzas Básicas, sin pensarlo ni quererlo, tomó la dirección técnica del primer equipo. A modo de broma, después del juego ante Monterrey, en la conferencia de prensa, el argentino dijo “la silla está caliente”, pero 14 días después sigue con ese sentir.
En entrevista con ESPN Digital, el oriundo de San José de la Esquina, Santa Fe, no dudó en decir que este reto en su carrera lo está disfrutando con todo, pero que nunca le pasó por la cabeza hacerse cargo de un equipo profesional.
“La silla es eléctrica. Es una de las más difíciles del país. No lo planifiqué, nunca pensé que siendo director de fuerzas básicas sería entrenador de la primera de Pumas. Ahora que me tocó lo disfruto mucho porque es un lugar de mucho privilegio y mucha responsabilidad”, dijo a este portal entre risas.
De buen humor, abierto a debatir de futbol y a los cuestionamientos sobre el paso del equipo, Lillini fue claro y dijo que es muy diferente la formación de los jóvenes y próximas estrellas de los Pumas que tener resultados inmediatos en el primer equipo.
"Ahora tratar de hacer las cosas lo mejor posible porque hay un montón de gente atrás que quiere que nos vaya bien y más que todo consolidar un proyecto a base de resultados porque la primera división es resultados, no hay que engañarse, pero consolidar un proyecto que empezamos, hicimos mejor de lo que venía haciendo”.
En varias ocasiones, Lillini dijo que a Pumas se le critica de más y no se le da el justo valor por los resultados que obtiene, su lugar en la tabla y ser el único invicto en el Guard1anes 2020. Sobre esa linea, cuestionado si a los auriazules se les exige menos que a otros grandes, el sudamericano aclaró que a veces golpean por golpear a sus pupilos y a su trabajo.
“Yo creo que en este momento se nos pone muy difícil y endurece mucho el análisis a nosotros porque en el banco no hay alguien de nombre como quisieran tener muchos ex entrenadores que hoy trabajan en la televisión. Seguro se me critica porque no soy alguien que salga a contestar y solo hablo de futbol”, dijo sin titubear.
“El análisis cambia según como le conviene al analista y eso lo hacen con Pumas. No se ponen en el lugar de lo que hace Pumas por el futbol nacional. Hay una opinión desmesurada en el medio contra Pumas que lamentablemente siempre fue así y lo hacen porque la institución es muy grande y la grandeza de las cosas causa envidia en el ser humano”, manifestó Lillini.
Finalmente, el hoy mandamás de Pumas señaló que las críticas no le afectan, pues se enfoca en lo positivo y que no le teme a las preguntas de cancha, pues atrás de él hay gente que quiere que este proyecto triunfe y es por ellos por quienes trabaja.
“La verdad que en lo personal no me afecta porque soy muy positivo. No tengo redes sociales y no me contamino de esas cosas y lo que me llega me hace bien porque digo, qué bueno que hablen. Si están hablando de nosotros es porque estamos cabalgando”.
“Sí me gustaría que se tome más en cuenta de lo que uno hace por el bien del futuro del futbol. Sí me gustaría que me hagan preguntas de futbol abiertamente. Luego tú lo sabes mejor que yo, está el que quiere hace daño y hay que aceptar las reglas para jugarlas. Me enfoco en lo que quieren que nos vaya bien, que no son pocos”, finalizó.
Así Lillini llegó a una silla que quema y electrocuta, pues Pumas es uno de los cuatro grandes y hay un precio que pagar, pero el argentino, con una sonrisa inocente pese a la experiencia que tiene, le hace frente al reto más grande de su carrera.