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El Posclásico

Es tiempo de dejar de consentir al equipo más mexicano de todos. Es tiempo de mostrar esa Grandeza Mexicana

Grandeza mexicana

Tan suave gente, tan suave patria

Tu corazón caliente me dio la mano

Le doy las gracias. (interpreta Jose José, 1994)

No hay más grandeza mexicana en el futbol que ver a los más grandes, frente a frente, en el Clásico de Clásicos, aunque sea el primero oficial de la historia sin público. Pero esa grandeza, esa enormidad se debe demostrar y el partido estuvo muy lejos de responder a eso.

Ese corazón caliente que hizo falta en la tribuna contagió al campo para presenciar un juego falto de compromiso, falto de emoción, el duelo más esperado del Guard1anes 2020 respiró entrecortado, no palpitó. Le faltó la gente y la patria se quedó esperando su “Grandeza Mexicana”. Hoy no les doy las gracias.

Esperaba escribir mucho y sustancioso después del partido, pero el “Posclásico” me parece muy insípido, y no, no es el “Posclásico” de la gran Mesoamérica que terminó con la llegada de los españoles, una época dominada por Estados bélicos; en la cancha del Azteca no se vio nada de eso, falto de guerra deportiva. Ni el América, equipo cuya fecha de cumpleaños coincide con la llegada de Colón al Continente en 1492, ni el Guadalajara, el equipo más mexicano de todos, han inspirado mis dedos para escribir sobre proezas. Pero hubo una, solo una.

Giovani Dos Santos salvó el partido, hasta hace un día no sabíamos que iniciaría el juego, Gio de todas las críticas, Gio que había sufrido una lesión seria en un Clásico anterior, surgió casi de la nada para alinear y encontró en ese disparo a portería la proeza única de la noche, de “Alfombra roja” y maravillosa, “jugada coqueta” emulando a aquel Dos Santos de la final de Copa Oro ante Estados Unidos, de esos jugadores que aparecen cuando deben hacerlo y firmó una belleza que valió, no el boleto, porque nadie pudo comprarlo, pero sí el estar pegado a la pantalla las dos horas.

Hablar de arbitraje es ya justificante y desgastante, sí hubo un penal a favor de Chivas que no se marcó, sí hubo una falta de Martín bien señalada y por ende un gol no válido de las Águilas; pero también hubieron, del lado del Guadalajara, jugadas claras sin encontrar una resolución, como la del arranque, J.J Macías está errático, no ha sido su torneo, quizá un poco subido en ladrillo. Hablar de indisciplinas y fiestas del lado tapatío también desgasta, como el #FueraPiojo del lado americanista.

A Miguel Herrera no le gustó la calendarización de tres “clásicos” seguidos, se quejó, pero ya ganó el primero de tres que tendrá en su casa, porque además se le juntaron cuatro juegos seguidos en el coloso de Santa Úrsula. América ha hecho gol en todos sus partidos de la temporada y es el segundo apenas sin recibir, es la mejor ofensiva del Guard1anes. Ha tomado ocho puntos de ventaja a su acérrimo rival y se enfila a terminar entre los primeros cuatro. Su equipo entendió mejor el significado de este tipo de rivalidades.

Guadalajara estará en el repechaje, estoy seguro, pero también estoy seguro de que eso no es suficiente, necesita liguilla y necesita un título ya. Es tiempo de dejar de consentir al equipo más mexicano de todos. Es tiempo de mostrar esa “Grandeza Mexicana”.

Al clásico del silencio, no le doy las gracias. Quedó a deber, y mucho. Solamente le doy las gracias a Giovani por su gol de “alta definición”.

En las expediciones de la conquista

Y de la colonización

Predomina el esfuerzo privado, individual.

(De las cartas de relación, Hernán Cortés).