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Dinero no garantiza títulos, pero...

En la liga mexicana se hace frecuente que los equipos que invierten más en sus plantillas ocupen los primeros puestos

Cuántas veces hemos escuchado que "el dinero no es la felicidad", pero también habría que agregar que te deja en la esquina, que llevándolo al tema del fútbol sería algo así como "el dinero no garantiza títulos, pero te acerca a ellos". En los últimos torneos en México cada vez es más frecuente ver que aquellos que tienen más dinero suelen ser los que estén peleando los primeros puestos, después podemos encontrar sus excepciones, como las hay en varias situaciones de la vida y que no es excluyente del fútbol.

Hoy constantemente en las mesas de los programas deportivos en televisión, radio, plataformas digitales o en reportajes en medios impresos crece cada día más el debate sobre cuál es el mejor plantel o qué equipo tiene el mejor técnico y, por lo menos, aquellos equipos que más dinero tienen más se acercan a cualquiera de los dos planteamientos establecidos. Dentro de la irregularidad y lo impredecible que suele ser nuestro fútbol mexicano esto empieza a ser más constante.

Hoy Cruz Azul con un costo de su plantel de 61 millones 300 mil euros (datos de Transfermarkt), América misma cifra y Monterrey con 71 millones 800 mil euros dominan los tres primero lugares de la Liga MX; instituciones con alto poder adquisitivo pese a sus diferencias de presupuestos, extraña no ver a Tigres con un valor de 59 millones 400 mil euros; pero como establecí renglones arriba siempre hay excepciones, sin ese presupuesto basto pues encontramos metido entre los cuatro al Puebla con un plantel de poco más de 19 millones de euros.

Pero al hablar de los tres primeros, cada uno con su estilo dentro de la cancha, reúnen característica y requisitos para hacer pensar a sus aficionados que tienen la mejor plantilla o cuentan con el mejor técnico. En cuanto a la calidad del plantel y la profundidad del mismo, da la impresión que la Máquina y los Rayados están ligeramente por encima de las Águilas y más abajo Tigres que parece se ha quedado rezagado, pues, aunque tiene jugadores de calidad, no tiene profundidad de banca y es una gran limitante, además de que el equipo se ha avejentado.

A estos cuatro, quizá se le pueda acercar un poco León con un valor arriba de los 46 millones de euros, el campeón actual que ha mermado esa calidad por la salida de algunos jugadores, pero es un equipo que competirá hasta el final y una vez metido en liguilla muchos querrán evitarlo.

Lo curioso de los cuatro primeros de la tabla es que son equipos que cambiaron de técnicos y con técnicos nuevos están teniendo muy buenos números y rendimientos. Tirando por la borda la teoría de que un equipo mientras más continuidad le dé a un DT, mejor dominará su sistema y por ende tendrá mejores resultados y se acercará a jugar mejor.

Juan Reynoso con Cruz Azul pasó de ser un salvavidas de último momento, a un barco casi indestructible, América arriesgó por la apuesta de Solari y hasta el momento va mejor de lo pensado por propios y extraños, con un equipo que muestra avances jornada a jornada pero que tendrá en la liguilla su gran prueba, pues sus fantasmas de eliminatorias a partidos de ida y vuelta que lo sentenciaron con Real Madrid en Champions y Copa del Rey podrían regresar y, Monterrey repatrió a Javier Aguirre, un viejo lobo. Sus aficionados pensarán que tienen al mejor técnico y cada uno tendrá razones válidas para así considerarlo. Habrá quienes piensen que el joven Larcamon es el mejor hasta el momento pues con poco ha hecho mucho, cuestión de enfoques.

Cada quien tiene el derecho de pensar que su equipo tiene al mejor plantel de la liga y que está dirigido por el mejor técnico, lo cierto es que cada vez se hace más recurrente que aquellos que más dinero tienen se acercan más a la posibilidad de obtener títulos, los que menos tengan verán disminuidas sus posibilidades para lograrlo. Hubo un tiempo en el fútbol mexicano con una diversidad de equipos que podrían ser campeones, hoy la corriente parece llevarnos a que sólo un grupo privilegiado gozarán de la gloria, basta con voltear a ver los últimos cinco años en donde encontraremos alguna excepción, pero han ganado la mayor parte de las veces los que más poder adquisitivo tienen, y aunque el dinero no es garantía de conquistar títulos hay que reconocer que los deja en la esquina. Punto.