Hugo Sánchez tuvo un adiós espectacular antes de emprender su aventura por el futbol español, hace 40 años, el 9 de agosto de 1981, cuando Pumas venció a Cruz Azul en la Final de la temporada 80-81, con un triunfo de 4-1 en la Vuelta que convirtió al Estadio Olímpico Universitario en el escenario perfecto para que el ‘Niño de Oro’ cerrara su ciclo como goleador e ídolo del equipo universitario.
Tras caer 1-0 en el partido de Ida, Pumas recibió a un equipo muy experimentado de Cruz Azul, dirigido por Nacho Trelles. Pero en ese entonces ya se comenzaba a notar la garra felina, el talento de los jugadores auténticamente surgidos de la UNAM, como Hugo, quien estudiaba odontología.
Su gran desempeño con Pumas llamó la atención del Atlético de Madrid, que lo busco y lo fichó antes del final de la temporada 80-81. Hugo jugó la Final sabiendo que serían sus últimos partidos con los Pumas, lo que hizo más especial el triunfo.
Con un triunfo global de 4-2, Pumas venció a Cruz Azul, que llegaba como campeón vigente. Hugo Sánchez hizo el primer gol e hizo rugir a toda la Ciudad Universitaria con un gran remate de cabeza, al minuto 11. El Tuca Ferretti puso el 2-0 a los 20 minutos. Manuel Manzo hizo el 3-0 al 27. Cruz Azul se aferró con un gol de Ricardo Toribio, para el 3-1. Pumas marcó el definitivo 4-1 gracias a Enrique López Zarza.
El segundo título de los Pumas se celebró en grande, pero esa tarde fue toda para Hugo Sánchez, el Niño de Oro que emigraría inmediatamente a España, para iniciar una aventura que resultó maravillosa, convirtiéndolo en el primer futbolista mexicano que triunfó en Europa.
“Recuerdo con mucho cariño esa despedida, porque parecía que se había hecho un script de una película para despedirme de mi país antes de irme a España y qué mejor manera de irme que ganando el título y qué mejor manera de haber colaborado con un gol...”.
El 12 de agosto de 1981, tres días después de coronarse campeón de Liga en México, Hugo voló a Europa.
El Atlético de Madrid fue el primer club que lo acogió, en 1981, y en el que, tras un duro periodo de adaptación, consiguió brillar hasta la temporada 84-85, cuando ganaron la Copa del Rey, el segundo puesto de la Liga Española y su primer trofeo Pichichi, con 19 tantos.
En el verano de 1985, Hugo Sánchez fue fichado por el Real Madrid. Pumas tuvo que intervenir, pues el Atlético no deseaba generar polémica por dejar ir a un jugador a su acérrimo rival.
En una de las mejores épocas del club blanco, tras ser pretendido por el Barcelona, Hugo tampoco fue bien aceptado por la exigente afición del Real Madrid.
Hoy se recuerdan sus éxitos: campeón de la Copa de la UEFA (1986), cinco títulos de Liga consecutivos (de 1986 a 1990), una Copa del Rey (1989), dos Supercopas de España (1988 y 1990) y cuatro trofeos Pichichi como máximo realizador de la Liga: 1986 (22 goles), 1987 (34), 1988 (29) y 1990 (38, igualando el célebre récord del mítico jugador español Telmo Zarra).
Para quienes pudieron vivir esa época y presenciar el ascenso al máximo nivel de competencia no hay duda de que Hugo merece ser llamado el mejor futbolista mexicano de la historia. Ser un goleador de ese tamaño en un equipo con la trascendencia del Real Madrid no deja dudas. Y todo empezó justamente hace 40 años.
