El presidente de Pumas habla del proceso del defensa hacia el futbol europeo tras su buena participación en Tokio 2020 con el Tri Olímpico
El defensa Johan Vásquez fue uno de los jugadores con mejor rendimiento con la Selección Mexicana en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, de ahí que su equipo, Pumas, lo visualice en el futbol de Europa en un tiempo no muy lejano.
“Ha tenido un proceso muy importante en Pumas, lo cual lo llevaron a la Selección Nacional” afirma a ESPN Digital el presidente de los auriazules, Jesús Ramírez, quien considera que “debe seguir por la misma línea“ para llegar a consolidarse pronto y cumplir sus sueños de emigrar al extranjero.
“Estoy seguro que su futuro podría ser en Europa, ¿por qué no?”, agrega Jesús Ramírez. De Johan Vásquez. Chucho admira su carácter, ese que lo ha sacado adelante muchas veces. Si bien falló un penalti en las semifinales de Tokio 2020 contra Brasil, en el partido por la medalla de bronce de inmediato se sacó la espinita al marcar un gol de los tres que el Tricolor le hizo a Japón para colgarse la medalla de bronce.
“Levantar la mano para cobrar un penalti habla bien de él”, señala Jesús Ramírez y dijo que Johan Vásquez se reintegrará a Pumas a su vuelta de Japón para ser tomado en cuenta en el partido de la cuarta fecha Apertura 2021 ante Querétaro, en Ciudad Universitaria.
CUANDO TUVO QUE JUGAR PARA CONVENCER AL MONTERREY
La carrera de carrera de Johah Vásquez ha sido de picar piedra. No es de los chavos talentosos que tuvo todo fácil. Cuando era menor de 17 años tuvo un paso fugaz por Tigres; solo jugó seis partidos en el Apertura 2015 y lo dejó ir, sin tratar de retenerlo, al equipo Poblado Miguel Alemán FC, de la Tercera División. Cambió un gran club, con quizá un futuro promisorio, pero a largo plazo. Regresó a su tierra, Sonora, y comenzó su escalada.
En la Tercera empezó a tener roce profesional y a los seis meses festejaba el ascenso del equipo a la Liga Premier (Segunda División) e igualmente era testigo del cambio de nombre a Cimarrones.
No imaginaba Johan Vásquez que seis meses después se encontraría con el entrenador que le sacaría lo mejor de sí, a través de la exigencia, del trabajo arduo que prácticamente lo preparó para las grandes empresas.
Ese técnico fue Mario García, quien llegó al timón del equipo sonorense. Cuente el actual timonel el Atlante, de la Liga de Expansión, que supo de Johan Vásquez mediante el dirigente Alan Rivera y cuando lo vio le dejó gratamente sorprendido por sus cualidades futbolísticas, pero sobre todo por su mentalidad a prueba de todo.
“Vi a un zurdo de 18 años, de buena estatura, rápido, con un gran temperamento. La directiva quería que le diéramos identidad a Cimarrones con jugadores de Sonora; era importante para el club que los niños y los jóvenes se vieran representados por gente local, que vieran que el futbolista es real. Se le dio continuidad en los dos torneos que estuve en el equipo. Excepto en un partido tras ser expulsado, jugó todos los demás”, señala Mario García.
El estratega azulgrana tiene una anécdota del zaguero de Pumas que refleja claramente lo que es su carácter. Comenta que Johan había sido expulsado en la liga y el siguiente juego de Cimarrones era de Copa ante Querétaro. Previendo la suspensión del defensa, decidió entrenar con una dupla de diferente a la acostumbrada para que jugaran Copa y Liga, por lo que a Johan lo puso a trabajar duro en Hermosillo con los demás futbolistas que no iban a participar, “a las 8 de la mañana con 40 grados, más de dos horas y 7, 8 kilómetros en la práctica”. El plan era que descansara, pues no estaba convocado entre los 18.
Sin embargo, la directiva le indicó que lo mandara al campo porque el Monterrey quería verlo jugar para amarrar su contratación y “eso me lo dijeron como una hora y cuarto antes de arrancar el partido. Busqué a Johan en su casa y se fue al estadio, se cambió y jugó más de 70 minutos”.
Lo que siguió fue obra de tanta actividad, pero valió la pena. “Salió todo acalambrado y dio un partidazo. Ahí me di cuenta que cómo el poder de la mente, su preparación y su fortaleza física le dieron para entrenar dos horas, con un calor y con sol de 40 grados y a las 8 de la noche aventarse un gran partido contra Querétaro y aguantar tanto tiempo en el campo. Lo le dije al Monterrey los motivos de los calambres, pues había tenido mucho trabajo”.
Para Mario García, Johan Vásquez siempre ha aceptado el reto de emplearse a fondo en cualquier exigencia física y futbolística y a nada le dice que no, ya que “sabe explotar al máximo sus condiciones, su velocidad, su atención en el juego”.
Y apunta que “tiene un gran temperamento para su edad. Es un gran ejemplo para los chavos sonorenses y para todos los mexicanos. Su fortaleza mental es a prueba de todo. A diferencia de los demás seleccionados olímpicos, su camino ha sido menos liso”.
Agregó que “no lo quiso ni el mismo Tigres” y por eso el equipo de su estado lo contrató y el zaguero creció desde abajo.