El técnico de los universitarios pidió su regresó y fue clave en el debut y consolidación del mediocampista de 21 años
Érik Lira se convirtió en uno de los jugadores más importantes de Pumas en este torneo. A sus 21 años, el canterano auriazul vive su sueño de la mano de Andrés Lillini, timonel del cuadro felino y quien fue el culpable de poner a Lira como protagonista del equipo.
Lira sabe lo que significan esos colores, esto debido a que llegó desde muy pequeño a la cantera del Pedregal, pero luego de pasar por todas las divisiones inferiores, el mediocampista, quien llamó la atención por su liderazgo pese a su estatura, salió del club a Necaxa.
El juvenil mexicano fue parte de la transacción con los Rayos para que Carlos González llegara a Pumas en 2018. Entonces, pasó dos años en Aguascalientes y con la incertidumbre de tal vez no regresar al equipo que lo formó.
Fue cuando apareció Andrés Lillini. Ya como técnico del primer equipo y con la experiencia de director de Fuerzas Básicas, sabía lo que lira podía ofrecerle al equipo, por lo que cuando tuvo la oportunidad, no dudó en pedirlo de vuelta.
Para el Guard1anes 2020, Idekel Domínguez pasó a Necaxa y Lillini pidió que regresaran a Lira. En concreto, se lo pidió a Jesús Ramírez, entonces presidente deportivo del club. La vuelta de Lira se concretó y en el Guard1anes 2020 debutó el canterano.
"La evolución fue notoria basada en su temperamento. Siempre confié en sus condiciones, desde que estaba en Fuerzas Básicas. Lo veo como el contención típico de Pumas, fuerte, aguerrido y de temperamento”, dijo Andrés Lillini a ESPN Digital.
A su vuelta, Lillini habló de inmediato con el canterano, quien le dijo una cosa pese a su corta edad. "Que venía a ganarse un lugar más allá de la edad”, confesó el timonel auriazul a este portal.
Ahora, Lira es el timón del medio campo. A sus 21 años y luego de año y medio en el club, se ganó la titularidad por encima de Andrés Iniestra y está por vivir una semifinal más, todo de la mano de Lillini, quien lo rescató del Necaxa.