Luis es un elegido. Para bien o para mal, su nombre quedará asociado a la rica historia de la Copa del Mundo. En su primer Mundial dejó la huella inmortalizando la famosa mano de Suárez. Claro que no todos lo vieron de la misma forma. Pero, como dice el dicho, que le quiten lo bailado.
En Brasil 2014 fue héroe y villano. Sacó a los ingleses del Mundial y luego mordió al italiano Chiellini para recibir la sanción más dura jamás impuesta a un futbolista en la historia.
En Rusia 2018 volvió a convertir, totalizando así siete goles en Copas del Mundo, y en Qatar 2022 sus lágrimas ante la eliminación de Uruguay en la primera fase marcaron otra de las imágenes más impactantes de un nuevo Mundial.
Estos son los 10 hechos que marcaron la historia de Luis Suárez en los mundiales defendiendo a Uruguay:
PRIMER GOL
Luis Suárez disputó su primer Mundial con la camiseta de Uruguay en Sudáfrica 2010. En el tercer partido de la serie, que la Celeste compartió con Francia, Sudáfrica y México, el salteño marcó su primer gol. Ocurrió el 22 de junio de 2010 en el Estadio Royal Bafokeng de Rustenburg cuando, a los 43 minutos, Suárez anotó el único tanto que le permitió a la celeste vencer a la Selección azteca por 1 a 0.
LA AGÓNICA NOCHE CONTRA COREA
En octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010, Uruguay debió enfrentar a Corea del Sur en el Estadio Nelson Mandela. A los 8 minutos de juego, Suárez adelantó a la Celeste en el marcador. Pero a los 68 el coreano Lee Chung-yong igualó el encuentro. El tramo final del encuentro fue dramático. A falta de 10 minutos, en medio de una lluvia torrencial, el salteño marcó el segundo gol metiendo a Uruguay en cuartos de final.
LA MANO DE SUÁREZ
El partido contra Ghana, por los cuartos de final del Mundial de 2010, quedará para siempre en la historia por la mano de Suárez. El salteño se tiró como un golero para evitar un gol del rival que hubiese significado la eliminación de Uruguay. El partido estaba igualado 1 a 1 cuando, en el último minuto de la prórroga, Suárez evitó la caída de su arco. Se fue expulsado. Para los uruguayos, aquel acto de reflejo se transformó en canción.
LESIÓN, OPERACIÓN Y RECUPERACIÓN
La previa al Mundial de Brasil 2014 fue sufrida para Suárez. El jugador llegó a Uruguay tras una extenuante temporada en el Liverpool de Inglaterra. A los pocos días de sumarse a la preparación del plantel seleccionado, el salteño se lesionó en una de sus rodillas. Las dudas sobre su recuperación invadieron a la Celeste. Y en medio de las presiones del club que no quería que lo operaran, y la sugerencia de la sanidad de Uruguay, el jugador finalmente optó por ser intervenido quirúrgicamente. Suárez inició una carrera contra el tiempo a los efectos de recuperarse. Trabajó junto con el kinesiólogo Walter Ferreira. El salteño no fue de la partida en el primer encuentro contra Costa Rica.
LOS DOS GOLES A LOS INGLESES
Uruguay debutó perdiendo ante Costa Rica en el Mundial de Brasil 2014. Aquel fue un golpe duro de digerir y dejó al equipo ante la necesidad de tener que vencer a dos potencias como Inglaterra e Italia para clasificar a octavos de final. Esto aceleró el regreso de Suárez, que volvió ante los ingleses con todo lo que ello significaba. Es que Luis había sido protagonista de algunas situaciones que generaron malestar en la Premier, como la acusación de racismo del francés Patrice Evra. Tabárez mandó a Suárez a la cancha aquella tarde en el Arena Corinthians de San Pablo, y Luis entró en la historia grande de la Celeste al marcar los dos goles que mandaron a los ingleses a casa.
LA MORDIDA A CHIELLINI
El equipo uruguayo había recuperado la confianza pero, para clasificar, debía cerrar con otra victoria ante Italia en la última fecha del grupo. En pleno partido el delantero uruguayo mordió al zaguero italiano Giorgio Chiellini. El árbitro mexicano Marco Rodríguez no percibió la acción y Suárez completó los 90 minutos en cancha. Uruguay ganó 1 a 0, con gol de Diego Godín, y clasificó a octavos de final.
LA SANCIÓN MÁS GRANDE DE LA HISTORIA
A pesar de que el árbitro mexicano Marco Rodríguez no vio la acción donde Suárez mordió a Chiellini, la FIFA decidió actuar de oficio y luego de analizar la situación, expulsó al 9 del Mundial.
La pena fue histórica. Jamás un futbolista había recibido una sanción de estas características. Ni siquiera lo dejaron seguir integrando la delegación. Lo echaron. Suárez fue obligado a abandonar Brasil. Esto generó todo tipo de reacciones, desde Diego Maradona que dijo que “lo trataron como un delincuente”, hasta el presidente uruguayo José Mujica que insultó a los miembros de FIFA.
SEGUNDO GOLEADOR HISTÓRICO DE URUGUAY EN COPAS DEL MUNDO
Con sus dos tantos en Rusia 2018 (ante Arabia Saudita y frente a Rusia), Suárez llegó a siete goles con la Celeste en la historia de los Mundiales, sólo siendo superado por Óscar Míguez, quien anotó ocho entre Brasil 1950 y Suiza 1954.
ENTRE LOS QUE JUGARON MÁS PARTIDOS
En su cuarta Copa del Mundo, Suárez llegó a 16 partidos mundialistas: seis en el 2010, dos en el 2014, cinco cuatro años más tarde y tres en Qatar 2022. Así, el atacante salteño se ubicó segundo en la lista de jugadores uruguayos con más partidos por Copas del Mundo, tabla en la que Edinson Cavani se encuentra primero con 17 juegos, y en la que con 16 están, además de Suárez, Fernando Muslera y Diego Godín.
QATAR 2022: EL ÚLTIMO BAILE
Junto a Godín, Cavani, Martín Cáceres y Edinson Cavani, Suárez igualó en Qatar el récord de Pedro Virgilio Rocha, quien hasta el 2022 era el único uruguayo en haber disputado cuatro mundiales (Chile 1962, Inglaterra 1966, México 1970 y Alemania 1974).
Por el Grupo H, el delantero salteño fue titular ante Corea del Sur y Ghana, e ingresó frente a Portugal. Contra los africanos, y obligada la Celeste a ganar, el salteño tuvo una gran actuación, participando de los dos goles de Giorgian De Arrascaeta en el triunfo por 2 a 0.
En ese último partido por la fase de grupos, Suárez fue sustituido al minuto 66 cuando Uruguay estaba clasificando a los octavos de final. Sin embargo, Corea del Sur pudo pasar a ganar su encuentro ante Portugal y así los asiáticos fueron quienes acompañaron a los lusos a la siguiente instancia.
Suárez recibió la noticia de los goles surcoreanos sin poder hacer nada más que alentar a los compañeros y dejar fluir la tristeza que significaba el fin de su historia en los Mundiales, con la bronca, que también tenía todo la hinchada de la Celeste, que generaba la impotencia de, siendo el goleador histórico de la Selección Uruguaya, estar en el banco de suplentes y no terminar el partido en cancha cuando su equipo pasó a necesitar de un gol más.