<
>

Ritmo y ataque, lo que dejó la primera fecha de la Copa del Mundo de Qatar 2022

play
Brasil debutó con triunfo sobre Serbia en Qatar 2022 (1:19)

El equipo de Tite, uno de los grandes candidatos del Mundial, ganó 2-0 con doblete de Richarlison (el segundo, una gema). (1:19)

DOHA (Enviado especial) -- Ritmo. Eso tuvo la primera fecha de la Copa del Mundo de Qatar 2022. Ritmo fuera de la cancha, con la fiesta popular que siempre sucede en las calles durante los Mundiales de fútbol, pero sobre todo ritmo dentro del campo de juego. Allí, en el lugar que importa, los partidos no dieron tregua. Casi todas las Selecciones jugaron con una intensidad y una dinámica que convirtió incluso a los partidos con menos variantes ofensivas en dignos de ver y disfrutar.

El final de la primera fecha siempre es un buen momento para sacar conclusiones. Primarias y no demasiado profundas, pero conclusiones al fin. Todos los equipos ya han jugado noventa (en esta ocasión bastante más) minutos y han marcado el comienzo de su camino. Algunos llegarán a la segunda jornada con ansias de repetir lo hecho y otros deberán mejorar para no despedirse pronto del sueño. Entre ambos se puede trazar la fisionomía que ha tenido el campeonato hasta el momento. Una figura que terminará de cerrarse el 18 de diciembre.

Se sabía que jugar la Copa en este momento de la temporada europea iba a ser beneficioso para el juego. Es que entre noviembre y diciembre los futbolistas que se desempeñan en Europa tienen el pico de su rendimiento físico. No llegan con el desgaste de 50 partidos (y a veces más) de junio, al final del curso. Las vacaciones y la pretemporada están mucho más cerca en el espejo retrovisor y eso predispone de otro modo. Allí está la primera razón del alto ritmo que estamos viendo en Qatar.

"Si las estadísticas me dicen algo y yo vi lo mismo, hago lo que dicen las estadísticas. Si me dicen algo y yo vi lo contrario, hago lo que yo pienso". Carlo Ancelotti explicó de gran forma el real valor del análisis de datos en el fútbol moderno. Deben existir, debe ser una herramienta a considerar, pero jamás puede suplantar lo que el ojo experto puede ver. Con esta premisa, se pueden repasar algunos números que describen lo que se ha visto en lo que va del torneo.

La comparación se debe hacer contra Rusia 2018. En estos 16 encuentros hubo más pases dados (un promedio de 984 contra 925), mejor efectividad de pase (83,5 contra 82), más toques (1341 contra 1298), más recuperaciones (98 contra 95,5) y más conducciones con balón (732 contra 790). Todos estos apartados estadísticos no alcanzan para explicar por qué el juego tiene más fluidez, pero sí sirven para ejemplicarlo.

Hubo encuentros que tuvieron una energía impresionante durante los más de 100 minutos. Países Bajos-Senegal, Francia-Australia, Alemania-Japón y Portugal-Ghana encabezan la lista. Fueron duelos equilibrados y parejos en los que ambos equipos se brindaron. En otros, fue uno de los dos el que llevó el peso. Inglaterra y España lideran este grupo, en el que se puede sumar a Canadá.

El choque entre Arabia Saudita y Argentina merece una mención aparte. No sólo por lo significativo del resultado, que ya es uno de los más sorprendentes de la historia, sino también por el desarrollo. El conjunto dirigido por Hervé Renard le ganó al de Lionel Scaloni por su capacidad para sostener la intensidad durante todo el partido. Defendió bien adelante en su campo y disputó cada balón con fiereza.

Otro punto para destacar es que el ritmo ha sido permanente, sin grandes depresiones. Y en esto sí tiene que ver la época. Con la temporada recién comenzada hay más posibilidades de que las presiones y las transiciones sean más rápidas y constantes. En varios encuentros, el final fue aún más intenso que el comienzo. La victoria de Japón sobre Alemania y la de Portugal ante Ghana son ejemplos de esto.

En este contexto, los primeros 16 cotejos del Mundial han dejado una enseñanza: para llegar al éxito hay que arriesgar. Ir hacia adelante. Atacar. Casi todos los que lo hicieron prevalecieron. Los únicos que intentaron llevar el peso del juego pero que cayeron fueron Canadá, que falló un penal y no tuvo contundencia en el área de Bélgica, y Argentina, que perdió contra una Arabia muy eficaz que aprovechó los pocos minutos en los que se decidió a ir al frente. El resto de los ganadores lo fue porque en la mayor parte del partido llevó el peso de las acciones. Incluso, muchos tuvieron premio cuando reaccionaron y salieron del refugio de su campo. Japón y Ghana son la prueba.

Para sostener un ritmo provechoso es necesario tener un equipo compacto y ancho. Para esto, varios equipos han elegido jugar con línea de tres, tal como se ha anticipado en este espacio. Buscan jugar en pocos metros, con las líneas bien juntas. Asociarse rápido en corto y luego salir en largo. Defensores que puedan ser salida y con velocidad para el retroceso.

La Copa del Mundo recién comienza y aún hay mucho camino por recorrer. Los que tropezaron en el debut tienen tiempo de recuperarse, mientras que los que ganaron aún pueden caerse. De todos modos, ya se pueden decir algunas cosas sobre este Mundial, el del ritmo y el que premia a los que atacan.