La Selección Mexicana ya se fue, pero la música mexicana se mantiene perenne en el ambiente de Doha.
No solo cambió el sentimiento. Modificaron las canciones. “Ya no más Cielito Lindo”. Ahora el Mariachi de Tultepec Estado de México toca “La Bamba”. La piden muchos los qataríes. La bailan. La entonan. La Selección Mexicana ya se fue, pero la música mexicana se mantiene perenne en el ambiente de Doha.
Raúl Morales Velasco es el cantante. La víspera, revela, tuvo que modificar el Cielito Lindo por un ritmo más brasileño. La torcida lo agradece y aplaude escuchar con ritmo mexicano canciones brasileñas. “Es sumamente hermoso compartir la música mexicana. Sí es verdad que ya no está nuestra selección, pero nosotros nos sentimos embajadores de la música y la gente la recibe con muy buen gusto”, afirma el originario de Tultepec.
“La gente ha cantado mucho con nosotros. Sobre todo el ‘bamba, bamba, bamba, bamba, para bailar la bamba, para bailar la bamba se necesita un poco de gracia... La gente se lo aprende al por mayor”, entona mientras la gente le hace segunda.
Justo el 12 de diciembre abandonarán Doha, la capital del futbol. Su mánager hizo contacto con los empresarios locales y los mismos les financiaron el viaje que comenzó desde antes de la llegada del Tri a tierras mundialistas.
Karina Montesrrat es una de las dos trompetistas. Tiene ocho años de tocar con el mariachi que está compuesto por cinco elementos. “Siempre es bien recibido el mariachi. En todas las partes donde vamos la música mexicana es bien aceptada. Ahora nos tocó Qatar y aunque hay un choque cultural, es muy bonito ver a la gente como entona las canciones nuestras”, explica, mientras sus compañeros tocan Las Mañanitas.
“Brasil... lalalalalalalala... Lalalalalalalaaaa... Lalalalalalalaaaaaa... Brasil... Brasil...”, arranca nuevamente el mariachi a petición de aficionados de la Canarinha, felices porque su equipo alcanzó avanzar a los Cuartos de Final de la Copa del Mundo.
“Al mexicano lo aceptan muy bien. Les gusta nuestra música. Cantan mucho nuestra música, pero sin duda lo que ya comienza a ser un hit entre los extranjeros es La Bamba”.
El Grupo de Mariachi se llama los mexiquenses de Tultepec, Estado de México. “Nos han tocado cosas demasiado acogedoras como La Bamba, todos, todos, la piden. Desde niños hasta adultos la cantan con nosotros”, agrega Jocelyn González Vázquez.
Aldo Alejandro Silva, guitarrista, por su parte, relata que la experiencia de ir a los estadios del Mundial, independientemente de la eliminación del representativo nacional, ha sido muy grato. “Hay un gran amor para la música mexicana. Es un gran amor que le tiene la gente. Ahora la gente está mucho con La Bamba. La piden todo el tiempo y la bailan todos. Un día la tocamos y pegó muy fuerte”.
El grupo de músicos va a todos los estadios a dejar un poquito de México. Se ponen regularmente fuera de la estación de metro para amenizar o hacer menos pesadas las largas caminatas que se tiene en Doha. “Nos sorprende mucho la acogida que le dan a la música mexicana. Los extranjeros nos tienen en ese concepto de que a los mexicanos nos encanta la fiesta. Nos ha funcionado muy bien el ser mexicanos. La verdad en todos lados somos muy bien recibidos”. Lamentablemente, Fernando Rodríguez, confiesa, no han podido entrar a ciertos partidos. Por ejemplo, en los de México, sólo algunos tuvieron el privilegio de pasar a ver el juego, pero otros debieron esperar afuera. “No em tocó, pero siempre apoyé desde afuera”, dice en un tono de melancolía.
Una vez terminada la entrevista, cerca de las dos de la mañana le piden al mariachi acabar su participación. Gustosos abandonan el lugar en medio de los aplausos de la gente que pide más canciones, pues saben de la buena música mexicana que gozan y bailan en esta fiesta que reúne a todas las culturas en derredor del balompié.