La selección de Sudáfrica, que llegó al Mundial Australia-Nueva Zelanda envuelta en inconvenientes extradeportivos, estuvo muy cerca de dar un batacazo en el debut contra Suecia, la potencia absoluta del Grupo G.
Las campeonas de África, que juegan contra Argentina este jueves a las 21 horas (horario de argentina), le han dado un aviso al equipo de Germán Portanova después de casi arañar un empate contra las número 3 del mundo. Arrancaron ganando y luego sucumbieron ante el poderío de las escandinavas, que tuvieron que sufrir para llevarse los tres puntos con un gol en tiempo adicional.
Con Thembi Kgatlana y Hildah Magaia como figuras, Sudáfrica tendrá la Copa del Mundo 2023 como una revancha: volverá a jugar en Mundial tras su experiencia en Francia 2019, certamen en el que no pasó fase de grupos y se retiró sin sumar puntos en sus tres presentaciones.
Las Banyana Banyana alcanzaron la máxima cita de selecciones tras ganar la Copa Africana de Naciones por primera vez en 2022, derrotando en la final a Marruecos 2-1 con un doblete de Hildah Magaia.
Los conflictos previos a la Copa del Mundo
El equipo de Desiree Ellis estuvo muy cerca de no subirse al avión rumbo a la Copa del Mundo por un reclamo de pago de premios a la Federación de su país. El conflicto, que incluyó el boicot de no presentarse en un partido amistoso ante Botswana el domingo 2 de julio, se destrabó gracias al aporte de la fundación del multimillonario empresario Patrice Motsepe, presidente de la Confederación Africana de fútbol, quien aportó 320.000 dólares a repartir entre las integrantes del plantel.
El conflicto desató una polémica de siempre: la disparidad en el trato entre los equipos masculinos y femeninos. En concreto, la FIFA decidió dar 30 mil dólares a cada jugadora que participe del torneo, suma que se incrementará a medida que las selecciones avancen en el certamen. Alertadas por un potencial incumplimiento, las jugadoras sudafricanas pidieron que se coloque esa suma en sus contratos, pero la Asociación de Fútbol de Sudáfrica (SAFA) bajó el pulgar a la propuesta.
Antes de la resolución, la SAFA calificó a las futbolistas de la Selección como "mercenarias y traidoras", situación que se tensó casi hasta un punto sin retorno cuando la entrenadora Ellis tuvo que colocar un equipo alternativo en cancha en el amistoso ante Botswana, que incluyó una niña de 13 años, para cumplir con el compromiso que finalizó en derrota 5-0. Además de los premios, las jugadoras de la Selección dijeron que el Tsakane Stadium, donde se jugó ese partido, no reunía las condiciones de seguridad necesarias para un partido internacional.
"No es faltarle el respeto al país, se trata de que el país nos ayude", dijo en redes sociales la capitana Portia Modise.