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Entró caminando al arco Celeste y fue testigo de la pisada de Ruben Pereira: historias de Beckenbauer con los uruguayos

Fue testigo de la trompada de Troche. Sufrió el gol de Alzamendi y la doble pisada de Ruben Pereira. Premió a Diego Forlán y le hizo un gol a Uruguay donde entró caminando al arco Celeste. El alemán Franz Beckenbauer, que falleció el domingo 7 de enero, tuvo distintas vivencias con los uruguayos a lo largo de su dilatada carrera.

El Kaiser, como se lo conocía, jugó un recordado partido contra Uruguay en el Mundial de 1966 que se conoce como uno de los mayores escándalos de la historia de los mundiales.

¿Qué pasó? Luego de la primera ronda, la FIFA había establecido que en a partir de la segunda ronda, solo dirigirían jueces que no pertenecieran a los países que formaban parte del torneo. Sin embargo, designaron al inglés James Finney para el juego entre Uruguay – Alemania, y al alemán Rudolf Kreitlein para Inglaterra – Argentina.

El 23 de julio de 1977, en el Hillsborough Stadium de Sheffield, Uruguay, curiosamente vestido con su tradicional camiseta pero con short blanco y medias negras, tomó el protagonismo del partido ante Alemania.

Corrían cinco minutos de juego cuando la polémica se instaló en el estadio. Pocho Cortés remató, la pelota pegó en el palo, bajó, y picó dentro del arco. Tres minutos más tarde estalló el escándalo cuando el defensa Schnellinger sacó la pelota con la mano tras un cabezazo de Rocha.

Lito Silva recordó: “Con los alemanes sí que nos afanaron”. Al tiempo que Tito Goncalves coincidió: “Fue un despojo. Nos sacaron una pelota con la mano en la línea y un remate de Cortés que pegó en el palo y la pelota picó adentro. Todos fuimos a protestar, nos desequilibramos y nos hicieron el primer gol. Fuimos a la caza del hombre, porque el uruguayo es reaccionario, y terminamos goleados”, expresó en VTV.

Pocos minutos después de la incidencia Alemania se puso 1 a 0 con gol de Haller. En el segundo tiempo expulsaron a Troche por pegarle una trompada a un rival que le dejó la pierna en alto. Cuando se retiraba de la cancha le pegó una cachetada a Schnellinger.

Minutos después el árbitro expulsó a Lito Silva. El jugador uruguayo se negaba a salir del campo de juego y en ese instante se vio a Beckenbauer tratando de interceder ante Julio César Cortés. La salida de Silva fue compleja porque entró la policía a sacarlo.

Al quedar 9 contra 11, Uruguay se regaló atrás y Alemania de contragolpe fue letal. Fue entonces cuando Beckenbauer marcó el segundo tanto a los 70 minutos tras combinar con un compañero, eludir a Mazurkiewicz, e ingresar caminando con la pelota al arco celeste.

Compañero de Mazurkiewicz

Unos años después de aquel accidentado partido, el golero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz fue compañero de Franz Beckenbauer. Ocurrió en 1971, en Moscú, cuando ambos fueron invitados al partido de despedida de la Araña Negra Lev Yashim, el eterno golero ruso.

Yashim designó a quienes consideraba los mejores en cada puesto para armar una Selección. Allí el golero uruguayo fue compañero de Beckenbauer, Overath, Djazic, Amancio, el uruguayo Pedro Virgilio Rocha y el argentino Roberto Perfumo, entre otros.

Sufriendo a los uruguayos

Como entrenador de la Selección de Alemania, Franz Beckenbauer padeció algún dolor de cabeza con los uruguayos.

El 4 de junio de 1986, Uruguay debutó en el Mundial de México ante Alemania. A los cuatro minutos de iniciado el partido, Antonio Alzamendi puso en ventaja a los Celestes.

El resto del partido fue un sufrimiento entre el constante ataque alemán y la defensa uruguaya. Finalmente, a seis minutos del final, el equipo del Kaiser encontró el gol del empate.

El 25 de abril de 1990, en el marco de la preparación para el Mundial de Italia, alemanes y uruguayos se volvieron a cruzar, esta vez fue un amistoso disputado en Stuttgart. En el banco de la Celeste estaba Oscar Tabárez, y Franz Beckenbauer ocupaba el de los alemanes.

El partido terminó 3 a 3 y quedó registrado para siempre en la memoria de los uruguayos por la doble pisada de Ruben Pereira ante la marca del alemán Thomas Hassler.

Años después, ya en su rol como directivo, el Kaiser premió a Diego Forlán como Balón de Oro del Mundial de Sudáfrica 2010.