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¿Quién ganó: Jets con Davante Adams o Bills con Amari Cooper?

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¿Qué canje tendrá mayor impacto? Davante Adams a los Jets o Amari Cooper a los Bills (1:52)

Davante Adams llegó procedente de los Raiders y Amari Cooper de los Browns. (1:52)

Evaluamos los canjes por los receptores abiertos de élite Davante Adams y Amari Cooper, luego de que sacudieran a la NFL


Este martes, la NFL se cimbró con dos canjes por receptores abiertos de élite que sacudieron a la AFC en particular, y a toda la liga en lo general.

Echemos un vistazo al panorama para ambos jugadores, de acuerdo a la situación que cada uno deja atrás y los clubes a los que se incorporan:

Davante Adams, de Las Vegas Raiders a New York Jets

Adams se reúne en la plantilla de los Jets con el quarterback Aaron Rodgers, con quien disfrutó cinco de sus seis temporadas de Pro Bowl, y dos de sus tres campañas como All-Pro de primer equipo, como miembros de los Green Bay Packers.

Pero, la de receptor abierto con quarterback no es la única reunión aquí. Adams volverá a trabajar con el también receptor abierto Allen Lazard, con quien compartió vestidor en Green Bay del 2018 al 2021, y con Nathaniel Hackett, quien ostentó el cargo de coordinador ofensivo de los Packers del 2019 a 2021.

Esas tres temporadas con el ataque a cargo de Hackett fueron las tres instancias más recientes en que Green Bay se corona en la NFC Norte, alcanzando el Juego de Campeonato de la Conferencia Nacional en dos ocasiones, y quedándose en la Ronda Divisional de los playoffs en la otra. Rodgers obtuvo el premio a Jugador Más Valioso de la NFL en 2019 y 2020, también.

Entonces, es lógico suponer que van a recapturar esa magia e impulsarán a los Jets hasta la postemporada, ¿no?

No tan rápido.

Para empezar, el head coach de los Packers, Matt LaFleur, era quien verdaderamente manejaba los hilos de la ofensiva, y él se mantiene en su puesto en Green Bay. Además, Hackett ha sido degradado y ya no está a cargo del mando de las jugadas para los Jets. Ahora, esa tarea corre a cargo de Todd Downing.

Entonces, la fórmula de éxito pasada no se repite idéntica en la Gran Manzana. Luego, hay que considerar los planteles. Adams dejó la que pintaba como la peor situación de quarterback de inicio de temporada en Las Vegas, donde Gardner Minshew ha perdido la titularidad contra Aidan O'Connell, con ninguno de los dos brindando realmente nada de qué presumir. Minshew es el pasador N° 28 de 31 calificados en términos de Total QBR luego de seis jornadas, con un miserable 40.2. Ha tirado cuatro pases de touchdown contra cinco intercepciones, y se ubica N° 21 en la NFL con 50 primeros intentos vía pase. O'Connell no lo ha hecho mejor. Posee un Total QBR de 46.0, ha lanzado dos touchdowns contra dos intercepciones, y solo ha movido las cadenas 22 veces con el brazo.

Además, el ataque terrestre de los Raiders es penúltimo en la NFL, con 79.5 yardas por encuentro.

¿Cuánto puede mejorar eso con su nuevo equipo? Bueno, Rodgers posee un Total QBR de 50.3 que lo sitúa N° 22 en la NFL entre pasadores calificados, con nueve pases anotadores por cinco intercepciones, y es penúltimo en la liga en porcentaje de pases completos sobre la expectativa, con un negativo -6.1 por ciento. En yardas promedio por intento de pase, Rodgers está colocado N° 25 en la liga, con solo 6.4, relativamente lejos del 7.2 que deja a Minshew N° 15 en la NFL. Por si fuera poco, Rodgers está lanzando una tasa de pases imprecisos del 16.4 por ciento que lo mantiene N° 21 en la liga, distante del 11.8 que tiene a Minshew N° 6 por ahora.

Entonces, si Adams tenía motivos para quejarse de quien jalaba del gatillo en Las Vegas, hay que avisarle que aquel estaba jugando mejor, según varias métricas, que su nuevo pasador.

Finalmente, el juego terrestre de los Jets está colocado apenas un peldaño por arriba de los Raiders, con 87.2 yardas por juego, N° 30 en la NFL.

No podemos negar que la plantilla de los Jets tiene más talento. Esa es, al menos parcialmente, la razón por la que se despidió a Robert Saleh: el ataque, con nombres como Garrett Wilson y Breece Hall, no estaba cumpliendo las expectativas.

Sin embargo, puede argumentarse que, sí bien Saleh era el máximo responsable por el funcionamiento del equipo en virtud de su etiqueta de head coach, el pobre funcionamiento ofensivo podría ser más responsabilidad del propio Rodgers, quien lleva dos semanas consecutivas lanzando la intercepción que sella la derrota para los Jets. Aunado a eso, lleva balones sueltos en sus dos últimas salidas, y está entre los líderes de la liga en capturas recibidas.

Ya no estamos en el 2020, y los años no pasan en vano. El nivel de Rodgers no es el mismo con respecto a la última vez que tiró pases a Adams, y eso es muy notorio. Adams nunca fue un receptor abierto veloz, sino uno que logra quedarse con atrapadas espectaculares gracias a su pulcro recorrido de rutas --el mejor en la NFL en este renglón--, manos confiables, y un control corporal sobresaliente que le permite escudar con su cuerpo el balón del adversario.

Un escalamiento en la imprecisión de los pases de Rodgers, a menudo lanzando desde una base inestable con los pies, o con el cuerpo no alineado a la trayectoria del pase, podría negar esas cualidades de Adams, con todo y su amplio radio de atrapada. Un dos veces líder en recepciones de touchdown en la NFL, Adams no puede esperar repetir esa clase de números ahora con el modo en que está jugando Rodgers. Consideremos que, después de seis jornadas, los Jets han anotado en el 2024 los idénticos 18.83 puntos promedio por juego que en el 2023, tras seis partidos, pero sin Rodgers y con Zach Wilson al volante.

Habrá mejoría en la ofensiva neoyorquina, pero será difícil responsabilizar de ello solo a la llegada de Adams, y no reconocer el cambio en el mando de jugadas. Además, no es como si los Jets --que no se han metido a los playoffs desde el 2010-- no tuvieran suficientes armas ofensivas antes del canje por él. Simplemente, no han sido bien aprovechadas.

Amari Cooper, de Cleveland Browns a Buffalo Bills

Si los Raiders proyectaban la peor situación de quarterback antes del inicio de temporada, pocos pudieron prever que los Browns vivirían, de hecho, la peor situación de quarterback ya comenzada la campaña. Deshaun Watson es el peor quarterback de la NFL de acuerdo a múltiples métricas, incluyendo un Total QBR de 21.7 que lo tiene sepultado en el sitio N° 31 entre 31 pasadores calificados luego de seis jornadas. Watson ha lanzado cinco touchdowns contra tres intercepciones, pero también lleva cinco balones sueltos, y es último en la liga con 31 capturas en contra, 11 más que el pasador que le sigue en este rubro.

La tasa de pases completos en el año para Watson es la quinta más baja en la liga, un 61.3 por ciento, y es penúltimo en la métrica de tasa de pases incompletos, con un 19.8 por ciento. La situación de Cleveland, ya sin Cooper, no pinta alentadora a futuro: el head coach Kevin Stefanski insiste públicamente en que --sin presión por parte de los propietarios de los Browns-- se queda con Watson como quarterback titular.

Cooper, quien lleva tres pases dejados caer en el año, llega a una situación diferente en Buffalo. Para empezar, recibirá los pases de uno de los candidatos --no tan sólido como en otros años-- a Jugador Más Valioso de la actual temporada en Josh Allen, cuyo Total QBR de 79.3 es el mejor de toda la liga, entre pasadores calificados.

Allen ha lanzado 10 pases de anotación sin intercepciones al momento, ha anotado por tierra tres veces, y solo ha sido capturado en ocho oportunidades. A diferencia de Watson o Rodgers, los mejores años de Allen en la NFL no están en el espejo retrovisor.

En la plantilla de los Bills, que vienen de derrotar en el "Monday Night Football" a los Jets por 23-20 en un juego que estuvo más disparejo en el emparrillado que en el marcador, no hay nombres como el de Wilson o Lazard. Allen ha comenzado la campaña tirándole a Khalil Shakir, Curtis Samuel y el novato Keon Coleman como sus tres principales receptores abiertos, ninguno de ellos superando las 20 recepciones ni alcanzado las 250 yardas en recepciones. Cooper rápidamente asumirá la punta en ese grupo como el receptor primario.

Por tierra, James Cook --inactivo para el MNF-- promedia 61.8 yardas terrestres por encuentro, y 4.4 yardas por acarreo, para Buffalo. Eso es mejor que el promedio de 44.0 yardas por partido de Jerome Ford que deja Cooper en Cleveland, pero también mejor que las 51.7 yardas por encuentro que promedia hasta ahora Hall, con los Jets, poseedor también de un promedio de 3.7 yardas por acarreo.

A diferencia de lo que ocurre en Florham Park, la estabilidad organizacional en Orchard Park se respira diferente. El head coach Sean McDermott ha ocupado ese puesto desde el 2017, y el año pasado recibió una extensión que lo vincula a los Bills hasta la campaña del 2027. El gerente general de los Bills, Brandon Beane, ha sido reconocido dos veces, en el 2020 y 2022, como ejecutivo del año para The Sporting News, y una vez, 2020, por la Pro Football Writers of America.

En resumen, Cooper llega a un sitio donde podrá adquirir protagonismo inmediato para una organización sólida desde la cima hacia abajo, con aspiraciones de playoffs, luego de cuatro títulos divisionales en fila.

El veredicto

Hay que diferenciar aquí entre oportunidad y necesidad.

El mayor hueco en la plantilla de los Jets no es la de receptor abierto, con Wilson y Lazard a bordo. El equipo vio la oportunidad de sumar a un talento de élite que, a la postre, tiene un historial bastante exitoso con Rodgers, su actual quarterback, y no se puede argumentar en contra de mejorar.

Pero, Adams llega a aportar mejoría a una posición donde las cosas se estaban haciendo mejor que otras, incluyendo la de pasador. Posiblemente, el arreglo que necesitaban los Jets era en otra posición. Se trata de una oportunidad guiada por la desesperación, gracias a la crisis que vive la franquicia.

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2:40
Stephen A.: Los Jets necesitaban desesperadamente conseguir a Davante Adams

Stephen A. Smith explica por qué es más importante que los Jets consigan a Davante Adams que los Bills a Amari Cooper.

Los Bills, actuales líderes de la división con foja de 4-2, en cambio, estaban necesitados de una mejoría en la posición de receptor abierto. La senda por la que marchaban luego de traspasar a Stefon Diggs a los Houston Texans en el receso de campaña no los estaba llevando con certeza a donde querían llegar, con Shakir, Samuel y Coleman, y la posibilidad de agregar a alguien que, indiscutiblemente, asumirá el rol de receptor abierto principal, no podía dejarse pasar.

Mientras los Jets piensan en salvar una temporada que empieza a parecer perdida, justo después del primer despido de head coach del año, los Bills piensan en fortalecer una plantilla que ya es sólida, pero no lo suficiente para hacer el ruido que desean en postemporada.

Cooper es aproximadamente año y medio más joven que Adams, y conserva mayor velocidad, además de que también destaca en el recorrido de rutas, aunque sus manos pueden calificarse como poco menos confiables.

Pero, Cooper también llega a un equipo que está estableciendo de buena manera el ataque terrestre, con ayuda del propio Allen, y eso abrirá oportunidades para que le vuele la tapa a defensivas rivales en pases con engaño de carrera.

Rodgers es un maestro con los engaños, pero no estamos seguros de cuánto más se pueda verticalizar el juego de los Jets por Adams, en particular. El mayor impacto de Adams deberá llegar en las zonas cortas e intermedias.

No sería descabellado argumentar que Adams podría ser el más talentoso, en lo individual, de los dos, pero aquí el talento de uno no lo es todo. El precio de los canjes fue, básicamente, el mismo: selección de tercera ronda, con un intercambio de turnos de rondas bajas para complementar el traspaso pactado entre Browns y Bills. Cooper aterriza en una mejor posición, con un mejor quarterback, mejor grupo de entrenadores, mejor gerencia general, y con un camino más claro hacia el protagonismo inmediato en Buffalo. Los Jets, en cambio, apuestan a revivir viejas glorias con Adams, algo de lo que han visto muy poco en la muestra limitada que ha ofrecido Rodgers.

Ambos se hallan en mejor posición que aquella en la que estaban el día lunes --escapar de Raiders y Browns en el 2024 ya es un triunfo en sí mismo--, pero el panorama de Cooper luce más atractivo que el de Adams.