Fueron 17 años juntos. Compartieron lágrimas, risas, golpes, caídas, felicidad. Los cambios de la vida. El nacimiento de los hijos, lesiones y enfermedades. Por eso no llamó la atención que el día que Luis Suárez anunció su retiro de la Selección uruguaya se acordara de Minguta, Edgardo Di Mayo, el eterno utilero de la Celeste.
Se conocieron en juveniles pero comenzaron a compartir vestuario con la generación de Sudáfrica 2010, donde Luis apareció en la Selección. Ese grupo marcó para siempre a Minguta. No es para menos...
El plantel sabía que el hombre no tenía su casa propia. Un buen día, en plena preparación para el Mundial de Sudáfrica, Diego Forlán pasó por al lado de Minguta, y le disparó: “Gordo, este año vas a comprar tú casa”, y quedó por esa.
En pleno Mundial, Minguta y el kinesiólogo Walter Ferreira fueron llamados por los jugadores. Allí tomó la palabra el capitán Diego Lugano que le dijo: “Miren, ustedes van a agarrar un premio, nosotros ya hablamos por ustedes”. Minguta reveló en el libro Maestro, el legado de Tabárez (Ediciones B), que con el premio que percibió se pudo comprar su casita.
Hoy, que Suárez se retira, vale la pena recordar algunas de las anécdotas que vivió el utilero de la Celeste con el 9 de la Selección.
Luis golero con guantes propios
“En los partidos informales atajaba, se hizo hacer guantes con el nombre y todo. Él y el Cebolla eran los goleros. Un personaje. Se enojaba en esos partidos. Y cuando se quedaba a patear hacía enojar a los goleros. El que se calentaba con él era Juan Castillo porque le hacía los goles y se los gritaba”.
El abrazo de despedida en Brasil 2014
“Gordo me cortaron las patas… Me mataron me dijo el día que lo echaron del Mundial de Brasil. Ahí me abrazo y pah… me mató, me quebré. Le dije, vamos arriba Luis, que va a hacer… y me puse a llorar. Y después cuando se iba que fueron la señora y los hijos, y verlo irse… tas loco. Entró a despedirse de todos. El golpe que recibió el plantel se vio ahí que fue durísimo, que había cambiado el ánimo”.
Los gestos de Luis
“Luis es un gurí más, no hace diferencias con nadie, se casó e invitó a todo el personal del Complejo, lo mismo que a los cumpleaños de sus hijos. No hace diferencias. Una persona especial que venía y pasaba por la utilería a tomar mate con nosotros. Siempre estaba regalando cosas. Muchas veces me dejaba zapatos para los botijas de las juveniles y los gurises me decían: ‘¿Son de Suárez? Ah los guardo de reliquia’. Claro, tenían el nombre de Suárez. Y yo les decía, te los regalan para que los uses. Una vez me dejó como 17 pares de zapatos”.
La foto con Messi
En una nota con el programa 100% Deportes de Sport 890, Minguta contó: “Una vez me invitó a España y me llevó a buscar al hijo a la escuela y cuando vamos a salir pasa Messi por delante, le toca bocina, y lo saluda. Al rato nos encontramos en la escuela y me presenta como su utilero de Uruguay. Y cuando voy a la práctica, yo no le dije nada a Luis, pero me quería sacar una foto con Messi y Luis en un momento dice: ‘Dale, dale, que este gordo lambeta se quiere sacar una foto con vos’. Me dejó pegado y yo no había dicho nada para no abusar de la amistad que tenían ellos”.
Los recuerdos
En la nota con Sport, el utilero Celeste contó los recuerdos que tiene de Suárez diciendo: “Tengo el botín de Sudáfrica, la canillera con la foto de la familia, la camiseta del Inter Miami que me dio ayer (se emociona) y un mural, una caricatura. Pero entre los recuerdos que me van a quedar es el día que llegó en muletas al Complejo previo al Mundial de 2014. El finado Walter (Ferreira, kinesiólogo de la Selección) lo vio y le dijo: ‘¿Qué hacés con muletas?’. Y se las tiró. Vamos a Brasil, Walter lo recuperó, mete los goles con Inglaterra y esa imagen del festejo del gol abrazado con Walter no la olvidaré nunca más”.