La última fecha doble de Eliminatoria de 2024 dejó a Colombia sin puntos por las derrotas ante Uruguay y Ecuador. Bajones individuales, falta de concentración defensiva y mala definición en ataque explican el paso en falso.
Fue la única selección que perdió sus dos partidos en noviembre. El de Montevideo se escapó por una siesta colectiva tras empatar en tiempo de adición. El de Barranquilla por su floja resolución. Remató siete veces al arco, no entró ninguno.
Bajó del segundo al cuarto puesto. Se estacionó con 19 puntos en zona de Mundial, aunque ahora con más rivales directos: se acercaron Brasil y Paraguay, los próximos rivales. Volverá a jugar en marzo 2025 y la autocrítica deberá ser profunda en el momento más difícil de la etapa de Néstor Lorenzo.
Hay cosas por ajustar.
Bajos rendimientos
Varias de las revelaciones de la pasada Copa América de la que fue el equipo fue finalista bajaron su nivel. Davinson Sánchez, Daniel Muñoz, Richard Ríos y Jhon Córdoba rindieron por debajo de lo esperado. Colombia se vio frágil atrás, sin marca por la derecha y desorden entre los centrales. Perdió agresividad en la marca y explosión en el área rival. ¡El manual completo!
“El gol sale de un error mío, son cosas que tengo que mirar, son cosas que tengo que mejorar y hoy acepto que no fue uno de mis mejores partidos, que tengo que trabajar, llegar acá mirando los errores que cometí y ahora aprender de lo que se hizo mal y no volver a cometerlos”, reconoció Ríos, reemplazado en el complemento.
La ausencia de Jefferson Lerma se notó
El mediocentro se lesionó y quedó afuera en esta convocatoria. Su trabajo suele ser invisible, pero es indispensable para sostener la idea de protagonismo. Su presencia física intimida en la mitad, tiene buen juego aéreo, dinámica. Ordena, recupera y la entrega bien.
Lo reemplazó Juan Camilo Portilla. El debutante en la titular hizo lo que pudo. Fue de menos a más ante Ecuador, pero sin la consistencia del vallecaucano. Aún no es confiable.
Luis Díaz quiso resolver solo
Es el goleador de Colombia en la Eliminatoria. Hizo cuatro anotaciones, dos a Brasil. Puso voluntad para buscar la pelota y arrancar por su banda, sin embargo, exageró cuando quiso solucionar sin ayuda. Abusó de la diagonal al medio para su mejor perfil de remate, aun con opciones de pase cercano.
Es crack y entenderá que mantendrá él respeto del grupo y de los hinchas, si asimila que no debe cargar con la responsabilidad de todo.
Sin definición
La Selección se empleó a fondo por el empate. Lo intentó con elaboración, de pelota quieta y los anunciados centros, apurada por el tiempo. Remató siete veces al arco. El portero rival también fue figura. Córdoba perdió una increíble en la mejor combinación colectiva. Esa le restó confianza. Volvió la incertidumbre por quién debe ser el nueve titular.
Atemperar a Jhon Durán
El juvenil valoró en ESPN la seguridad que tiene en sí mismo: “En Colombia estamos acostumbrados a otro tipo de mentalidad, a otro tipo de cosas y personas. Cuando salen personas seguras de sí mismo, ahí es donde llegan los ataques de todo lado"
Recibió dos amarillas en esta fecha. Protesta demasiado, eleva sus revoluciones en jugadas simples y es desafiante con la prensa. Moderar su carácter vendría bien al equipo.
Más concentración
Encajó goles parecidos en contextos distintos. Durmió en saques de banda en El Alto y Barranquilla por el mismo costado. En Montevideo de un saque de la mitad tras empatar a los 96'.
Lorenzo descartó que sea un problema de actitud.
"Yo a este equipo no le puedo reprochar el tema de la actitud porque en todos los partidos que hemos jugado desde que estoy el equipo ha sido protagonista. Nunca nos han superado de forma constante”, dijo.
Lo que viene
La madurez del proceso ayudará en la recuperación. Las bases están sólidas y hay calidad en el grupo. Sirve como llamado de atención para mostrar la jerarquía. Así también se afianza la personalidad.
“Trabajar en la parte emocional, el equipo campeón es el que mejor defiende, no el que mejor ataca. Somos equilibrados, defendemos bien, asumimos riesgos en cuanto a la superioridad numérica y en sectores del campo nos imponemos cuando ellos jugaron con línea de 5. En definitiva, se trabaja en todo lo que se puede la inteligencia emocional, recuperarla y no creernos que fuimos los peores porque nos fuimos con las manos vacías. Tenemos que ser justos con el desarrollo del partido y las posibilidades de gol y el fútbol que jugamos. No fueron dos partidos malos, me hubiera ido mucho más preocupado”, finalizó el DT.