MÉXICO -- Manuel Negrete pedía justicia para que su gol frente a Bulgaria en el Mundial de 1986 fuera elegido como el mejor tanto de la historia de las Copas del Mundo. La convocatoria estaba hecha y la gente votó por él. Después de tres décadas y de pasar un buen número de eliminatorias, aquella épica anotación de media tijera desde afuera del área terminó en el primer lugar en el podio.
“Estoy muy contento que la gente haya elegido mi gol. Primero que se haya hecho una convocatoria para elegir el mejor gol de los Mundiales. Todos los mejores goles calificados tuvieron la posibilidad y por supuesto que estuvo el de (Diego) Maradona, pero la gente no votó por ese gol. Me acuerdo que en 1986 la televisión alemana me dio una medalla de oro porque en ese país fue visto como el mejor gol de la Copa del Mundo. Ahora, después de 32 años, se abrió una convocatoria y la gente votó por este gol. Reconozco que todos fueron históricos, fueron grandes goles, pero la gente votó por el mío. Estoy contento y orgulloso por mi gol, por mi equipo, por esa Selección del 86 porque había un gran equipo”, destacó el exjugador en entrevista con ESPN Digital, apenas unas horas después de saber el resultado final.
La designación de la gente, piensa Negrete, se debió al gesto técnico que implicó la jugada en general. Ahora es momento de celebrar y valorar lo logrado en aquellos Octavos de Final frente a Bulgaria.
“Estoy contento porque la gente decía que era el tercero o el quinto y hoy que se abre la convocatoria, la gente eligió ese gol. Ha habido grandes goles por supuesto en la historia de los Mundiales, pero la gente vota por ese gol por las condiciones técnicas, el detalle técnico y por supuesto, la finalización de ese gol. Hoy anota un gol Cristiano Ronaldo y todo el público de Italia le aplaudió ese tanto, te reconocen ese tipo de jugadas que no son tan comunes”, indicó.
El secreto de la jugada, de acuerdo al propio autor del tanto, fue la recepción que hizo para eludir a un defensa búlgaro para luego combinarse con Javier Aguirre y rematar de media tijera, una jugada que tenía bien practicada y que no le fue tan complicado realizar.
“Cuando empiezas a ver y a competir, ves la situación técnica y fue todo por la recepción, no fue la combinación, no es la tijera, es la recepción. Me doy cuenta de que un jugador me va a puntear el balón y hago un movimiento para jalarlo y ponérmelo a mí, luego Javier Aguirre me lo pone exacto y como entrenaba mucho la jugada, no lo dudé y lo prendí de manera perfecta para meterlo al lado izquierdo del portero”, sostuvo.