BARCELONA -- Pendiente de Josef Martínez o Salomón Rondón, Catalunya descubrió el lunes a un exterior eléctrico, rapídisimo y potente que se convirtió en la sensación de la selección venezolana que jugó en Girona.
Jhon Murillo se catapultó con una actuación magnífica a la que solo le faltó el gol… Un gol que le negó el travesaño en el que estrelló un obús minutos antes de que maravillase con una cabalgada por la banda que solventó con un centro magnífico que no acabó también en gol de casualidad.
“Las cosas salieron bien. Fue un buen partido y quedé contento aunque perdiéramos”, explica Murillo, ya de regreso a Tondela, en conversación con ESPNDeportes, durante una charla en la que no dudó en elogiar “la calidad” de la selección catalana. “Me pareció impresionante su control con la pelota aunque defensivamente, sin la posesión, sufrieron más. Es un gran equipo… Y eso que les faltaban jugadores” solventó.
Concentrado con la selección de Venezuela Murillo reconoce sentirse “feliz. Estoy muy contento, me conocen bien y me siento con confianza”, una realidad que mostró en los dos partidos, llegando a marcar uno de los goles con los que la Vinotinto se impuso a Argentina en Madrid.
¿Sorpresa? “Salió un buen partido. Juegas contra una gran selección, con el mejor futbolista del Mundo que es Messi… Y Venezuela mostró que es capaz de pelear contra grandes rivales” conviene el jugador, impresionado todavía por enfrentarse a Messi. “Es el número uno… Lo disfrutas viéndolo en televisión y cuando coincides con él en el campo aún te impresiona más” proclama, alucinado como se reconoce al ver su forma de ser en el césped: “Es callado, no habla, pero controla todo del juego. Da la sensación de mandar por encima de todos”.
POR LA GENTE
Lejos de casa, Murillo no es indiferente a la situación que atraviesa Venezuela y reconoce estar conocer el día a día de su país. “Hoy en día, con las redes sociales, todos sabemos lo que pasa en el país y sabemos la realidad”, explica, detallando que en la medida de lo posible, como futbolistas que representan a la nación, “nos enfocamos en jugar y darle una alegría a las personas que lo pasan mal en nuestro país”.
A partir de ahí, no entrando en las vicisitudes que sufre la selección, el objetivo inmediato está claro: “Esperamos la Copa América con ilusión. Es un buen reto y el objetivo es jugar los cuartos de final e intentar superarlos para mejorar la última edición del Centenario”.
Lejos de mostrar euforia desmedida, Murillo destaca y repite la necesidad de “enfocarnos partido a partido, con confianza en nosotros” para seguir
transmitiendo esa alegría que recuerda desde el primer día, cuando debutó frente a Honduras en 2015 y batió un record histórico de la Vinotinto: marcar un gol a los 36 segundos de entrar en el campo. “Fue con el pecho, sí… Una alegría inmensa”… Aunque, solventa, su sueño es que lo mejor aún esté por llegar.
EL DÍA A DÍA
Mientras, la mirada se centra en el Tondela y en una difícil recta final de temporada, con el objetivo “difícil” de salvar la categoría en Portugal. “Peleamos por eso, ahora nos viene un partido muy complicado con el Benfica pero tenemos que darlo todo” mantiene con calma pero convencido de sus palabras.
Precisamente el Benfica fue el club que le reclutó en el verano de 2015, fichándole al Zamora, donde aún se le recuerda con los apodos de Makele, el primero por el que se le conoció, o Balotelli, como le llamaban cuando se destacó en la Furia Llanera.
“Entrené cuatro veces con el Benfica pero ya estaba decidida mi cesión al Tondela” recuerda ahora Murillo, confirmando que el club de Lisboa nunca le dio a pensar en un futuro en el equipo. “Que yo sepa nunca dijeron que pensaban en mi, no me preguntaron ni llamaron” relata, sin decepción pero con claridad.
“Jugué también un año en Turquía (en el Kasimpasa) y fue una buena experiencia. Comencé bien la temporada, marqué cuatro goles en la primera vuelta pero en la segunda mitad del curso jugué menos porque hubo fichajes de invierno y no intervine tanto” aclara, a la vez que conviene su interés en catapultarse en estos últimos meses de la temporada.
“Lo importante, lo primero, ahora, es acabar bien la temporada, ayudar al equipo y que nos salvemos. Estoy enfocado en el reto de mantenernos” sentencia Jhon Murillo, que fichó de pleno derecho al comenzar este curso por un Tondela con el que mantiene contrato hasta 2022.
En junio, acabado el curso, será momento de hacer balance y pensar en el futuro, que a la vista de la excelencia que mostró frente a Argentina y Catalunya, se aventura optimista.