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Montreal se convierte en la tercera ciudad en renunciar al Mundial 2026 por el alto costo de ser sede

Montereal se suma a Chicago y Vencouver en dejar la candidatura por el alto costo y falta de felxibilidad de la FIFA.

Montreal se convirtió este martes en la tercera ciudad que retira su candidatura para albergar el Mundial de Norteamérica 2026 y, en todos los casos, el alto costo de ser sede de la Copa del Mundo de la FIFA ha sido la causa de esta decisión.

El organismo rector del futbol mundial informó que la Asociación Canadiense de Futbol (Canada Soccer) notificó formalmente el retiro de Montreal del proceso de selección de sedes para el Mundial que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá dentro de cinco años.

“La FIFA quiere dar las gracias a Montreal por su participación y a todos los grupos de interés implicados por su esfuerzo”, dijo la FIFA en un comunicado.

El anuncio llega meses después de que el gobierno de la provincia de Quebec comunicó que no iba a apoyar financieramente a la ciudad de Montreal para albergar la competencia deportiva más grande del mundo, de acuerdo con el sitio canadiense CTV News.

“Entendemos que la decisión de no apoyar a Montreal como sede de algunos partidos de la Copa del Mundo de la FIFA 2026 puede ser decepcionante para la ciudad y los aficionados al soccer”, declaró este martes la Ministra de Turismo de Quebec, Caroline Proulx, a The Canadien Press. “Hubiéramos estado felices y también listos para acoger el Mundial 2026 en Montreal, pero el alto costo del evento se ha vuelto difícil de justificar para los contribuyentes de Quebec”.

De acuerdo con la funcionaria, en menos de tres años el costo para el gobierno de Quebec para albergar el evento en Montreal se ha duplicado, al pasar de 50 a 103 millones de dólares canadienses (de 40.1 a 82.7 millones de dólares americanos), lo cual hace inviable la candidatura.

Hace exactamente un año, el 6 de julio de 2020, Chicago anunció su decisión de no ser sede del Mundial 2026 para proteger a los contribuyentes de la ciudad y el estado de Illinois, pese a que fue una de las principales sedes de la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994.

“La FIFA no pudo dar garantías a las incógnitas que teníamos con respecto a los riesgos de la ciudad y los contribuyentes. La incertidumbre con los contribuyentes sumada a la falta de flexibilidad y deseo de negociar de la FIFA indicaron que la candidatura no jugaba a favor de los intereses de Chicago”, dijo en un comunicado el entonces Alcalde de la Ciudad de los Vientos, Rahm Emanuel.

“Querían un cheque en blanco por parte de los contribuyentes y dije que no se los vamos a dar”.

Una situación similar se presentó en marzo de 2018, cuando Vancouver fue la primera ciudad en renunciar a su candidatura para el Mundial 2026 por diferencias entre el gobierno de la provincia de Columbia Británica con el Comité Organizador de Estados Unidos, México y Canadá sobre los mecanismos de financiación.

“Mientras apoyamos el proyecto de recibir una Copa del Mundo, no podemos estar de acuerdo con los términos que ponen a los ciudadanos de Columbia Británica en riesgo de soportar costos potencialmente fuertes e impredecibles”, declaró a los medios la asambleísta Lisa Beare en 2018.

“Tenemos varias preocupaciones. Una de ellas es la habilidad de la FIFA para cambiar los acuerdos de los estadios en cualquier punto, lo que podría agregar un costo desconocido y riesgoso”, agregó la funcionaria de la Columbia Británica.

Este martes, tras comunicar la decisión de Montreal, la FIFA mencionó que espera tener definidas todas las sedes del Mundial 2026, el primero que se jugará en tres países y con 48 selecciones nacionales, a más tardar en julio de 2022.

“El plan es visitar las sedes candidatas entre septiembre y noviembre de este año con el objetivo de concluir la selección en el primer o segundo trimestre de 2022”.

Contactado por ESPN, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Yon de Luisa, declinó dar comentarios sobre las renuncias de varias ciudades a las candidaturas debido a que no puede emitir una postura sobre este tema sin el consentimiento de la FIFA.