Luis Díaz empezó a convertirse en figura de la Selección Colombia con su golazo a Brasil en la Copa América. Además, el gran nivel que muestra en Porto en la liga local y en la UEFA Champions League garantizan su titularidad indiscutida para esta doble fecha de Eliminatorias.
En Brasil empezó todo. Fue de menos a más durante los siete partidos de la pasada Copa América de la que terminó goleador, revelación y potenció su perfil de crack de esta generación.
La mística que tiene con la Selección la edificó con cuatro anotaciones, carisma, además del tercer puesto del torneo. Luis Díaz se convirtió en uno de los jugadores más queridos por los hinchas.
El punto de partida de esa evolución meteórica se dio el 23 de junio en Río de Janeiro. Un pase de costado de Juan Guillermo Cuadrado al segundo palo le cambió la vida. Conectó esa asistencia con su pierna derecha en una media vuelta letal para el portero Weverton en el 0-1 antes de los 15 minutos.
Golazo fundador de una nueva etapa de su vida, acompañada por un crecimiento exponencial en atención mediática, afecto de sus aficionados en Porto, de la tricolor y la valorización de su ficha.
Está de nuevo en Brasil. Con nuevas urgencias pues la Eliminatoria avanza, el fútbol del equipo es débil y los puntos en la tabla alcanzan para estar en zona directa pero aún no para asumir con más tranquilidad lo que sigue.
Su presente permite soñar. En la liga de Portugal tiene nueve goles en 11 partidos. En UEFA Champions League dos al Milan. Números que justifican su posición en el escalafón de los mejores del momento.
La Eliminatoria está ajustada. Hay tres puntos de diferencia entre el cuarto puesto de la Selección en zona directa de clasificación y el sexto Chile. Este nivel del guajiro lo debe aprovechar el conjunto nacional para asegurarse un lugar al Mundial.
Tener de regreso a James favorecerá su juego ofensivo y así explotar su velocidad al espacio o combinaciones cuando se crucen por el medio en diagonales. Este país le sienta bien. Un gol al favorito al próximo Mundial, le cambió la vida.