<
>

México, el líder del Octagonal, pero no el amo y señor de Concacaf

play
Jorge Ramos sobre Pepi: 'En Estados Unidos se titubea mucho menos para debutar a un joven' (1:40)

Jorge Ramos destacó la condiciones del delantero mexicoamericano del FC Dallas. (1:40)

CINCINNATI -- México es el líder del Octagonal Final de la Concacaf, pero no el amo y señor de la Concacaf. Estados Unidos le hurtó el nombramiento este 2021. Dos finales y dos humillaciones: la Liga de las Naciones y la Copa Oro.

Por eso, este viernes, el escenario competitivo en el que se enfrentan el Tri y EEUU, es más poderoso y trascendente. Ambos disputan una plaza directa a la Copa del Mundo de Catar 2022. México busca pasaporte a su competencia número 17. Su rival busca su cita número 11.

Pero, además, el cacicazgo en la zona tercermundista del futbol mundial, está de por medio. Al final, quien se apodere de este Octagonal Final, podría, incluso, con las bendiciones de las clasificaciones de FIFA, colarse entre las siete cabezas de serie aue estarán en el sorteo, como chambelanes del anfitrión catar.

Estas reyertas premundialistas entre México y Estados Unidos, se habían avecindado en Columbus. EEUU había encontrado su fortaleza premundialista desde 2001 y le había impuesto una cifra apocalíptica a su dominio: “2-0”.

Y el cacicazgo estadounidense en Columbus se ejerció en las eliminatorias para los mundiales de Corea del Sur/Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Un martirio mexicano durante cuatro ciclos mundialistas.

“Dous-a-cerou”, coreaba la tribuna en el Columbus CrewStadium y retumbaba, crepitaba casi, entre las almas festivas y las almas heridas de los fanáticos de dos países que han hecho del odio deportivo su más intensa y sólida relación amorosa.

El ciclo de sometimiento se interrumpió en noviembre de 2016. México rompió el yugo. 1-2, el veredicto y epitafio de la soberanía estadounidense. Goles de Miguel Layun y Rafa Márquez, dos de los jugadores mexicanos que mejor han entendido la rivalidad plural de estos encuentros. No es sólo el futbol, sino un universo lleno de prismas y matices.

play
2:00
David Faitelson no ve poniendo en predicamento al 'Tata' Martino una derrota ante EUA.

México marcha como líder del octagonal, mientras que Estados Unidos en segundo puesto con tres puntos menos.

Entonces, maltrecha, derrumbada, obsoleta, en cenizas, la fortaleza de Estados Unidos, en su propio terreno, debía fincarse en nuevos horizontes. ¿Superstición? ¿Temor? ¿Mercadotecnia? ¿Segregación de la afición mexicana? El general Custer de la USSoccer no quería otro Little Bighorn. De Columbus a Cincinnati.

Ahora, es una nueva gélida burbuja. 26 mil asientos del Estadio TQL (Total Quality Logistics). Desde hace semanas el boletaje se agotó. Es posible rescatar alguna entrada en sitios especializados y en la reventa. Hay quien pide diez mil dólares por un paquete de cuatro. El delirio y el futbol tienen su Luna de Miel cuando hay una encerrona de México y Estados Unidos en la alcoba verde del futbol.

México comanda la clasificación del Octagonal Final de Concacaf. Los números le reverencian: 14 puntos, 10 goles a favor y tres en contra. Incólume, comparte la distinción del invicto con Canadá, que es tercero, con 10 puntos, 10 goles a favor y cuatro en contra. Entre ellos, está Estados Unidos con 11 puntos, nueve marcados y cuatro recibidos, y cargando una dolorosa derrota en Panamá.

Esta doble Fecha FIFA deberá alebrestar aún más la eliminatoria de Concacaf. Después de meterse a la emboscada en el TQL de Cincinnati, México viajará a Edmonton, y el anfitrión, Canadá, ha crecido exponencialmente. El corderito es ya un borrego cimarrón respondón, capaz de arrebatarle comodonamente un punto al Tri en el Azteca, otrora fortaleza inexpugnable, pero que hoy termina desvencijada por cualquiera.

Es además, Edmonton, el fortín del principal fiscal de #ElGrito. El canadiense Víctor Montagliani, presidente de Concacaf, ha convertido el sofocamiento de ese alarido en una cruzada personal, hasta el extermino, ya sea el de ese bicho homofóbico, o el de las ilusiones competitivas de la Selección Mexicana, a base de vetos, multas y nuevos castigos. Uno de los dos debe morir, el virus o el Tri. ¿Cuál? Poco le importa a Montagliani.

Esos seis puntos a disputarse en menos de una semana, ante semejantes adversarios, tienen aún un destino incierto, pero, en caso de sumarlos la Selección Mexicana a su contabilidad, su abordaje estaría virtualmente asegurado rumbo a Catar 2022, con 20 unidades y 18 más por disputarse.

Tras esta doble jornada de altísimo riesgo, México puede ratificar ser el líder de la Concacaf o, por otro lado, ver alterada la Tabla del Octagonal de manera dramática. Si el éxito lo cobija, el Tri se despegaría en la zona, hasta casi asomarse a Catar. Pero, por otro lado, dos infortunios podrían golpear severamente su dominio incluso en la zona alta de las posiciones.

play
1:57
Video

Canadá recibe a Costa Rica antes de hospedar a México, mientras Estados Unidos embarcaría de inmediato para visitar el martes a Jamaica, que recuperó terreno en la Fecha FIFA de octubre, dispuesta a asediar a Costa Rica y Panama, y mantenerse al acecho de una eventual serie de tropiezos de los tres que rigen la zona.

De esta manera, para la Selección Mexicana de Gerardo Martino, son inseparables el desafío inmediato y los fracasos en las finales de la Liga de las Nacionales ante Estados Unidos “A”, y en la Copa Oro, ante la versión “B” del equipo de Gregg Berhalter.

El técnico argentino sopesa el impacto de los dos descalabros ante EEUU en el verano, ya fue advertido pública y privadamente de la incomodidad a causa de esos resultados y de las grises actuaciones en el Octagonal, más allá de que con poco futbol mantenga el liderato de la competencia.

De hecho, en la historia del futbol mexicano, ningún entrenador de la selección nacional ha sobrevivido a dos fracasos en juegos oficiales ante Estados Unidos. Semejante humillación nunca había sido tolerada por los dirigentes de la FMF ni por los dueños de clubes del futbol mexicano.

Es, por eso, sin duda, excepcional la oportunidad que tiene Gerardo Martino de revocar todas las críticas acumuladas en este decepcionante 2021. Un triunfo sobre Estados Unidos, en el nuevo entrampado, en Cincinnati, le devolvería parte del crédito estropeado a lo largo de este 2021.

Entonces, tal vez, y sólo tal vez, este seleccionado mexicano de Gerardo Martino podría recuperar la autoridad de al consolidarse como el líder de la competencia, y volver a ser el amo y señor de la Concacaf, más allá del inevitable simbolismo de ser el Rey Tuerto, en una Tierra de Ciegos.