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Gerardo Martino, ni tan culpable, ni tan inocente

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Gerardo Martino asegura que la sequía goleadora en el Tri tiene solución (1:36)

El estratega de la Selección Mexicana destacó el rendimiento del equipo y aseguró que sólo se tiene falta de contundencia en ataque. (1:36)

LOS ÁNGELES -- Aún jugando de locales, porque Estados Unidos es el patio trasero de sus andanzas futboleras, Gerardo Martino y la Selección Mexicana no sobrevivieron a las zacapelas de junio. Dos empates (Costa Rica y Honduras), y una derrota (EEUU).

“Fuimos mejores”, dicen los corifeos indulgentes. “Jugamos como nunca en la era Martino”, engolan los alcahuetes para ahuyentar la bruma de las incertidumbres. Explicar con excusas, es implicar culpabilidades. Es como ir al diluvio con el paraguas roto.

No todo es culpa de Gerardo Martino, pero algunas de sus decisiones agitan las aguas siempre turbias del escepticismo. Tal vez hoy se arrepienta del año sabático que se tomó durante la pandemia. Técnicamente, estuvo nueve meses improductivo.

Aún le espera, a México y a Martino, lo mejor de la emboscada conkakafkiana (término acuñado por Guillermo Chao en los años ochenta, y que hoy muchos se adjudican). Viene la Copa Oro y después la eliminatoria mundialista.

La tristona exhibición del sábado (ningún disparo a gol) ante un Honduras diezmado, no es un punto clave de referencia, pero ratifica que México aspira más por hazañas individuales, que por confirmaciones colectivas.

Pero, también es cierto, necesario enfatizarlo nuevamente, que al ‘Tata’ Martino le sobran camisetas y le faltan candidatos. No ha heredado, de cara a Catar 2022, una de las mejores generaciones futbolísticas de México.

Entonces, el ‘Tata’ Martino, ¿culpable o inocente? O, tal vez, ni tan culpable, ni tan inocente.

1.- EL LOBO SE VOLVIÓ HOMBRE…

En el entorno del Tri han dedicado más tiempo a lamentar la penosa lesión de Raúl Jiménez, antes que a buscar soluciones. El ser humano se recupera gratamente, pero el ‘Lobo Mayor’ del Wolverhampton, aún está en el nosocomio de la incertidumbre.

Mientras tanto, Gerardo Martino, ha descubierto, tardíamente, que el futbol mexicano tiene bayonetas de punta roma, achatada, y que ni Alan Pulido ni Henry Martín imponen respeto en el área contraria. Lo del primero son los kínderes de la MLS; lo del segundo, la testosterona de Coapa.

De nada de ello es culpable el ‘Tata’. Pero sí de ignorar a Javier Hernández y a Santiago Ormeño. El primero, ‘Chicharito’, es cierto, tiene pecados que purgar. El segundo, ni siquiera mereció el privilegio de la duda.

A ambos les negó el derecho de ser observados. De saber si Hernández está genuinamente arrepentido, y si el segundo tiene tanto como prometía con Puebla como para ser transferido al León.

En cambio, en un acto malicioso, casi perverso, Martino decide llevar ante Gales y Costa Rica, en gira por Europa, a Pulido y Martín, a sabiendas de que ninguno podría jugar, por estar lesionados. Entonces, ¿para qué cargar con ellos? ¿Son ahora las giras por Europa, hospitales ambulantes?

2.- CAPRICHO FUNES-TO Y MORI-BUNDO

En cambio se obsesiona con su paisano, Rogelio Funes Mori, quien en los últimos 11 juegos de Monterrey no pudo marcar, y a veces, ni ser titular. Si el Mellizo está aterrorizado, paralizado, porque no puede romper el récord de Humberto Suazo, ¿estará a la altura de las exigencias encarnizadas de las reyertas conkakafkianas?

Recordemos: con Rayados, una caricia mal puesta en el tobillo o en la espinilla, y Funes Mori se ha ido del partido. Y en Copa Oro y eliminatorias, va a terminar rallado el atacante de Rayados.

Como puede verse, Martino es inocente de la lesión de Jiménez y de la pobreza de atacantes en el futbol mexicano, pero es totalmente responsable de encapricharse con Funes Mori, y de portarse sumiso ante el veto de la FMF contra ‘Chicharito’, y a ningunear a Ormeño, hoy inscrito por Perú en la Copa América.

Además, hasta ahora, el Tata no ha sido capaz de explicar qué le ofrece Funes Mori, que no puedan ofrecerle ‘Chicharito’ y Ormeño. ¿Tendrá un arma secreta que hasta ahora no ha mostrado en el futbol mexicano?

Ha utilizado a Hirving Lozano como eje de ataque, lo que ha significado tapar un hoyo destapando otro. Además, elegir al ‘Chucky’ como su ‘9’, es un acto evidente de humillación hacia Martín y Pulido. Es una proclamación pública de su ineptitud para el puesto. Manda el mensaje que prefiere un relativamente improvisado antes que a un supuesto especialista.

3.- EL PERRO DE LAS DOS TORTAS…

A un futbol que borda y bordea con el desastre, como ocurre con el mexicano, la pandemia lo cicatrizó con sus estragos. Martino trabajó poco, pero, además, aunque supuestamente le ofrecieron un vuelo privado para ubicarse en México, su sitio de trabajo, él decidió enclaustrarse en Argentina, prácticamente de diciembre de 2019 a septiembre de 2020.

La pandemia trastocó fechas y planes. Martino debía hacerse cargo también de Juegos Olímpicos, pero, ahora, debe enfocarse en Copa Oro, y compartir fichas de un tablero bastante anémico, con Jaime Lozano para el certamen en Tokio.

La exigencia, de cualquier manera, permanece ahí para los dos torneos. Yon de Luisa, en declaraciones a Héctor Huerta, para ESPN, dijo que es imprescindible ganar la Copa Oro y ganar una medalla olímpica. Y claro, en ese apasionante mundo entre los deseos, las exigencias, los vaticinios, y el optimismo, siempre existe el callejón del fracaso. Y el riesgo de quedar como el perro de las dos tortas. El que juega por necesidad, pierde por obligación.

4.- SOLDADERA SIN SOLDADOS…

Mientras Diego Lainez ratifica que el internado en el Betis lo ha embarnecido, en todos sentidos, otras piezas clave en el ajedrez de Martino se han degradado: la desaparición de Uriel Antuna, la inconsistencia de Héctor Herrera, la artrosis de Andrés Guardado, y en general un drama absoluto en la zona defensiva.

Ido ya Rafa Márquez, queda claro que un Héctor Moreno, bajo de ritmo, con un par de kilitos de más, para las exigencias que se le vienen, en el fondo, México es vulnerable, está expuesto. Néstor Araujo se ve confundido, mientras Carlos Salcedo pasa de nuevo por esa etapa de jugar por instinto al rugby antes que al futbol.

Se insiste en el terror de las jugadas a balón parado. Las versiones de los cercanos al Tri, son muy precisas. Son escenarios que se trabajan siempre, pero que en los juegos, ya bajo la presión del adversario, más potente y más decidido, los zagueros se distraen o se paralizan. Y Araujo y Salcedo juntos, son un matrimonio tan llevadero e inteligente, como Godzilla y King Kong.

Esa fragilidad defensiva explica porqué el Tata ensaya con línea de cinco. El problema es que sus carrileros atacan mal, y a veces, defienden peor. Su mejor alternativa, como centrales, son dos jugadores probados y aprobados en esa zona: Luis Romo y Edson Álvarez. ¿Su mejor opción de carrilero? El ‘Tecatito’ Corona, en su mejor momento con el Porto.

Al menos, Gerardo Martino juega tres fichas para su salvación en este verano de terror que se le viene. Cede a su mejor arquero: Guillermo Ochoa. También al mejor futbolista del Guard1anes 2021, y el más versátil, Luis Romo. Y agrega a Henry Martín, con la esperanza que ante menores en edad y experiencia que él, resplandezca.

¿Qué tan culpable y qué tan inocente es Martino sobre este último panorama? Ha necesitado caer en la urgencia a la brasileña: “el que no tiene perros, caza con gatos”.

5.- Y EL GRITO…

Tiene por delante dos amistosos: Panamá y Nigeria, para encontrar su mejor once, y saber si hay un ‘9’ disponible, antes de que se decepcione con Funes Mori, o incluso, tratar de jugar sin un ‘9’ definido, aunque para eso, necesita de mediocampistas profundos, contundentes e implacables, y de esos, no se cosechan a racimos en México.

Sin embargo, hay una amenaza más para Martino: el grito de la tribuna. Sí, ese que la FIFA declaró como homofóbico, y que el aficionado mexicano defiende como retoño genuino de su folklore.

Ya Concacaf y FMF han advertido que la aparición de este alarido en la Copa Oro, le costará a México puntos y tal vez hasta la expulsión del torneo mismo, lo que parece improbable, porque el Tri es la gallina de los huevos de oro. Y en Concacaf y la FMF nutren su desmedida avaricia, todos los días, con omelette a la mexicana, pero…

Como puede verse, hay numerosas decisiones de cancha, que incumben estrictamente a Gerardo Martino, pero hay otras, como la lenta y trastabillante transición generacional, y lo poco avispados de algunos jugadores, que le reclaman más trabajo, pero termina con el mismo lamento del carpintero: “hay maderitas que nunca agarran el barniz”.