Alianza Lima Alianza Lima consiguió el título nacional de Liga1 tras vencer a Sporting Cristal en las finales disputadas en el estadio Nacional. El cuadro blanquiazul no solo contó con un técnico con la capacidad de plantear buenos partidos, sino que logró convencer a sus futbolistas para jugar de una determinada forma y encontró un once titular en el transcurso del campeonato. Por ende, analizaremos los puntos altos de Carlos Bustos que lo convierten en el principal autor del título nacional del elenco de La Victoria.
Su adaptación
El estratega Carlos Bustos llegó al cuadro blanquiazul con la finalidad de dirigir en la segunda división y buscar el ascenso. No obstante, el fallo del TAS fue favorable para Alianza Lima y los planes tuvieron que cambiar rotundamente. De esta manera, el técnico argentino puso en marcha un nuevo plan que involucraba su capacidad de adaptación.
El plantel de Alianza Lima contó con jugadores con mucha experiencia y juveniles que tenían que asumir una gran responsabilidad. Por ende, Carlos Bustos tuvo que adaptarse a las características de sus futbolistas para armar un once titular y encontrar una determinada forma de jugar.
Cabe mencionar que el técnico argentino ya había dirigido a San Martín y Melgar en el fútbol peruano. En aquellos elencos, siempre buscó tener buena vinculación del balón priorizando posesiones prolongadas y siempre utilizaba el sistema táctico 4-3-3. Sin embargo, con Alianza Lima fue distinto y realizó un cambio radical para formar un equipo competitivo.
Al principio de la temporada empezó con el esquema 4-3-3, pero conforme se fueron desarrollando los partidos encontró el sistema 3-5-2. Sin duda, le dio resultados y con una propuesta que partía desde el orden táctico logró ganar la segunda fase. Además, el once titular salía prácticamente de memoria.
Un equipo
Alianza Lima contó con un plantel amplio y en las finales se notó. El principal trabajo de Carlos Bustos fue hacer un vestuario que no solo entendía su forma de jugar, sino que contaba con líderes positivos y erradicó la indisciplina. Sin duda, mérito que le permitió tener un buen grupo que ante circunstancias complicadas siempre respondieron.
Potenció jugadores
Un claro ejemplo es Pablo Míguez que al comienzo llegó para jugar de volante central. Para el estratega blanquiazul la presencia del uruguayo era vital en el once titular, pero al no funcionar de volante tuvo que ubicarlo en otra posición. Por ende, lo hizo jugar desde la segunda fase como líbero en la línea de tres que logró formar. De esta manera, Míguez se convirtió en un líder positivo y potenció a sus acompañantes, Portales y Vílchez.
Jefferson Farfán
Alianza Lima afrontó un año especial por el retorno de Jefferson Farfán al fútbol peruano. Sin embargo, no era el mismo jugador y una lesión le impedía completar 90 minutos. Por ende, Carlos Bustos tenía que saber en qué momento utilizarlo para sacar su mayor potencial. Así, decidió darle siempre los últimos 30 minutos y le funcionó en una gran campaña.