Los dominicanos han caído en sus primeras dos presentaciones en la Copa del Mundo
La selección dominicana quiere recuperar este sábado ante Italia el orgullo perdido para poder soñar con una clasificación a octavos casi imposible, en la tercera y última jornada del grupo D del Mundial sub-20 que se celebra en Argentina.
El combinado criollo, que no podrá contar con su mejor futbolista, Edison Azcona, tiene pie y medio fuera de la competición tras caer ante Nigeria (2-1) y ser vapuleado por Brasil (6-0), pero aún existe la posibilidad de avanzar de ronda hasta como segunda de grupo.
Para esa combinación de resultados, más propia de ciencia ficción, Nigeria, ya clasificada, tendría que endosar una goleada de escándalo a Brasil y República Dominicana, que disputa su primer Mundial de la FIFA de cualquier categoría, tendría que hacer lo mismo con Italia.
Pero igualmente podría entrar como uno de los cuatro mejores terceros, lo que también pasa por atropellar a los 'Azzurri' para intentar revertir su abultado saldo de goles negativo (-7) y esperar el resto de marcadores de la jornada.
En cualquier caso, la victoria ante Italia es obligada en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza y tendrán que ir a por ella con una baja sensible, la de su camisa 10 y capitán, Edison Azcona.
El mediapunta del Inter Miami recibió una segunda tarjeta amarilla en el minuto 85 del partido contra la 'Canarinha', cuando ya iban perdiendo 4-0, y no estará en la última jornada de la fase de grupos.
El centro del campo del combinado quisqueyano se espera que esté comandado por Yordy Álvarez, quien ya dejó algún destello ante los campeones sudamericanos.
La selección italiana se complicó la vida tras perder contra Nigeria (0-2) en un encuentro en el que mostró un nivel de juego muy distante del exhibido en la victoria frente a Brasil (3-2).
Si en la primera jornada los pupilos de Carmine Nunziata presentaron credenciales para ganar el título, en la segunda decepcionaron y ahora tendrán que hacer los deberes a última hora para garantizarse una plaza en los octavos.
Simone Pafundi, el benjamín de la plantilla que brilló ante Brasil, se diluyó ante la superioridad física de Nigeria y además salió a la gresca con el técnico, con el que tuvo un encontronazo medio en broma medio en serio al ser sustituido en el minuto 59.
Al talentoso mediapunta del Udinese no le gustó el cambio y Nunziata reaccionó dándole un abrazo tras agarrarlo del cuello y luego hizo el ademán de querer golpearle en el rostro.
Nunziata confía ahora en "recuperar fuerzas" y hacer "un gran partido" ante el combinado caribeño.