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Canadá quiere Mundial

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Felipe Ramos Rizo vio penal sobre Hirving Lozano en el despeje del arquero canadiense (2:56)

La polémica jugada desató el debate entre nuestros expertos. (2:56)

El encuentro ante la Selección Mexicana, en el estadio Azteca, fue una prueba de las pretensiones de Canadá por hacerse de un lugar para el próximo mundial

Sin haberlo imaginado, la Pandemia metió el primer gol a favor de Canadá y, probablemente, sea el que al final le otorgue la diferencia para lograr el segundo boleto a la Copa del Mundo de su historia. El cambio de formato anunciado por la CONCACAF en marzo de 2020 abrió milagrosamente las puertas al equipo norteamericano ya que, hasta ese momento, no le alcanzaba el ranking para acceder al ya pactado y tradicional Hexagonal final clasificatorio a Qatar 2022. Cuando el máximo organismo rector del fútbol de la zona donde nos tocó nacer, informó que en lugar de 6, lucharían por el boleto 8 naciones, inmediatamente el país de la Hoja de Maple puso manos a la obra para cristalizar un sueño que ha sido añorado por más de 35 años.

Al empezar su camino desde abajo, la selección canadiense aplastó a sus rivales en la primera ronda previa mundialista. En 4 partidos, marcó la friolera de 27 goles y encajó sólo uno. Esto no debería impresionarnos en exceso porque se logró ante rivales con extrema debilidad futbolística como Surinam, Bermuda, Aruba e Isla Caimán. A éstos últimos solamente les metió 11. El siguiente paso fue enfrentar a Haití, a la que venció en doble partido con un global de 4-0 para conquistar su pase al inédito Octagonal Final. En total, los de rojo y blanco mecieron las redes en treinta y un ocasiones, y sólo tuvieron que recoger el balón de su portería una vez.

La tendencia goleadora se mantuvo en la reciente edición de la Copa Oro. En esa competencia golearon en su presentación 4-1 a Martinica. Luego volvieron a repetirle la dosis a Haití al ganarle ahora por cuatro a uno. En el partido por la supremacía del grupo B del máximo torneo de naciones del área, cayeron por la mínima ante los anfitriones, los Estados Unidos, con un gol de vestidor de Shaq Moore, suficiente para propinarles su primer descalabro luego de 8 victorias consecutivas. Una nueva derrota llegaría inmediatamente después contra México en semifinales por 2-1, partido en el que vendieron cara su eliminación, complicándole la vida al equipo de Gerardo Martino que tuvo que valerse de un gol in extremis de Héctor Herrera para dejar en el camino a esta complicada escuadra.

Poco más de un mes más tarde, el equipo dirigido por el inglés John Herdman inició su camino definitivo rumbo al primer Mundial en el Medio Oriente empatando a un gol ante Honduras en el BMO Field de Toronto el 2 de septiembre. Éste fue quizá el partido más flojo de los muchos recientemente disputados por los campeones de la CONCACAF en 1985. Unos días después, ante los vigentes monarcas de la zona y con recientes cuentas pendientes por saldar, obtuvieron otro empate a una anotación. En esta ocasión, y a diferencia del que disputaron ambas escuadras en la Gold Cup, los de rojo sí tuvieron la capacidad para reaccionar ante la escuadra de las barras y las estrellas ya que sólo siete minutos después de recibir el gol de Brenden Aaronson, apareció Cyle Larin para arrebatarle al equipo de Gregg Berhalter una esperada victoria en el Nissan Stadium de Nashville.

El poder ofensivo de la nación más norteña del continente americano, futbolísticamente hablando, recuperó la memoria cuando cerraron la tercera jornada de la fecha FIFA de septiembre al recibir a El Salvador. Desde el amanecer del encuentro impusieron condiciones con los goles de Hutchinson y Jonathan David. En la parte complementaria llegó el definitivo 3 a 0 cortesía de Tajon Buchanan y con ese resultado alcanzaron 5 unidades para posicionarse en el segundo lugar del Octagonal, con exactamente las mismas cifras que los Estados Unidos (goles a favor y en contra) y que Panamá. Todo esto antes del inicio de la cuarta fecha, en la que la visita a la capital de la República Mexicana iba a suponer una dura prueba para medir sus capacidades y aspiraciones reales.

Por ello, el empate a un gol logrado la noche de este jueves ante la Selección Mexicana en la cancha del estadio Azteca, le concede en definitiva al equipo del joven entrenador Herdman todas las chances para ubicarse entre los tres primeros de la tabla y de esta forma lograr su pase directo al Mundial. La interesante mezcla de juventud y experiencia en los jugadores que lucen en el pecho la hoja de maple constituye su principal fortaleza. La garra e intensidad que mostraron los de rojo ante la escuadra azteca fue clave para venir de atrás y alcanzar el empate en un partido en el que se exigieron al máximo con tal de impedir que el Tri se quedara, por una jornada más, como líder de la eliminatoria. Jugarle al tú por tú a los estadounidenses primero, y a los mexicanos después, en su propia casa y ante su gente, es una clara muestra de que a Canadá hay que tomarlo muy en serio.

Después de la ya lejana participación en su primera y única Copa del Mundo de su historia en México 1986, Canadá está dispuesta a devolverle el guiño que le hizo la Diosa Fortuna en la presente eliminatoria con el objetivo de regresar, por fin y luego de muchos años de intentarlo, a la máxima fiesta del balompié del planeta. Con una plantilla de jugadores sumamente interesante donde se destaca la presencia del mejor y más veloz lateral izquierdo que existe, Alphonso Davies, así como la del ya mencionado delantero del Besiktas de Turquía, Cyle Larin; la del mediocampista del Paços de Ferreira, Stephen Eustaquio; la de Junior Hoillet, del Reading de Inglaterra; la de Tajon Buchanan, centrocampista del New England Revolution y, naturalmente, la del campeón de Francia con el Lille, Jonathan David, el equipo canadiense amenaza con aprovecharse del bajo rendimiento que tanto Costa Rica y Honduras están mostrando hoy en día.

Así entonces, luego de 4 jornadas, con Estados Unidos ahora como nuevo cabeza de la clasificación por mejor diferencia de goles respecto a México, Canadá se posiciona en un convincente tercer lugar, por encima de Panamá, El Salvador y de los, insisto, decepcionantes ticos y catrachos. Si mantienen su potente punch sobre el arco rival y logran fortalecer su bloque defensivo, estoy seguro que cristalizarán en Qatar un nuevo sueño mundialista.