“Si vos me das 20 millones de dólares yo no te vendo la localía”. La frase de José Luis Palma sorprendió al delegado de Peñarol. El presidente de Liverpool permanecía imperturbable. Jugar en Belvedere no se negociaba, por lo que la Mesa Ejecutiva de la AUF debía echar para atrás su idea de jugar las finales del Campeonato Uruguayo en el Estadio Centenario.
A pesar de que el estilo de conducción del presidente de Liverpool se caracteriza por la austeridad, en esa oportunidad no se dejó seducir por el poder del dinero.
Palma tiene por característica cuidar los pesos chicos porque, como decía el viejo presidente de Peñarol, José Pedro Damiani, “los pesos grandes se cuidan solos”.
El plantel negriazul se construyó bajo una vieja premisa de su presidente que admite que “Liverpool no paga buenos sueldos”. Su poder de convencimiento va por otro lado: le dice a los jugadores que llegan al club que la plata no está en Liverpool, sino que la plata la van a hacer afuera y que el club les brindará las armas para desarrollarse y proyectar su carrera.
Justamente en la construcción del plantel, el técnico Jorge Bava jugó un rol preponderante. Es que Bava, a diferencia de otros entrenadores que dejan todo en mano de gerentes deportivos y empresarios, llama directamente a los jugadores que pretende incorporar a su plantel.
Así lo hizo con el delantero Ruben Bentancourt al que en la charla le dijo: “te quiero en mi equipo porque sos el mejor del medio para el puesto”.
Los extranjeros
La incorporación de jugadores del exterior fue todo un desafío para Jorge Bava. ¿Motivos? El presidente había tenido malas experiencias y no quería saber de nada. Para colmo de males, el primer nombre que tiró el DT en la mesa fue el de un jugador de 37 años como el paraguayo Miguel Samudio.
Bava jugó todas sus fichas y convenció al presidente de que el jugador no fallaría porque lo conocía ya que había sido su compañero en el fútbol paraguayo.
La incorporación del argentino Marcelo Meli costó un poquito más. El volante se había ido a la B con Aldosivi. Fue entonces que Bava hizo scouting y terminó llamando al Tanque Silva, delantero uruguayo que había sido compañero de Meli, que terminó brindando las referencias que le faltaban al técnico para pedir la contratación del jugador.
El golpe de la Copa y la pelea entre jugadores
El inicio de la temporada fue intenso para Liverpool. Debió afrontar dos torneos: el Apertura y la CONMEBOL Libertadores donde le tocó compartir grupo con duros rivales como Corinthians, Independiente del Valle y Argentinos Juniors.
El hecho de tener un plantel más corto significó ceder terreno ante Peñarol que terminó ganando el Apertura.
El segundo torneo del año fue el Intermedio. Liverpool se levantó y peleó. Ganó su serie y llegó a la definición. Allí surgió un pequeño inconveniente interno.
Finalizaba el mes de julio de 2023 cuando Liverpool se preparaba para jugar la final del Torneo Intermedio ante Defensor Sporting. A pocos días del partido, el técnico Jorge Bava abrió las puertas del entrenamiento para los medios de prensa. Y en ese preciso instante se produjo un cortocircuito. Dos integrantes del plantel negriazul discutieron y casi se van a las manos en momentos en que ingresaban las cámaras de televisión para tomar registros del movimiento y los jugadores debieron ser separados por el preparador físico del equipo.
“Yo he tenido diez mil peores, no hubo ninguna cosa grave. Y se dio la participación de mi cuerpo técnico para decir dejen de jugar porque no terminaban más de hablar y reírse. Pero yo que estuve 20 años jugando y viví discusiones de verdad. Son cosas normales. Lo primero que hice fue no tomar decisiones en caliente, bajar, ver qué pasó y seguir el entrenamiento con normalidad. A veces juegan 30 (jugadores) al monito y no termina más, pero es algo normal que pasa en todos lados”, dijo el DT negriazul Jorge Bava en el programa Derechos Exclusivos de Radio Uruguay.
Liverpool se coronó campeón del Torneo Intermedio y comenzó a hacer sombra en la Tabla Anual.
El paro y la ayuda a los socios
Jugadas tres fechas del Torneo Clausura el campeonato se paralizó. La Mutual de Futbolistas decretó un paro que duró un mes. El panorama era complejo, había equipos que anunciaban que no pagarían los sueldos a sus jugadores.
En ese momento el presidente Palma se apersonó al plantel y transmitió tranquilidad y un mensaje que sorprendió: “este paro nos viene bien”. Sus palabras las ratificó el domingo en Punta Penal de Canal 10: “Tengo que agradecerle a la Mutual por hacer el paro, Liverpool no venía del todo bien en ese momento”.
Una vez retomada la actividad, Liverpool pegó un golpe de autoridad cuando le tocó visitar a Peñarol en el Campeón del Siglo por la octava fecha del Clausura.
De cara al referido partido, el presidente Palma tuvo un gesto con sus socios: pagó el traslado a la cancha. Y por si fuera poco, redobló la apuesta anunciando que si Liverpool ganaba les devolvía el dinero de la entrada. Liverpool ganó 1 a 0.
Cuando los trataron de cagones
Liverpool se coronó campeón del Clausura minutos antes de salir a jugar contra Deportivo Maldonado en el Campus. Allí los jugadores se enteraron de que Peñarol había dejado puntos y que eran campeones.
En pleno calentamiento, el presidente Palma se arrimó al técnico Bava y le susurró por lo bajo: “Me gustaría ser campeón contra un grande”. Y llegó la oportunidad de cumplir el sueño.
Liverpool, como ganador de la Tabla Anual, jugó una semifinal contra Peñarol en el Centenario. Si la ganaba era campeón. Pero perdió en la hora. Una derrota que impactó. Una daga en el alma.
Aquella noche, el presidente Palma bajó al vestuario y se encontró con muchos jugadores llorando y mirando el piso. Irrumpió y tomó la palabra: “Bienvenida esta derrota porque vamos a disfrutar el doble”, expresó y se retiró.
A las pocas horas comenzaron a llover declaraciones y opiniones que ponían en duda si a Liverpool le daba la nafta para ser campeón.
El técnico Bava tomó todo eso como combustible, como lo reveló en el programa Minuto 1 de Carve Deportiva: “Está todo bien con la mística, la camiseta, pero nunca vi ganar a una camiseta. La gente empuja, hay un plus, pero los que hacen historia son los hombres que llevan las camisetas. Las declaraciones de algunos periodistas y rivales vinieron como anillo al dedo”.
Y agregó que fue vital un video que le arrimaron de un programa donde los trataron de cagones. “Me llegó un video de un programa, que más que periodístico era de show, que rozaba la falta de respeto y le hicimos un recorte y se lo pasamos a los jugadores. Fue un combustible. Porque fue como llamarlos de cagones, que se meaban en la cancha, textuales palabras”, dijo Bava.
Las finales también se jugaron en la AUF. Antes de los partidos los delegados se reunieron para definir los detalles. Todo estaba encaminado para jugar los dos partidos en el Centenario. Así lo había pedido Peñarol. Fue cuando el presidente Palma le dijo al delegado aurinegro: “Vos me das 20 millones y yo no te doy la localía”.
El primer partido lo ganó Liverpool justamente en Belvedere. Fue 2 a 0, ventaja que le permitió afrontar la revancha con tranquilidad para coronarse por primera vez como campeón uruguayo. El sueño se hizo realidad.
Esta temporada el club cerrará el año con un superávit de 12 millones de dólares. Para 2025 proyectan la construcción de un nuevo estadio que se llamará El templo de Liverpool. En enero Palma cumplirá 23 años al frente de los negriazules y ya se proyecta al futuro con una frase que tomó de cabecera: “La verdadera grandeza consiste en iniciar algo que no termine contigo”.