Alcides Edgardo Ghiggia debutó en la Selección de Uruguay el 6 de mayo de 1950 enfrentando a Brasil por la Copa Río Branco en el Estadio Pacaembú. Apenas 72 días después, el puntero uruguayo marcaba en Maracaná y ante Brasil el gol que le daba a la Celeste una nueva Copa del Mundo.
Según estadísticas de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), este fue el primer encuentro de Ghiggia con Uruguay y ante una selección, sin considerar amistosos B (partidos internacionales contra equipos, selecciones regionales u otros ocmbinados que no representan a la selección principal de su país), dado que el puntero derecho sí había jugado el 19 de marzo de 1950 un amistoso ante Grêmio Esportivo Brasil (Brasil de Pelotas) en el Estadio Centenario de Montevideo.
Es difícil imaginar y encontrar algún futbolista que dos meses después de jugar su primer partido con su país fuese campeón del mundo. Es verdad que puede aparecer algún jugador (en esa selección uruguaya lo hubo) que sin siquiera tener un minuto defendiendo en cancha a su país haya logrado la Copa del Mundo.
Claro que hay jugadores que han sido trascendentes en su debut mundialista, incluso anotando goles decisivos. Pero por ejemplo Pelé, fundamental en 1958, había debutado con Brasil ante Argentina en la Copa Roca disputada en Maracaná en julio de 1957.
En 1977 debutaba con la selección italiana Paolo Rossi, figura de la azurra en la Copa del Mundo de España cinco años después. También en 1977, Diego Maradona vistió por primera vez la camiseta de su selección pero tuvo que esperar dos mundiales (el de 1978 sin participar y el de 1982 jugando) antes de erigirse como factor fundamental para obtener una Copa del Mundo.
Zinedine Zidane con 26 años jugaba su primera Copa en 1998 y anotaba dos de los tres goles en la final ante Brasil para que Francia lograse como local su primer título mundial. Zidane, quien debutó profesionalmente el 6 de mayo de 1989 (un mes antes de cumplir 17 años), ya jugaba en la selección francesa desde el partido de agosto de 1994 ante la República Checa, donde además convirtió dos goles.
El brasileño Ronaldo fue fundamental en la final del Mundial 2002, pero hacía más de una década ya jugaba con la selección brasileña, teniendo sus primeros minutos en el segundo tiempo ante Argentina en el amistoso del 23 de maro de 1994.
El astro brasileño debutó como titular con su selección el siguiente 4 de mayo, en el último amistoso de cara al Mundial de Estados Unidos, curiosamente apenas tres días después del fallecimiento del piloto Ayrton Senna. Mientras el pueblo brasileño aún lloraba a uno de sus íconos deportivos, no sabía que ante Islandia en Santa Catarina, con la número 7 en la espalda, un muchacho de 18 años comenzaba un camino lleno de satisfacciones con la verde-amarela.
Sin embargo, ese camino individual no tuvo ningún mojón durante el Mundial. Ronaldo celebraba sí la cuarta Copa del Mundo para la canarinha pero sin siquiera haber tenido un minuto de juego producto de las decisiones del entrenador Carlos Alberto Parreira.
Andrés Iniesta debutó con España el 27 de mayo del 2006 pero su mundial inolvidable fue el de Sudáfrica 2010 (con un gol en la final) y no el de Alemania donde jugó solo un partido con la selección que quedó afuera en Octavos de final.
Mario Gotze había debutado casi cuatro años antes de convertir ante Argentina en la final del 2014 y el francés Antoine Griezmann (al igual que el alemán Andreas Brehme, autor del 1 a 0 en el último partido del Mundial Italia ‘90) se consagró en su segunda participación en Copas de Mundo.
¿Mario Kempes tal vez? Pero el registro de debut en 1973 hace continuar el retroceso en búsqueda de alguien que mejore esos 72 días del uruguayo Ghigghia. El ya fallecido exfutbolista uruguayo, además de convertir en los cuatro partidos que Uruguay jugó en el Mundial de 1950, ostenta el curioso récord de no haber anotado más tantos con la camiseta celeste: jugó doce partidos con la selección, tres antes (todos por la Copa Río Branco) y cuatro después (amistosos) de la Copa del Mundo, pero solo gritó gol en los cuatro juegos por el mundial.
Al volver hacia atrás en el tiempo, los datos, cada vez más escasos y menos fidedignos sobre debuts con las diferentes selecciones, hacen foco en aquellos que hayan convertido en las finales mundiales. Pero tampoco, por ejemplo el alemán Gerd Müller era figura de Alemania Federal en 1974, pero éste ya era su segundo mundial.
El inglés Geoff Hurst, autor de tres goles en la final de 1966, se acerca a lo logrado por Ghiggia, habiendo debutado el 23 de febrero de 1966, pero hasta la final ante Alemania Federal pasaron 157 días (30 de julio). Helmut Rahn, héroe germano en el milagro de Berna en el mundial posterior al Maracanazo, había debutado con su selección en un amistoso contra Turquía en Estambul el 21 de noviembre de 1951.
Según registros de la AUF y sin considerar amistosos B, de los compañeros campeones del mundo en el Maracaná, siete debutaron en 1950: cinco de ellos antes que él (Miguez, Martínez, Vilches, Moran y Romero), Juan Carlos González el mismo día y Ernesto Vidal en pleno mundial el 2 de julio. Pero ninguno tuvo el peso de Ghiggia, incluso estos dos últimos no jugaron la final ante Brasil.
Los italianos de 1938, Gino Colaussi y Silvio Piola, ambos autores de dos goles en la final ante Hungría ya jugaban desde 1935. Y Orsi y Schiavio, los argentinos que convirtieron para la azurra en el partido definitorio del mundial de 1934 ante Checoslovaquia, ya habían representado a los europeos en años anteriores.
Así, el camino regresa otra vez a un título uruguayo. Y son sus compatriotas quienes le ‘discuten’ ese récord a Ghiggia, debutando días antes de la primera final del Mundo: el golero Enrique Ballesteros defendió el arco celeste el 25 de mayo ante Argentina por la Copa Newton, y el zaguero Ernesto Mascheroni debutó en el segundo partido del mundial (21 de julio ante Rumania). Ambos fueron titulares en la consagración uruguaya del 30 de julio de 1930.
De todas maneras, y notoriamente con menos días, ninguno de ellos convirtió en la final, aspecto que sí pudo conseguir Santos Iriarte. El delantero anotó el 3-2 parcial en la final (luego Héctor Castro marcaría el cuarto tanto celeste) habiendo debutado en la misma Copa del Mundo en el primer partido ante Bolivia en la inauguración del Estadio Centenario del 18 de julio, superando entonces oficialmente a Ghiggia con 12 días. Santos Iriarte sí había jugado el 4 de julio de 1924 un amistoso en el Gran Parque Central contra Plymouth Argyle FC, club de Inglaterra.
Curiosamente, y luego de la final frente a Argentina, Santos Iriarte apenas jugó un partido más ante otro combinado nacional (en total, disputó cinco encuentros con la Celeste). Lo haría ante Brasil en el Estadio Laranjeiras de Río de Janeiro, el 6 de setiembre de 1931 en el estreno de la Copa Rio Branco, la misma que 19 años después en su séptima edición veía debutar a falta de veinte minutos a Ghiggia con la Celeste, dos meses y algunos días antes de que marcara el gol para confirmar la hazaña más grande en la historia de los mundiales.
