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Brian Rodríguez: su sueño cumplido en Peñarol, su presente en la MLS y su posible futuro en el fútbol italiano

El extremo uruguayo Brian Rodríguez, actualmente en Los Ángeles FC, recordó sus primeros pasos en Peñarol y mencionó las posibilidades de irse al fútbol italiano en declaraciones a ‘Fútbol Centenario’ (1250 AM).

“Hay posibilidades de que me vaya a Italia, con esto del coronavirus habrá que esperar que vuelva el fútbol y a partir de ahí se verá, sería un gran salto; vine a Los Ángeles para sacar a mi familia de su situación, quería que ellos cambien su vida” confesó el joven futbolista nacido en mayo del año 2000. Según TuttoSport, Napoli, Sampdoria y Bologna son los primeros clubes interesados en el uruguayo.

Con doce años Brian peloteaba con una remera de Rooney del Manchester United en el fondo de su casa en Tranqueras. Dos años después ya había ido a Rivera y era suplente en la selección de Tacaurembó. Lo vieron y lo ficharon para Peñarol. En el 2016 ya subía a entrenar con la primera división y a los 17 lo llamaron a participar de la pretemporada.

“Mi mayor sueño fue jugar en Peñarol, era mi sueño como hincha y el de mi familia que son todos carboneros, menos mi padre que siempre tiraba para Nacional, lo cambié y lo hice de Peñarol, siempre me jodía pero no pensaba que iba a ser tan rápido y cuando llegué lo ‘maté’, y me dijo que me iba a apoyar esté donde esté” comentó Brian.

El 27 de marzo del 2018 debutaba ante Danubio, en 2019 era parte del equipo titular jugando Libertadores; a mitad de año jugó el Mundial sub20 en Polonia y al regreso, tras dos partidos por la Sudamericana llegó la noticia a fines de julio que era vendido a la MLS.

“Estaba jugando contra Fluminense por Sudamericana, Diego López era el entrenador, y después del partido me dieron el ok para que me viniera a Estados Unidos. Se hablaba mucho pero yo no tenía ni idea, de eso se encargó mi representante; después que llegó la propuesta de Los Ángeles, hablé con mi familia: era algo importante para nuestro nivel económico, pensé en mi familia y también sabía que había un uruguayo (Diego Rossi) y yo iba a estar bien, fue una oportunidad muy linda”.

Con Carlos Vela y Rossi, Brian es uno de los jugadores franquicia del club. En setiembre jugaba su primer partido con Uruguay y en el segundo encuentro convertía su primer gol con la celeste.

La velocidad de su carrera va a la par de su juego. “Fue muy loco” dice Brian al dar un rápido pantallazo al intenso y corto camino ya recorrido. No hace muchos años le resultaban raros los semáforos de la capital uruguaya y hoy es figura en Los Ángeles.

Claro que el camino también tuvo desafíos: “No podía salir ni nada, fue un sacrificio, no hice cosas que hacen jóvenes de mi edad, estaba en una casita, perdí mi adolescencia entera pero no me arrepiento porque sabía lo que quería. Me perdí el cumple de quince de mi hermana, fue alto triste para los dos pero dejé cosas de lado para llegar a donde estoy”.

En su casa fueron importantes los consejos de sus padres y de su hermano mayor; en Peñarol los referentes también tuvieron su momento para indicarle algunas cuestiones: “Son importantes, yo era rebelde y me considero así, los mojones de oreja del Cebolla (Rodríguez), del Mota (Gargano) y del Lolo (Estoyanoff) me sirvieron para mucho”.

Hoy a la distancia se informa de lo que ocurre en Peñarol y hasta se animó a opinar del comienzo de Diego Forlán como entrenador: “Me gustó en el inicio, tiene sus cosas obviamente, he hablado con jugadores, no hay un día que no hable con compañeros de Peñarol. Cuando vinieron a trabajar a Estados Unidos, hablé con ellos y me han dicho muchas cosas de él, principalmente que no habían entrenado nunca así y los estaba ‘matando’ y está bueno eso”.

Actualmente valoró el hecho de que otros uruguayos, colombianos y mexicanos integren el plantel porque eso ayudó en su adaptación a la MLS. Incluso generó un buen vínculo con Carlos Vela, figura del equipo:

“Tiene una humildad tremenda, me sorprendió cuando llegué, pensé que se iba a enojar por todo y nada que ver, un tipo excelente como persona. Toma mate, jode con Diego, conmigo, nos ha invitado a la casa millones de veces. Me ha aconsejado mucho por mi edad, por el tema de plata, de todo, él también se mandó de las suyas y pudo cambiar su imagen, aprender también de los demás es fundamental”.

Por la cuarentena los entrenamientos de Los Ángeles FC son en grupos reducidos de a tres o cuatro futbolistas, trabajando una hora cada uno, y aun no hay una fecha concreta de regreso a la actividad. Del fútbol estadounidense valoró la cantidad de goles que pueden haber en un encuentro: “Acá juegan del medio para arriba, había que adaptarse, nuestro equipo si bien no sigue eso tiene una filosofía muy buena y hoy a la MLS se la observa mucho más”.

En contrapartida, Rodríguez sostuvo que extraña la presión de la hinchada propia y de la ajena: “Acá son muy fríos, más tranquilos. Jugué en México y parecía que había ido al Tróccoli, fue increíble, me sentí en Uruguay. Prefiero estar así y no jugar con mis compañeros sin ninguna presión, me dan ganas de ‘cagar a pedos’ (sic) a algún compañero y no puedo, necesito a la gente para eso”.

Por último, consideró que su mayores virtudes son la velocidad y su habilidad, siendo su mayor fuerte el uno contra uno, y que debe intentar no enojarse tanto al desperdiciar una oportunidad, ‘no frustrarme por no marcar un gol, eso hay que cambiarlo’. Con apenas veinte años, tiene mucha cancha por recorrer.