Suena el himno uruguayo en el Green Point Stadium de Ciudad del Cabo, y Egídio Arévalo Ríos está entre los titulares. Es 11 de junio de 2010 y la Celeste debuta en el Mundial de Sudáfrica ante Francia. El volante juega por primera vez desde el arranque en un partido por los puntos con Uruguay.
Ya en la cancha, a su lado, el Ruso Pérez y Palito Pereira. Enfrente, Frank Ribéry, Yoann Gourcuff y Sidney Govou, liderados en punta de ataque por Nicolas Anelka. Por entonces todavía jugador de Peñarol, el Cacha había pasado de jugar en 2007 su único partido en las Eliminatorias a asegurarse su lugar entre los 11 titulares de Oscar Tabárez para el debut mundialista.
Si bien debutó en la selección en 2006, Arévalo Ríos, prácticamente, no formó parte de los partidos de Uruguay en las Eliminatorias para Sudáfrica. Esa única aparición fue contra Chile en noviembre de 2007 en un empate 2 a 2; y su siguiente juego vestido de celeste fue en 2010, en un amistoso celebrado en marzo contra Suiza. Luego, jugó en el partido de despedida de la selección contra Israel (en ninguno de estos fue titular) y de ahí pasó a ser parte del mediocampo ante Francia en la Copa del Mundo.
La confirmación de Arévalo Ríos en la lista final debe mucho a su actuación descollante en el Peñarol campeón uruguayo de 2010, dirigido por Diego Aguirre. El Cacha fue una pieza clave en el mediocampo carbonero pocos meses antes de la Copa del Mundo y su trabajo no pasó desapercibido para Tabárez, que volvió a hacerlo parte del grupo. Su presencia entre los titulares en el Mundial fue la gran apuesta del entrenador de cara al certamen y le funcionó de maravillas. El tándem que formó Arévalo Ríos junto a Diego Pérez en el centro del campo le dio marca, pulmones y entrega al equipo, y distribución rápida para los hombres de ataque.
Durante el último tramo de las Eliminatorias jugadores como Walter Gargano, Sebastián Eguren, Jorge Japo Rodríguez o Miguel Amado habían ocupado ese puesto. Si bien los dos primeros fueron parte de la lista y tuvieron minutos en Sudáfrica, fue el Cacha quien se adueñó del lugar desde Sudáfrica y hacia el futuro por muchos años. En el Mundial, Arévalo Ríos no solo fue titular en los siete partidos de Uruguay, sino que jugó la totalidad de los minutos celestes en el torneo.
Si bien su rendimiento defensivo y su aporte al equilibrio colectivo fueron lo más destacado de su actuación, en el séptimo y último juego ante Alemania, el Cacha también se dio el lujo de desbordar contra la banda y asistir a Diego Forlán para hacer realidad el gol que luego fue seleccionado como el mejor gol del torneo por los usuarios en el sitio de FIFA.
Egídio Arévalo Ríos llegó a Sudáfrica como sorpresa y se fue como figura del equipo de Tabárez. Se terminó quedando hasta 2017 en el mediocampo de la Celeste, al que convirtió en su casa, de la que fue uno de sus grandes centinelas.