El entrenador Maximiliano Viera habló sobre el presente de su equipo, Progreso, en la previa al choque ante Peñarol por la fecha 14 del Torneo Apertura en el Parque Paladino este jueves a la hora 16:00.
Consultado en el programa ‘Quiero fútbol’ (Radio Sport) sobre si ante un equipo grande uno debe mantener su idea o modificar su estrategia, Viera comentó: “Va un poco de la mano, hay que tratar de subrayar lo que uno viene haciendo bien en estos partidos, poder ser sólido en lo que uno va buscando, y también el otro día nos pasó que Wanderers tenía toda la artillería pesada de buen pie y hay momentos donde se sufren, encontramos el gol al inicio del partido que también te cambia lo que uno estaba esperando del encuentro”.
“Entonces Wanderers por ser bien dirigido y tener jugadores que se conocen, no es que nosotros no quisimos meternos atrás sino que ellos nos fueron llevando. Creo que contra Peñarol también nos puede llegar a pasar lo mismo, está necesitado, es un grande, tiene un buen técnico, y muchos momentos en el fútbol te llevan a eso, a que de repente cuando puedas atacar, hacerlo con el ADN de tu equipo, y cuando defiendas, como tengo jugadores jóvenes haciendo sus primeras armas, debo tratar de simplificar esa situación por el bien del equipo”, comentó el entrenador.
Y agregó sobre el partido: “Hasta que no empieza a rodar la pelota uno tiene muchas dudas, y eso lo mantiene a uno en vigilia para decir qué más puedo o pude hacer para poder lograr el objetivo”.
Viera logró el ascenso con Sud América a fines de enero, y el 10 de febrero fue anunciado oficialmente como nuevo entrenador de Progreso. El nacido en Montevideo ha trabajado en Estados Unidos, fue segundo entrenador de Daniel Carreño en Qatar, y trabajó como asistente de Alfredo Arias en Wanderers (2019) y en Deportivo Cali (2020).
En cuanto a lo que encontró en Progreso al asumir en febrero comentó: “Hay un equipo que tiene una calidad humana importantísima, son de las cosas más importantes que le pueden pasar a una institución, las cosas son más fáciles cuando el mensaje es recibido por los jugadores con respeto; cuando el jugador de fútbol piensa en los demás es cuando se logran cosas importantes, y cuando solo piensa en él es cuando muchas veces las cosas no salen”.
“El golero es un puesto específico que debe pensar en él, el delantero debe ser egoísta en determinadas situaciones pero siempre apoyados por el equipo o por la institución”, agregó el entrenador.
Viera comentó que cuando llegó al club de La Teja el plantel estaba ‘bajoneado por los resultados’, por lo que creyó conveniente primero apostar a una cuestión anímica. El Gaucho del Pantanoso pudo sumar una buena cantidad de puntos recientemente, logrando triunfar en tres de los últimos cinco encuentros.
Con el objetivo principal de sumar la mayor cantidad de puntos en estos dos últimos partidos del Campeonato Uruguayo 2020 (el próximo fin de semana Progreso visita a River en el Saroldi), Viera comentó sobre la próxima temporada: “Yo ya vi en qué sectores tengo que mejorar, me gusta a mí que los jugadores entiendan el mensaje, y ya he tenido distintas conversaciones, he hablado con los dirigentes para poder ver qué jugador se puede traer con las condiciones que reúne el club”.
Y destacó sobre el trabajo en las juveniles de la institución: “El coronavirus nos dejó muchos jugadores desafectados del plantel principal muy importantes, y entonces subí muchachos que nos ayudaron, el club está trabajando individualmente para que el jugador llegue capacitado para jugar en Primera. Matías Gallardo por ejemplo no había debutado y parece que hubiese jugado años, ese es un trabajo de la gente de inferiores del club”.
“Indudablemente tenés que organizar y encaminar proyectos a largo plazo aunque el técnico cambie, hay que dejar una huella sin tener que pisar a nadie, organizar al club en todo lo que se pueda, y tener un recambio de aquellos jugadores que se puedan ir en cualquier momento porque en el fútbol uruguayos hay muchos cuadros trampolín, como Progreso”, subrayó el entrenador.
Por último, Viera destacó lo que a él le implica emocionalmente poder enfrentarse a un equipo tan importante como Peñarol: “Significa la satisfacción de saber que de repente hubo momentos en que uno no entendía porqué debía hacer ciertas cosas como tener que venir en el 2018 para revalidar el título porque no me dejaban entrar con el título de CONCACAF, que tuve que terminar el liceo para poder recibirme, etcétera”.
“Todo eso lo pude revertir y se convirtió en experiencia, hoy por ejemplo poder estar dirigiendo en contra de amigos como Daniel Carreño o Mauricio Larriera, o enfrentar a un técnico de tanta trayectoria como Jorge Fossati, es una satisfacción muy grande. Los caminos no son fáciles, hoy la gente busca máxima retribución con mínimo esfuerzo, y eso no puede ser”, sentenció el técnico de Progreso.