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Hugo De León, tricampeón de la Libertadores: ganarla es "tocar el cielo con las manos"

Nacional, que venía de un mal momento deportivo, terminó quedándose con la Libertadores de 1980. @Nacional

Ganar una Copa Libertadores es, como reza el lema de la competición, alcanzar "la gloria eterna", pero Hugo de León es una voz más que autorizada para hablar de eso, ya que lo llegó a lograr tres veces en su carrera como futbolista.

Sin alcanzar el récord de Ricardo 'Chivo' Pavoni, quien obtuvo cinco Libertadores jugando con Independiente, el otrora técnico de 63 años es uno de los referentes al hablar del torneo continental, cuya obtención supone, en su opinión, "tocar el cielo con las manos".

Concede una entrevista telefónica a EFE desde Brasil, donde, tras retirarse, pasa buena parte de su vida, después de haber jugado entre 1981 y 1987 (Gremio, Corinthians y Santos) y, posteriormente, en 1991 (Botafogo), en ese país.

En ella, desgrana sus recuerdos, que pasan por haber ganado la Copa en el Estadio Centenario y también con un equipo brasileño, el Gremio de Porto Alegre, dos datos que este sábado 27 repetirán los jugadores del Flamengo o del Palmeiras.

LA FELICIDAD
"Tuve la felicidad de que las tres que gané las gané siendo locatario, entonces el festejo es instantáneo e imborrable", explica sobre el hecho de que tres de las cuatro finales que disputó, precisamente las tres en las que triunfó, tuvieron por escenario el Estadio Centenario de Montevideo.

"Lo que representa estar con tu gente, en tu estadio, tu microclima... Ese momento especial con tu gente, te abrazás allí y ya rápidamente en la calle con los festejos... Siempre festejar dentro de tu casa tiene otro sabor cuando es en el momento", comenta.

De León, que también pasó por el fútbol español, ya que jugó en el Logroñés en la temporada 1987-1988, ganó la Copa Libertadores en 1980 y 1988 con Nacional, derrotando al Inter de Porto Alegre y a Newell's Old Boys de Rosario, respectivamente; y en 1983 con el Gremio frente a Peñarol.

"Tuve la felicidad de que con un equipo uruguayo le gané a un brasilero, con un brasilero le gané a un uruguayo y con un uruguayo a un argentino. Son coincidencias que se dieron y dos que son lógicamente mis dos equipos, que son Nacional y Gremio, y le pude ganar esas finales a los dos rivales (clásicos) de ellos", indica.

El que fuera defensa central solo perdió una final, en 1984, cuando Gremio cayó ante el Independiente.

El 'Patriarca' dice que es "imposible" elegir uno de los tres títulos, porque "te toma a edades diferentes, momentos diferentes de tu carrera, de los clubes" y apunta que "Nacional era para confirmar, Gremio fue el primer título", por lo que reitera que fueron "todos diferentes".

"Es imposible decir que uno es mejor que el otro", insiste.

FLAMENGO-PALMEIRAS
Sobre la contienda de este sábado entre el Flamengo y el Palmeiras, que él, dice, verá por televisión desde Brasil, opina que "no hay favoritos, por más que llegue uno en mejor condición que el otro, siempre el estado anímico, la motivación, el aprovechamiento de lo que es la oportunidad, aprovechar el error del adversario, juega todo".

"El que esté más atento y con más ganas es el que va a tener la posibilidad de aprovechar ese primer gran momento que aparece en la final", explica.

De León es bastante crítico con el actual formato de la competición, porque, en su opinión, "se desvirtuó lo que era la Libertadores tradicional y se ha vuelto una competición para ver cuál equipo brasilero llega".

"Viene a ser un minicampeonato brasilero desde que juegan 6, 7 u 8 equipos" de ese país, comenta.

En la final de este sábado, al frente del banquillo del 'Mengao' estará su amigo Renato Portaluppi (Renato Gaúcho), con quien coincidió en el Gremio campeón y al que, explica, no ha querido "molestar" estos días previos a la definición del título.

"¿Cómo le voy a decir algo a alguien que la ha ganado como jugador y como entrenador (2017)? Sería un atrevido de mi parte, no tendría nada que decirle, ya tiene las experiencias suficientes como para saber la importancia que tiene que su equipo esté en un buen momento en el partido y aproveche las oportunidades y no cometa errores, que es lo que hace que se defina la final", dice.

Y así, entre recuerdos y opiniones sobre la actual estructura de la Copa Libertadores, se acerca el momento de disfrutar esa final en el coliseo montevideano de la que los jugadores del Flamengo o del Palmeiras, los dos últimos ganadores del torneo, saldrán, como explica De León, tocando "el cielo con las manos".