No es que uno se quiera poner en lugar de crítico ni mucho menos. El cariñoso "tirón de orejas" es porque uno sabe de su potencial.

Pero por el bien de sus equipos (y sobre todo de ésta columna) sería aconsejable, prudente o necesario que los jugadores argentinos, que participan en las semifinales de la UEFA Champions League, tomen protagonismo.

LA EXPRESION PURA DEL CATENACCIO
Suena despectivo, es cierto. Sin embargo, la semana anterior se destacó que tres de los cuatro semifinalistas son italianos. Inter y AC Milan protagonizaron el derby milanés, en su primera versión de choque en copas de UEFA. En la antigua Copa de Europa, Real Madrid y Atlético disputaron el primer clásico en 1959.

El 0-0 final dejó sabor a poco, excepto para el Milan. Porque a los rossoneros, que fueron visitantes en el mismo estadio donde en la vuelta serán locales, les alcanza con una victoria o un empate con goles para acceder a la ansiada final, gracias a su gol de "visita".

El Giusseppe Meazza o San Siro (juegan dos equipos y tiene dos nombres) fue escenario de un duelo sumamente táctico. En los primeros minutos amenazó con acallar a los anti-azzurros, pero a medida que iban pasando lentamente las agujas del reloj, se disiparon las situaciones de gol y los arcos quedaon invictos.

Héctor Cúper, cuestionado técnico argentino del Inter, quería que su equipo juegue "con la cabeza, el corazón y con coraje". Javier Zanetti fue titular y el mejor exponente de estos principios en un partido chato. El tradicional despliegue por derecha, con poco peso ofensivo, y una marca férrea contra Shevchenko e Inzaghi.

También antes del choque, desde el Milan llegaron varios mensajes deseando una final contra el Real Madrid, un hecho que molestó a Hernán Crespo. El delantero argentino del Inter aconsejó a sus rivales que "preparen un amistoso contra el Madrid si quieren enfrentarse a ellos". Y el administrador delegado del Milan, Adriano Galliani, replicó que "el Madrid ya nos invitó a jugar el Trofeo del Centenario porque hemos ganado muchos títulos. Al Inter no le invitan porque no ha ganado tantos".

Crespo jugó desde el minuto cero y a los 6, habilitó de primera, con lujoso taco incluído, al uruguayo Álvaro Recoba, pero el Chino desaprovechó el mano a mano con el arquero Dida. Y sobre el final, pelotazo del Guly para Valdanito que intentó empalmar el balón por arriba del brasileño (muy alto, por cierto) pero su remate se fue por arriba del horizontal.

CON LA MIRADA FIJA Andrés Guly, del Inter, quiere impedir que Serginho, del Milan, le quite la pelota (Reuters)

Andrés Guglielminpietro entró a los 66 por Conceicao y se ubicó como carrilero por derecha. El ex jugador del Milan aportó en ataque pero tuvo poco tiempo para romper la monotonía general. Nelson Vivas fue suplente y no ingresó, mientras que Matías Almeyda continúa lesionado.

Después de la igualdad, Cúper dijo: "Estoy contento por lo que ha hecho el equipo, sobre todo en el primer tiempo. Sólo ha faltado el gol, pero hemos tenido varias ocasiones clarísimas. en la segunda parte, las cosas han cambiado un poco y el Milán ha jugado mejor. El resultado es justo. Si se ha visto un Inter ordenado es bueno, porque para ganar partidos hay que ser ordenados".

En el AC Milan, José Chamot no fue citado y Fernando Redondo ingresó a los 78 por Gennaro Gattuso, el mejor jugador de la cancha (por garra, no por juego).

El Príncipe entró trotando, a los gritos, dando ordenes, para no perder la costumbre. Unos minutos después intentó una "bicicleta", made in Ronaldo, pero su marcador, Javier Zanetti le robó la pelota. Redondo, frustrado tras la maniobra, le cometió falta.

A Redondo no le preocupa no ser titular en el conjunto de Carlo Ancelotti: "Para mí es algo absolutamente nuevo. No estoy en la mejor condición, pero no me puedo quejar. Dentro de todo, la adaptación fue buena, porque no tengo que perder de vista que estuve dos años y medio parado. Ahora hay que tener paciencia y pensar en volver poco a poco a mi mejor forma física. Lógicamente, eso se logra con continuidad".

ROLES CAMBIADOS Camoranesi, volante de marca, lleva la pelota y Guti, delantero, trata de sacársela (Getty)

LA JUVE SABE POR VECCHIA
En la otra semifinal, el Real Madrid sacó la mínima diferencia ganándole por 2-1 a la Juventus, pero los italianos, aunque parezca mentira, están satisfechos.

Resulta que a la Vecchia Signora le bastará con ganar 1-0 en Turín para clasificarse al partido decisivo. Ronaldo abrió el marcador para los merengues, David Trezeguet empató transitoriamente y Roberto Carlos puso el resultado definitivo. Hasta aquí la Juventus había jugado tres partidos en el Bernabéu y sólo había marcado un gol, obra del argentino Enrique Omar Sívori, el 26 de febrero de 1962 (0-1).

En el Real Madrid, Santiago Solari entró a los 79 por Morientes y fue una opción viable por la banda izquierda.

Esteban Cambiasso fue suplente y no ingresó. El Cuchu declaró que "es obvio que estoy desplazado, porque no estoy jugando, pero uno sigue trabajando cada día para contar para el entrenador en cualquier momento". Agregó que lo "importante es que el equipo gane" y que, por lo tanto, "acepto esta situación".

El centrocampista ve difícil el partido de Turín, contra la Juventus. "Es complicado decir qué porcentaje de posibilidades tenemos. La eliminatoria está abierta y nosotros tenemos la confianza de que podemos marcar allí, lo que nos pondría las cosas muy favorables".

En la Juve, Mauro Camoranesi entró a los 80 por Igor Tudor y dos minutos más tarde se salvó de la amarilla por una fuerte entrada a Portillo.

Se tuvo que ubicar como centrocampista central, un puesto incómodo y poco habitual para él pero beneficioso para el equipo.