Rodeada del reconocimiento del mundo del hockey, Belén Succi se despidió de la Selección después de 16 años de carrera, siendo la arquera argentina más ganadora de todos los tiempos. Lo hizo en el marco de la final de la Copa del Mundo de España-Países Bajos en la que Las Leonas se quedaron con el subcampeonato. Se hizo dueña de un legado inexorable que perdurará en el tiempo. Se propuso retirarse vacía. Y así fue, plena. Toda una vida dedicada al alto rendimiento, con altos y bajos, hoy decide priorizar a sus afectos.
Nació hace 36 años, un 16 de octubre, en Capital Federal. Sus primeros pasos los dio en el Club Atlético San Isidro (CASI); el club de su familia, de sus amigas. Con los años, se enamoró del deporte porque no solo lo predica desde adentro de un sintético con los pads puestos, sino que también transmite desde la enseñanza, en su rol de docente en Educación Física. Eligió al hockey entre un puñado de disciplinas que comenzó a practicar de chica y cuando llegó al deporte del palo y la bocha no dudó en ocupar el puesto de arquera. ¿Ingrato para algunos? Para ella no, más bien fue desafiante y desafiarse en el día a día.
Con 19 años integró el plantel Sub 21 que participó del Mundial de la categoría en Santiago de Chile, en 2005. Si bien al equipo no le fue bien y finalizó en el quinto puesto, el certamen fue un trampolín al seleccionado mayor, por entonces dirigido por Gabriel Minadeo. Fue él quien les abrió las puertas a las jugadoras de esa camada que con el tiempo se convirtieron en referentes indiscutidas: Carla Rebecchi, Rosario Luchetti, Noel Barrionuevo, entre otras, acompañaron a Belén Succi en esa transición. Su debut en el mayor se produjo el 14 de noviembre de 2006 en los Juegos ODESUR de Buenos Aires. Allí se alzó con el título, el primero de 16 que conquistaría a lo largo de su extensa y exitosa carrera deportiva.
Mamó el legado de Las Leonas fundadoras porque se entrenó a la par de Paola Vukojicic -a quien sucedió en la titularidad después de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008- compañera entrañable de Mariela Antoniska, la histórica arquera que se convirtió en leyenda tras atajar los penales frente a Países Bajos (por entonces Holanda) en 2002 y darle el primer título del mundo a Argentina. Belén pudo repetir la historia ocho años después, en Rosario 2010, ya afianzada en un equipo que supo brillar con Luciana Aymar a la cabeza.
Luego de la conquista del Champions Trophy en Rosario 2012, en donde también fue figura, se alejó de las canchas ya que en abril se enteró que esperaba a su primogénito, a cuatro meses de los Juegos Olímpicos de Londres. No pudo ser parte del seleccionado que se adjudicó la medalla de plata, pero el destino le tendría preparadas otras grandes emociones. El 30 de noviembre de ese año nació Juan Bautista. Su regreso a Las Leonas se produjo recién en 2013, antes de que su hijo cumpliera un año: integró el plantel que ganó la Copa Panamericana jugada en Mendoza en septiembre y que le dio el boleto al Mundial de La Haya 2014, donde fue bronce.
En su palmarés figuran seis Champions Trophy, de nueve jugadas. Participó de tres Juegos Olímpicos, fue bronce en Beijing 2008 y plata en Tokio 2020. Jugó cuatro Mundiales y se colgó tres preseas: fue oro en Rosario 2010, bronce en La Haya 2014 y plata en Terrassa-Países Bajos 2022. Además, tiene dos oros en Juegos Panamericanos (Río 2007 y Lima 2019), cuatro Copas Panamericanas (2009, 2013, 2017 y 2022), un primer puesto en la Liga Mundial 2015 y el trofeo de la Pro League 2022.
No todas fueron alegrías para Goofy. También supo estar en los momentos difíciles, como el séptimo puesto en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y el séptimo lugar en la Copa del Mundo 2018. El equipo tuvo que afrontar un duro proceso de recambio que le costó verse alejado de los podios. Sin embargo, nunca dio el brazo a torcer y se preparó con más fuerzas para saber cuándo y cómo despedirse.
Además, sus deslumbrantes actuaciones la llevaron a ser nominada a mejor arquera por la FIH en tres ocasiones: 2014, 2016 y 2021. Y aunque nunca recibió el premio, el broche de oro llegó casi en el epílogo de su carrera internacional. Las atajadas durante la 15° edición de la Copa del Mundo, en la que se colgó la medalla de plata, le valieron convertirse en la mejor arquera del certamen. Porque Belén descolló en el torneo, convirtiéndose en protagonista en momentos cruciales. Primero fue en cuartos, con dos salvadas alucinantes frente a Inglaterra a segundos de que se bajara el telón, que le permitieron a Las Leonas avanzar a semis. Luego, ya entre los cuatro mejores, se lució en el uno versus uno ante Alemania para conseguir el boleto a la gran final. Un merecido reconocimiento, el hockey internacional rendido a los pies de la arquera argentina más ganadora de todos los tiempos: 16 títulos a lo largo de 269 presentaciones.
Ya de regreso al país, con las emociones todavía a flor de piel por dejar atrás un estilo de vida, Succi dialogó con ESPN y reveló qué fue lo que les dijo a sus compañeras en el último vestuario compartido después de la gran final: "Les quise transmitir que fui muy feliz, que no solo se trata de ganar, que hay que saber valorar el esfuerzo que hacemos día a día". Además, la emblemática jugadora de Las Leonas se mostró feliz de retirarse con "un equipo que realmente promete".
Será tiempo de disfrutar, de recargar energías y de ser una aficionada más de este equipo que hoy deja. Argentina va a extrañar a su gran muralla. A la arquera de los festejos desatados ante una salvada que llegó justo a tiempo. ¿Qué le dejó a esta generación de Leonas? "Más allá de que soy docente y educo a través del deporte, ojalá les haya dejado un legado de valores que ellas también me dejaron a mí", aseguró. Y qué legado dejaste, Belén. El hockey argentino e internacional te va a extrañar un poquito todos los días.