Inés Teddi es una joven de 16 años que juega en Club Champagnat y es goleadora en su categoría. Con tan solo siete fechas jugadas del Metropolitano C1, lleva marcados 13 tantos, 11 en 5ta y 2 en Primera. La jugadora comenzó a dar sus primeros pasos en Primera este año, y se refirió al tema: “Empecé a entrenar y a jugar este año. Si bien había jugado amistosos, debuté en el primer partido del Campeonato. Al principio estaba más nerviosa, pero ahora estoy más segura y confiada”.
Meter goles siempre es algo lindo y siendo delantera, es uno de los objetivos, pero para Ine va más allá de una celebración dentro de la cancha. Trasciende el marcador personal y se enfoca en el trabajo en equipo. “Cada vez que meto un gol siento felicidad y satisfacción, pero está buenísimo cuando se puede ver reflejado lo que trabajamos semana a semana, más cuando fue una jugada colectiva”. Siempre es lindo llevar una marca personal e ir en busca de más, pero no hay nada más lindo cuando el abrazo de gol se da después de algo que se estuvo practicando en los entrenamientos. Cuando las cosas salen bien la sonrisa es mayor, pero que importante es el no darse por vencido cuando no es tu mejor día. “Normalmente me siento frustrada porque la capaz la jugada no termina como uno quiere que termine, pero trabajo para que esa frustración se convierta en una motivación para seguir mejorando”, comentó la jugadora de Champa.
Ine tiene dos goles que marcaron su camino como jugadora de hockey: su primer gol en Primera, este año, y el gol que les dio el Campeonato en la final del torneo del 2022. No pierde el tiempo soñando cómo definir, sino que se deja llevar. “Me guío más por el instinto. A pesar de siempre tener jugadas o definiciones que me imagino, en el momento es todo improvisación”, aclaró.
Para Inés, Club Champagnat es un lugar para compartir con familia y amigos. “Es en donde por muchos años aprendí, y sigo aprendiendo. Me hizo crecer mucho como jugadora, por eso disfruto mucho jugar en Champa y representar el club”. Además de la enseñanza y el crecimiento personal, es importante tener una persona que pueda cumplir el rol para volcar todo su conocimiento y empapar a las jugadoras. “Si tuviera que destacar a alguien es a Juana Domínguez, que fue mi entrenadora por dos años y ahora compartimos cancha. Destaco sus ganas de jugar, su compromiso con el equipo y su esfuerzo”. Esta joven de 16 años, que recién empieza su camino en Primera, no para de soñar y su objetivo más grande que tiene con el club es ascender a la B, para después seguir escalando hacia la máxima categoría.