Cristina Cosentino (26) vuelve a ser noticia en el mundo del deporte por salvar al hockey, otra vez. La China tuvo una destacada labor en el empate ante Alemania, atajando cuatro penales y dejando a Las Leonas en semifinales de París, pero no muchos saben que lo sucedido no es casualidad.
El partido terminó en tablas, Argentina no logró igualarlo hasta el final y, tras conseguir el 1 a 1 a falta de un minuto, pudo forzar los penales para estirar algo que se veía cada vez más complicado. Las Leonas se guardaban algo, nada improvisado, porque Cristina Cosentino tenía bajo la manga lo que fue adoptando todo el campeonato: salvadas prodigiosas.
La arquera de Banco Nación fue la figura de la serie ante Alemania y, una vez más, consiguió el cometido de ayudar al equipo a sacar un partido adelante, pero la resiliencia adoptada no fue algo que incorporó la China en Francia sino una situación por la cual se preparó para llegar.
El quedar afuera de los Juegos de Tokio derivó en un volver a empezar, ese duro golpe resurgió en abocarse a lo que sentía que debía mejorar. Así le contó a ESPN.com, antes de volar hacia la capital francesa.
La que alguna vez ejerció de delantera, peleó el puesto todo el proceso, palmo a palmo, con Clara Barberi. La arquera de Lomas fue la que viajó en 2021 como reserva de Belén Succi y era la competencia máxima para disputar ese lugar. En el nuevo proceso, ambas tuvieron sus momentos para lucirse, pero ya pasaba por una decisión del entrenador Fernando Ferrara: Argentina fue el único equipo que en los Juegos Panamericanos 2023 llevó a dos arqueras en la nómina de elegibles. Clari siempre dio mayor seguridad en shoot-out y la China lo sabía. El tiempo hizo que lo trabaje con empeño y un partido de Juegos Olímpicos la puso a prueba.
A pocos minutos de finalizar el tiempo regular, le llegó un penal en contra que no pudo detener, pero si bien eso resultó siendo un mazazo el gol instantáneo de Argentina fue el aluvión para lo que parecía una profecía ya cumplida. La China atajó todo lo que le tiraron en la serie de penales, cubrió con el cuerpo y realizó tapadas que tal vez antes no imaginaba. Se agigantó ante las miradas de rivales que no veían por donde vencerla. Pudo más que la presión que cortaba el aire en el Estadio Yves-du-Manoir e hizo ir los ocho segundos -que dura el penal australiano- al compás de su corazón.
Cosentino se superó porque intentó crecer a través de ella, mirarse en el espejo y construir desde allí. Dejó Belgrano Athletic en busca de oportunidades, saliendo siempre del confort con tal de sortear los desafíos que le traía el camino para llegar a su destino: Las Leonas. Cris contrajo la necesidad de representar al país para que quede evidenciado -explícitamente en la cancha- lo que podría brindar por su bandera; aquella que le recuerda la marea o cuando observa las estrellas, cuando pide cosas como las que sucedieron hoy.
París 2024 fue testigo de una de las mejores actuaciones de una arquera. La seguridad y confianza que manifestó la China la colocó en una posición difícil de olvidar. Consiguió subirse a esa llama, que trajo de Belén Succi y Mariela Antoniska, porque las que atajan en Las Leonas son gran parte de esa mística. A las que las adversidades no les pesan, cómo a Cris, un cinco de agosto, qué con cuatro atajadas mano a mano colocó a la selección femenina de hockey en las semifinales de unos Juegos Olímpicos.