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La Copa Panamericana en Uruguay, a la vuelta de la esquina

Joaquín Rodriguez jugando con Los Cimarrones ante Brasil. PAHF

La cuenta atrás ya comenzó y la Copa Panamericana está a la vuelta de la esquina, Montevideo está preparado para albergar el torneo más importante del año y Joaquín "Chirola" Rodríguez, uno de sus históricos Cimarrones, palpitó acerca de lo que se siente jugar en Uruguay.

"En estas últimas semanas comenzó la ansiedad, por lo que implica el torneo y ser locales, más allá del juego, para que te hagas una idea fuimos a colocar un piso de plástico debajo de una carpa, porque fuimos a dar una mano en todas esas cosas. La realidad es que la copa es en nuestra casa y queremos que todas las delegaciones la pasen bien y la vivan bien".

Los Cimarrones volverán a disputar el certamen continental después de 12 años, Uruguay tuvo dos antecedentes antes de albergar el torneo y la idea del plantel es clara, mejor lo realizado en el pasado: “Uruguay jugó la Copa Panamericana del 2009 en Chile y salimos últimos, después en Canadá 2013 y salimos últimos también. Ahora nos toca jugar por ser locales en Montevideo y si entrenamos de la manera que lo hicimos es para soñar en grande”, comentó Chirola.

Y añadió: “Así que por ahí van un poco las expectativas. Después el torneo nos irá llevando. Nosotros jugamos muy esporádicamente cada dos años, entonces nunca sabemos con qué nos vamos a enfrentar, porque a veces ni siquiera nosotros mismos sabemos dónde estamos parados”.

Al no poseer una liga de caballeros, la gran mayoría del plantel está repartido en distintos lugares y Rodríguez profundizó al respecto: “Es un proceso que está siendo bastante largo, bastante duro, hay dos grupos grandes, que son los jugadores que están en Montevideo, y los que están afuera. Entre los que están afuera están los chicos del interior, que están en Paisandú, que son los que juegan en trébol, y luego los que sí están en el exterior, que son chicos de Barcelona, de Argentina, y yo que estoy en Bélgica. Los chicos que están en Montevideo entrenaron primero tres veces por semana, después cuatro y ahora prácticamente estamos cinco veces por semana”.

Dentro de la situación de disputar pocos partidos, también está la ventaja de que lo rivales no saben cómo juegan Los Cimarrones: “Eso tiene su cosa mala, pero también está bueno, porque Estados Unidos no debe tener ni idea contra quién va a jugar. Así que por ahí podemos sacar alguna sorpresa”, sentenció Joaco.