Aplastante. Así fue el fin de semana de David Alonso en el GP de las Américas, tercera fecha del Mundial de Moto3. El colombiano se quedó con todo en cada salida a pista en el fin de semana de Austin, donde vivió experiencias totalmente desconocidas; no por el triunfo, porque fue su sexto mundialista, pero sí por situaciones que jamás había vivido.
Alonso, después de dominar las pruebas combinadas, se quedó con la pole position, primer rubro inédito para su foja personal. Por eso el festejo que desató, porque la posibilidad de ganar una clasificación era algo que el piloto nacido en España e hijo de madre colombiana (bandera que eligió para su carrera profesional) tenía atragantado. Por primera vez le tocó largar desde el primer cajón una cita del Mundial. Pero hubo más cosas inéditas en el fin de semana texano.
La gran cantidad de sanciones (ocho) que se aplicaron para la competencia (por las inconductas del sábado) ya hacían avizorar un pelotón quebrado en la competencia, algo inusual en el siempre apretado lote de Moto3. Y, a eso, se les sumaron las múltiples caídas, que fueron eliminando rivales. El primero fue antes de la largada, porque José Antonio Rueda, quien debía partir segundo, fue internado de urgencia para operarlo de apendicitis. Y los que no se eliminaban en las rodadas, como Daniel Holgado, se retrasaban. Porque el español debió esquivar dos revolcones y cedió un terreno indescontable. ¿Entonces? Alonso se fue en punta con una diferencia totalmente infrecuente en Moto3. Tanta fue la brecha que consiguió el colombiano, que le sacó poco más de cinco segundos a Holgado y eso que había cortado el gas en el ingreso a la recta principal del giro final para comenzar la celebración. Así, dos rubros nuevos en la vida mundialista de Alonso: vencer de punta a punta y con tanta ventaja.
“No sé qué decir, no esperaba un fin de semana como éste en el campeonato. Es asombroso. Fuimos trabajando día a día, cada noche soñaba con hacer una carrera solo. Ahora lo logré. Esta victoria es para mi abuelo que hoy cumple años”, dijo Alonso después de desatar un festejo alocado, en el que se acercó a los colombianos que fueron a apoyarlo y les regaló los guantes. Y terminó acostado en la estrella de la bandera de Texas, en el medio del circuito.
Alonso sabe que será difícil volver a tener un fin de semana igual. La lógica es que vuelva a tener que batallar en pelotones apretados, justo su fuerte y donde mostró sus dotes que lo tienen como una de las grandes estrellas del Mundial de motociclismo a futuro. Por lo pronto, el colombiano ya logró dos éxitos en tres citas y está a dos puntos de Holgado en la cima de la tabla.