El colombiano fue tercero en la clasificación, a pesar de sufrir con su casco, y tendrá la chance de sellar el título en Motegi. Iván Ortolá y Collin Viejer, dos de sus rivales por la corona, partirán adelante.

Para empezar, si el GP de Japón de Moto3 finalizara con un podio que remedara el resultado de la clasificación, David Alonso debería esperar una carrera más para ser campeón. Pero, se sabe, en la categoría menor los cambios de posiciones son constantes. Lo concreto es que el colombiano largará tercero en Motegi, completando la primera fila, con Iván Ortolá, el dueño de la pole, y Collin Veijer adelante.

Alonso llegó a la 16ª fecha de Mundial con 97 puntos de ventaja sobre Daniel Holgado, quien partirá noveno, 105 sobre Ortolá y 107 más que Veijer. Si el piloto nacido en Madrid, pero que correr bajo bandera colombiana, estira su ventaja a 100 contra cualquier rival, será campeón. Ahora bien, si llegara terminar tercero, su lugar de partida, Ortolá no debería ganar para celebrar. Las combinaciones son muchas, no es cuestión de sacar la calculadora. Porque lo importante será la carrera.

Y ahí está la cuestión. Todo el fin de semana japonés fue una quimera con el clima. Piso seco, mojado, seco, mojado. Húmedo en realidad, nunca llegó a quedar mojado, pero las condiciones de la pista pusieron en aprietos a pilotos y equipos. Lo sufrieron el viernes, en las prácticas, y se repitió el sábado. Y para el domingo se anuncia la posibilidad de lluvia para el momento de la competencia. Si se cumple, será barajar y dar de nuevo.

Alonso se mostró tranquilo con su tercer lugar en clasificación. Ni siquiera el problema en el visor de su casco, que no se trabó y se le abrió en plena recta, lo sacó del eje. Tiene todo bien claro, sabe que su brecha es enorme y que, si no es Japón el lugar de la consagración, será Australia. O más adelante.

“Estoy contento porque fue todo el fin de semana piso mojado, seco, otra vez mojado. Anduve bien en mojado y tal vez sea mojado en la carrera. Hoy estuve bien en el grupo, pero me faltó rimo para ir solo”, contó Alonso.

La lluvia, si llega, podrá cambiar todo. Y también habrá que ver qué ritmo tiene para la competencia. Pero a una vuelta lo de Ortolá fue bestial. Le sacó 356 milésimas a Veijer, una diferencia poco habitual en Moto3. Alonso quedó a 409… Si el español logra plasmar ese ritmo a una vuelta en carrera, habrá que correrlo nomás. Alonso tiene la tranquilidad de una gran ventaja para administrar.